M O R G A N A - [D.M.]

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Vale ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Dentro de un par de horas iniciaría el baile y solo me había duchado, estaba envuelta en mi toalla de mangas tirada en mi cama.

El vestido estaba en mi armario al igual que mis tacones. No lo negaré, me ponía más nerviosa que ir a ver a mi padre cuando todo esto acabe.

Solté un suspiro y me paré, a este paso llegaría al baile cuando ya acabe. Abrí mi armario y ahí estaba colgando, tenía un escote en V con la espalda descubierta, y una abertura por la cual se vería mi pierna derecha, su color verde era muy hermoso. Mis tacones eran muy sencillos, solo tenían una correa que pasaría por el hueso de mis pies.

Lo saqué y lo puse sobre mi cama. Me puse mis tacones y por alguna razón me empecé a sentir poderosa... Todo lo que puede provocar un buen calzado.

No tenía ni idea de cómo maquillarme, no es algo que los mortifagos sepan, a excepción de un buen delineado y eso fue lo único que hice. Agradecí a Salazar porque me salieron bien al segundo intento. Solo quedaba el vestido.

Lo cogí y me lo empecé a poner, quería ver cómo resultó todo y me paré frente al espejo ¿Esa era yo? Lo ajustado del vestido acentuaba lo ancho de mis caderas ya que caía por ellas después de ajustarse en mi cintura. Me gustaba cómo me veía.

Llevaría mi cuello descubierto, me puse mis anillos y el brazalete que me había regalado Draco. Bien.

Todo resultó perfecto.

—¿Ya estás lista?— Escuché que llamaron desde afuera de la puerta.

—Aún no Pans, vayan avanzando los veo allá— Respondí mientras recogía mi cabello, y escuchaba cómo se alejaba por el ruido de sus tacones.

Vale, no.

¿Y si mejor lo llevo en media coleta?

No

Mejor lo llevaré suelto.

Creo.

Dejé de torturarme y arreglé mi cabello para que caiga en muy leves ondas.

Acto seguido salí de mi habitación con la cabeza en alto, sentía varias miradas sobre mi, y no era desagradable ni mucho menos inesperado

Antes de llegar a la puerta de la sala común una figura accidentalmente me hizo parar.

—Solo espera voy por mi corb... Joder Morgana— Theodore llevaba un traje plomo prácticamente hecho a la medida, tenía la camisa desbotonada en los primeros botones.

—Hola para ti también Theo— Dije para cuando el seguía mirándome.

—Joder, si lo tuyo con el hurón no funciona estoy aquí— Soltó ocasionando que me riera —¡Cierto!— Gritó repentinamente para después lanzarse sobre el sofá sacando un corbatin de este.