Side Effect ☆

Monster

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Se les asignó una habitación a ByeongKwan y Sehyoon, después de todo ese caos en el recinto blanco merecían tomarse un pequeño descanso. Yunho les dijo que les llamarían cuando sea la hora de la comida que podían descansar todo el tiempo que necesitaran.

El rubio no soltó la mano de Sehyoon en ningún instante, ahora de pie en medio de esa habitación le contemplaba firmemente, como queriendo preguntarle tantas cosas pero no sabía ni por dónde empezar. Entre tanto el pelinegro parecía pensativo su mirada perdida en cualquier punto.

—¿Por qué no tomamos una ducha? —Comentó el rubio llamando su atención.

—Sí, está bien. —Susurró suavemente.

—No sé cómo aplicarte la inyección que nos dejó Yunho. —La mostró en su mano derecha—, ¿Solo la aplicas y ya?

—Lo haré yo.

Sehyoon tomo la inyección y la observó unos segundos, enseguida la presionó sobre su cuello sin hacer ni un tan solo gesto. ByeongKwan miró ese pequeño acto, casi maravillado. El mayor sonrió apenas, un poco avergonzado por ello.

—Das la impresión de que no te doliera.

—Si duele, pero supongo que uno se acostumbra. Tú sabes, de tanto inyectarte.

—Supongo que sí.

ByeongKwan se quedó callado otra vez y le miró nuevamente de esa manera que Sehyoon conocía tan bien, como cuando quería hablar sobre algo pero no sabía cómo iniciar el tema.

—Supongo que hay algo de lo que quieres hablar.

—Soy demasiado obvio, lo sé. —Murmuró perdiéndose en sus pensamientos.

—Gatito... —Le tomó el rostro entre las manos y acercó su rostro—, démonos la ducha que propusiste y hablemos de lo que necesites.

—Sí, sí.

Se dieron la ducha, Sehyoon necesitaba quitarse toda esa sangre que tenía encima debido a la pelea tan brutal que tuvo con Choi San en el recinto blanco. ByeongKwan se sintió en paz cuando vio al pelinegro sonreírle y abrazarle en medio de la ducha, se besaron sin prisa y con cariño, relajándose bajo el agua tibia.

—«Side Effect»—

Un rato después, ambos están sentados sobre la alfombra, sus espaldas apoyadas en la cama, Sehyoon se gira a mirarle y le sonríe de esa forma tan hermosa que hace que el rubio se sienta con mucha paz en su corazón. El más pequeño se acerca para depositar un pequeño beso en sus labios.

—Dime, ¿Qué te preocupa mi amor? —Sehyoon preguntó mientras sus dedos jugaban con el cabello del rubio.

—Demasiadas cosas. —Bromeó dejándose hacer—, pero, hay algo en especial que debo decirte primero, pero quiero que no te alteres. Prométemelo.

—No me asustes. —Le miró preocupado—, nunca le digas a las personas que no se alteren porque es lo primero que harán, ya me siento predispuesto.

—Matthew fue a visitarme a mi casa.

La expresión en el rostro de Sehyoon estuvo marcada por el miedo absoluto, solo le había visto hacer ese gesto una maldita vez. ByeongKwan sintió un escalofrío recordando aquella vez en que estaban en la habitación del pelinegro y había llegado Edén furioso, y se tuvo que esconder en el baño, mientras su amado era golpeado sin piedad.