Side Effect ☆

Don't Call Me

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—Diálogos

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*DON'T CALL ME

~No olvides votar, o me deprimo~

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Minseok observaba la forma en que SeungWoo le tomaba de la mano, se detuvieron frente a un complejo habitacional donde había mucha ropa en los tendederos. Él más alto se detuvo y pareció observar con cuidado todos los movimientos que se daban en el lugar.

Unos minutos después se han colado dentro de la lavandería comunitaria y rebuscan entre la ropa limpia que ha quedado olvidada dentro de las secadoras.

—¿Esto está bien? —Preguntó Minseok tomando una camisa con estampado de flores.

—Seguro se te ve lindo.

—Me refiero al hecho de robarla.

—Dejaré dinero por la ropa, ¿te haría sentir mejor?

—Sí, un poco, pero aun así es robar.

—Quizás, pero no me importa... —Le miró de pies a cabeza—, sino te apuras vas a resfriarte y como no quiero que eso pase me estás obligando a desnudarte, ten por seguro que lo haré.

—Ah, ya me cambio, ya lo hago.

SeungWoo comenzó a desvestirse totalmente, Minseok se le quedó viendo casi estupefacto, desvió la mirada cuando este le miró y le devolvió una sonrisa.

—¿Me veo bien? Pequeño Minnie.

—Oye, ¿Cómo te hiciste tantas cicatrices? Debió dolerte mucho.

—Cuando te inyectas violeta... —Explicó mientras se seguía vistiendo—, la adrenalina impide que te detengas por el dolor, y en medio de la acción no mides las consecuencias.

—¿Les quita el dolor?

—No, aun te duele como el demonio. Pero, en nuestra mente está más pendiente la pelea. —Se quedó callado un momento.

—Mmm...interesante.

Minseok también comenzó a cambiarse la ropa, se giró a ver a SeungWoo que le miraba divertido.

—¿Me permites? Quiero un poco de privacidad por acá. —Le hizo un gesto con la mano—, girando, girando.

—No tengas pena, tenemos lo mismo. Nunca he conocido a otro hombre con pudor.

—Pues no todos somos tan sinvergüenzas como tú. —Siguió haciendo el gesto con su mano—, gira, gira, gira.

—Bueno. —Sonrió mientras se daba la vuelta para ver por la puerta—, ¿Cómo puedes tener pena si tienes dos novios? ¡Dos!

—Eso no tiene nada que ver. —Resopló metiendo su ropa mojada en una bolsa, junto con la de SeungWoo—, ya te puedes voltear.

—Puedo confesarte algo. —Se giró a verle mientras se apoyaba en la lavadora.

—¿Si?

—Esos espejos de allá arriba... —Señaló un par colgados en las esquinas—, generalmente son para que la gente se sienta más en confianza, ¿a poco no son geniales? Y muy estratégicos.

—¡Eres un atrevido!, debiste cerrar los ojos.

—Los cerré.

—Mentiroso.

—Vamos, hay que salir... —Le revolvió el cabello, dejó algunos billetes encima de una canasta de ropa y comenzó a salir.

—¿Qué hago con la ropa mojada?