—Crucio— Espete al cuerpo que estaba delante mío.
Sus cabellos estaban brillantes por la humedad que había causado el sudor que había estado emanando la última hora. Realmente esperaba que fuese más fuerte de que lo normalmente creía, pero no fue así. Otra decepción —Crucio— Volví a decir, pero esta ve con varita en mano.
Sus gritos llenaban toda la habitación, el calabozo en el que estábamos, en este preciso momento se me hacia demasiado sofocante —Morgana, ya termina de una vez, tenemos que irnos— Escuché que decía Tom llegando a espaldas mías.
Solté un bufido, últimamente estaba más controlador que de costumbre —Camina— Ordené. Con una mirada sumamente temerosa, y una postura sumamente agachada, obedeció.
—Por favor, no lo hagas— Rogó al intentar subir las escaleras torpemente.
A mi campo de visión ya habían entrado las cabelleras de los demás —Avada Kedavra— Un sonido rotundamente seco se escucho al cuerpo caer. Y sonrisas satisfechas se dibujaron en los mortífagos que estaban de espectadores.
Marcus se acercó con asco al cadáver —¿No pudiste simplemente matarlo ahí adentro?— Cuestionó mirándome a mí. Después de tanto tiempo, me di cuenta que mi hermano, no le tenia miedo a los muertos o a matar... Les tenía asco a los cadáveres, pueden haber pasado segundos, años pero siempre tendrá la misma reacción, náuseas y arcadas.
—¿Y perderme tu cara?— Respondí con una sonrisa sumamente burlona —Además, Dolohov servirá de ejemplo, es mejor cuando ven abandonar la luz de sus ojos, que cuando solo lo escuchan— Comenté pasando del cuerpo para llegar a la planta principal —Suficiente tenemos con su primo en Azkaban—
Bellatrix se asomaba al cuerpo con una sonrisa en su rostro, era como una niña pequeña a la que le acababan de dar su regalo por fiestas. Vale, necesita terapia, con un psiquiatra aprueba de todo.
[...]
El tren ya estaba por partir, mis hermanos se habían adelantado junto a Draco; para ni suerte.
Quería tener tiempo de poder hablar a solas con Narcisa —Sabes que cualquier cosa me la puedes decir directamente a mí ¿No?— Comenté cogiendo sus manos entre las mías.
Cissy me miraba con ternura, con él amor de una madre —Lo sé... por favor, cuida de Draco— Respondió.
—Nunca dudes de eso, por cierto, hay una casa a las afueras del país... si gustas, o si necesitas un escape, está equipada con todo lo que necesites, y créeme, nadie más que yo la conoce— Dije antes de darle un abrazo que fue inmediatamente correspondió.
Era lo mínimo que podía hacer por ella, siempre a sido una excelente mujer conmigo, siempre me ha cuidado, aconsejado, ha sido como la madre que nunca llegué a conocer.
Tras despedirme de Cissy, me encamine al vagón de Slytherin, ya casi no había nadie fuera del tren, y eso me dio algo de nostalgia, antes de subir le di una última mirada a la estación. Mágico.
Cuando abrí la puerta correspondiente, algunos alumnos empezaron a susurrar, otros tenían temor en su mirada, pero no había ni uno solo que no se haya percatado de mi presencia —¿Qué?—
Busqué con la mirada a mis hermanos, estaban casi al final del vagón, frente a ellos estaban las hermanas Greengass, y a su costado estaban Pansy y Blaize.
No había ni una sola señal de Theo. ¿Dónde de metió?
—Llegó mi Riddle favorita— Saludó Zabini parándose para darme un abrazo, y de paso ganarse un golpe de Marcus.
—Qué cínico eres para llamarla así minutos después de decirme eso a mi también—.
—Todos son mis favoritos—
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M O R G A N A - [D.M.]
FanfictionLos Riddle. Tom Marvolo Riddle | Padre Tom Riddle | Hijo Marcus Riddle | Hijo Morgana Riddle | Hija 》Los personajes en su mayoría no son de mi propiedad intelectual, a excepción de algunos, espero y disfruten