En un mundo donde la justicia es relativa, la bondad una leyenda y la humanidad una mierda, la maldad es lo único real.
Siete chicos sin, aparentemente, nada en común terminan por coincidir. Cada uno con una motivación diferente, una historia, una m...
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El ser elegida para ser "Glifou" fue sin duda uno de los mayores orgullos para aquella humilde familia. Apenas fue reclutada, siendo muy pequeña, sus padres estaban felices de que su familia sería reconocida y respetada por la simple razón de que aquella niña (de tan solo 8 años) era una de las pocas personas seleccionadas y que posible tendría el honor de ser una de los 7 portadores de un BeSieelen. Claro que la posibilidad era baja, pero no imposible.
Fue llevada a vivir en el gran resguardo real que se ubicaba a unos metros de distancia del castillo donde reinaba nada más y nada menos que la Reina y también la Glifou más poderosa de esa época: René. Todo el mundo hablaba de ella, decían que era el ser más perfecto en la faz de la tierra, su increíble belleza solo podía ser opacada por su fuerza y poder. Claro, aunque pocos la habían visto en persona, lo general que todos sabían era que René era alta, un hermoso y largo cabello blanquecino además de esos llamativos ojos rosados que daban a conocer su poder. Mismos que se le fueron otorgados al nacer y era de lo más normal pues era descendiente de la familia real.
Cuando Sofía vió por primera vez a René quedó asombrada con su presencia, los rumores eran nada a comparación de cómo era ella realmente. Había quedado fascinada con la reina. Su trayecto para convertirse en un Glifou fue difícil, doloroso y complicado. Pero lo logró pues a sus 10 años consiguió ser reconocida y sus ojos tomaron un color platinado dejando en evidencia que ahora pertenecía a la importante corporación.
Cómo era costumbre, la reina solía elegir un nuevo nombre para los recién creados Glifous esto como símbolo de que habían dejado su vida humana detrás y aceptado convertirse en un nuevo ser que estaría al servicio de la humanidad de manera incondicional.
La joven reina miraba con detenimiento a la niña frente a ella. Trataba de encontrar un nombre adecuado, no tuvo que pensar demasiado pues como si fuese una revelación el nombre vino a su mente casi enseguida.
—Gül — Dijo René en aquella ceremonia de presentación donde todos los altos mandos del reino estaban presentes para conocer a los nuevos Glifous. —Tú nombre a partir de ahora será Gül.
Gül, emocionada como cualquier pequeña niña, tomó la mano de René, besó su dorso en símbolo de agradecimiento y respeto. Fue así como Sofía la humana murió y el nacimiento de Gül la Glifou llegó. ¡Al fin! Todo ese tiempo de dolor había valido la pena ahora que era reconocida. Pero, el camino aún no terminaba pues tenía que trabajar aún más y quizá podría llegar a ser una de los 7 grandes portadores.
Cómo aprendiz no solo tenía que llevar a cabo duros entrenamientos físicos, sino también mentales/espirituales para mantener todo en un perfecto balance. Pronto aquella pequeña niña se ganó el cariño de muchos, sobre todo de sus tutores y maestros. Incluso se rumoreaba que podría ser una gran portadora debido a su calma y bondad. Claro que eso no le agrado para nada a alguien.
