En un mundo donde la justicia es relativa, la bondad una leyenda y la humanidad una mierda, la maldad es lo único real.
Siete chicos sin, aparentemente, nada en común terminan por coincidir. Cada uno con una motivación diferente, una historia, una m...
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Mansión BangTan Sonyeondan. Seoul, Sur Corea. 17:33 hrs.
Huening Kai bebía de aquel té que su compañero TaaHyun había traído para él, después de todo lo que experimentó necesitaba relajarse y volver al mundo real por decirlo así. No había dicho ninguna palabra en los pocos minutos que ambos llevaban ahí, en un silencio absoluto. Para Kai no era fácil intentar entender ese sueño porque más allá de ser solo eso, se había sentido demasiado vívido que hasta le aterraba. Cómo si fuera más un recuerdo que un simple sueño hecho por su mente. No, definitivamente no podía ser producto de su imaginación, algo tan bien planteado no podía ser formado por su mente. Pero, ¿era ridículo, no? Pensar que un sueño puede ser más que solo eso y que tenga una explicación más importante.
Negó con la cabeza tratando de ya no seguir con ese hilo de pensamientos que lograba causarle un dolor punzante en su cabeza. Su expresión de molestia no pasó desapercibida por el peli-naranja que enseguida se acercó y posó su manos sobre el hombro del menor tratando de buscar su mirada.
—¿Kai, estás bien? ¿Te duele algo?— Su preocupación era genuina en el tono de su voz.
El peli chocolate negó un par de veces con la cabeza, el dolor de a poco disminuía y dejaba de ser tan molesto. —Nada grave, solo me duele la cabeza.
TaeHyun hizo una mueca no muy convencido, pero tendría consideración en no preguntar más por el momento, no quería estresar a su compañero. Unos segundos pasaron y el sonido de la puerta siendo abierta llamó la atención de ambos que viraron la vista hacia la misma solo para ver a un preocupado Prince ingresar con un maletín.
—¿Cómo te encuentras? — Fue la primera pregunta que lanzó mientras colocaba sus cosas en una mesa pequeña que había en la habitación, estaba de espaldas a ambos menores así que no estaba viendo sus rostros.
—Ah, yo. Si, bien. — Algo torpe respondió el menor. —Solo un poco de dolor de cabeza.
Prince tomó entre sus manos una pequeña linterna y se acercó para revisar el estado del más joven. Kai solo podía dejarse hacer por su superior sin rechistar, TaeHyun se hizo un poco a un lado para darle espacio al castaño.
—Killer Bunny dijo que te desmayaste. — Comentó mientras revisaba la dilatación de sus ojos, primero uno y luego el otro.
—Si, fue repentino. — Dijo Kai. —Estábamos hablando tranquilamente y... solo no recuerdo nada. Todo se vió borroso y luego oscuro. — Paró cuando SeokJin con gentileza le hizo hizo abrir la boca para revisar también ese lugar con ayuda de un abate lenguas.
—¿No hay entonces alguna razón? ¿Haz comido bien? ¿Qué tal tus horas de sueño?— Sus preguntas seguían mientras dejaba eso de lado y se dirigía a su maletín a tomar un medidor de presión. —Has estado bajo mucho estrés últimamente junto a tus compañeros. Puede ser normal tener ciertos colapsos debido a ello. — Decía mientras enrollaba uno de sus brazos del menor en una larga tira negra para después llenar de aire esa misma con una pequeña bomba de hule, todo mientras con su estetoscopio escuchaba su ritmo cardíaco al colocar la campana del mismo en su brazo del más joven.
