Seoul, Sur Corea
2:30 pmDespués de aquella lucha. Agust D terminó por unirse a ellos por lo cual ahora también vivía en aquella mansión teniendo su propia habitación como cada miembro.
El rubio no podía quejarse puesto que tenía todas las comodidades en ese lugar. Aunque no confiaba aún del todo en RM, ese chico le daba más dudas que respuestas, pero si era cierto lo que decía en aquellos papeles no tenía otra opción más que dejarse liderar por el moreno,
¡pero que quede claro que no le agrada en lo más mínimo!
Pensaba en todo eso mientras terminaba de darse una ducha en el baño de su propia habitación. Cerró ambas llaves y tras ceñirse en la cintura una toalla, salió del baño para poder vestirse. Un conjunto de pantalones vaqueros negros, unas botas, una sudadera blanca y una chaqueta negra.
Apenas cepilló un poco sus rubios cabellos solo para después alborotarlos con una de sus manos. Salió de la habitación para ir a la cocina y poder tomar algo.
Con calma caminaba por el pasillo y bajaba las escaleras hasta que llegó a la planta baja, pero ver a dos jóvenes con cabellos coloridos en la sala peleando por lo que parecía ser una bolsa de papas, le detuvo un momento. Enarcando una ceja y mirando como si se tratase de un par de bichos raros al par de amigos.
Ambos vestían con pantalones de chándal grises y camiseta negra sin mangas en cuello "v". Los jóvenes estaban en el sofá grande y cada uno tirando de un extremo de la pobre bolsa de frituras que, sin duda, terminaría por romperse en cualquier momento.
—¡Sueltala, la vas a romper otra vez!— Exclamaba el peli rosado.
—¡No, tu sueltala! ¡Es mía!— Replicó el peli azul.
—¡Hay muchas como esta en la alacena, solo toma otra!
—¡Entonces tú toma otra, esta yo la vi primero!
—¡Deja de portarte como un niño!
—¡Tu deja de portarte como un niño!
—¡Ahhh!/¡Aaagh!— Gritaron al mismo tiempo y tiraron de igual manera de la probre bolsa que terminó por romperse haciendo que todas las frituras terminaran por caer sobre el sofá y algunas otras cayeron en el alfombrado suelo.
El dúo miró por unos segundos el pedazo de bolsa en sus manos y después las papas tiradas. El rubio creyó que hasta ahí había terminado el asunto y estaba dispuesto a ir a su destino principal si no fuera porque ambos jóvenes se echaron uno encima del otro para empezar una lucha sobre el sofá, pero después de unos movimientos bruscos cayeron al suelo escuchando un golpe sordo seguido de sonidos de las papas rompiéndose ya que ambos chicos estaban girando sobre el piso sin dejar de pelear.
ESTÁS LEYENDO
Mthrfckrs (BTS)
Historical FictionEn un mundo donde la justicia es relativa, la bondad una leyenda y la humanidad una mierda, la maldad es lo único real. Siete chicos sin, aparentemente, nada en común terminan por coincidir. Cada uno con una motivación diferente, una historia, una m...