Side Effect ☆

(2/2) DJ: ¡Te amo Hunnie!

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//PASADO

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Donghun sintió un puñetazo al estómago que lo tiró al suelo ahogado, cuando estuvo tirado, la lluvia de golpes no se hizo esperar, se encogió en su lugar intentando cubrirse de alguna manera, pero le resultaba imposible, su rostro dolía, su cuerpo estaba siendo golpeado muy duramente, escuchó el chirrido de un auto viniendo a toda velocidad y como los sujetos salían desperdigados por el lugar, unos brazos se le acercaron para levantarlo, miró a Junhee a su lado, su rostro lleno de angustia.

—Perdóname. —Le dijo pasando su brazo por el hombro de él—, olvidé que dijiste que no tenías dinero, oh Dios, lo siento.

—Eres un cabrón. —Comentó aferrándose a su cuerpo mientras se echaba a llorar—, te he dicho mil veces que soy malo coordinando todo, ni siquiera puedo atarme bien los zapatos, como podría defenderme en una pelea. Estúpido.

—Sí, perdón, vamos te llevaré a casa.

En el camino de vuelta, el castaño se miraba el rostro en el espejo, le habían reventado la boca, tenía un corte leve debajo del ojo derecho, su pómulo izquierdo presentaba un parte enrojecida al igual que su barbilla, tenía la nariz rota. Cuando se la tocó comprobó que lo estaba, dolía horrendamente, su padre seguramente se enojaría mucho.

—Mi padre va a matarme.

—Ha sido mi culpa. —Comentó Junhee angustiado—, yo le voy a explicar todo.

—No, tranquilo. Yo le diré que tú también estas igual.

—Pero no tengo ningún golpe.

—No te preocupes, detén el auto que te daré un par para que estemos iguales.

—Bueno. —Asintió.

—¿Qué? Oh Dios, no, estoy bromeando. —Se echó a reír, pero se cayó de inmediato al sentir dolor—, ay me duele joder.

—Pero es buena idea, así podemos decir que nos asaltaron.

—Joder no. —Le miró estupefacto—, jamás podría pegarle a tu cara, no quiero romper esa sonrisa tan linda que tienes, no, no, definitivamente no, solo fue una broma, tómala como tal.

—Vuelves a decirme que tengo una sonrisa linda. —Su rostro se puso complemente rojo—, ¿en serio lo crees?

—Sí, es la verdad, muy bonita. —Se siguió mirando los golpes en el vidrio—, oh Dios, como podré ir a la escuela así el lunes, que desastre soy.

—Oye Hunnie... —Dijo estacionándose cerca de la casa del castaño—, ¿r-recuerdas lo que te dije en el estacionamiento?

—¿Sobre lo de gustar? —Interrogó sin dejar de verse en el espejo.

—S-sí. —Susurró—, ¿Qué piensas de eso?

—No lo sé, ¿debí haber pensado en algo? —Se giró a verle—, ¿era una pregunta? Oh, carajo, me la podrías repetir, no recuerdo haber escuchado que me preguntaras algo.

—Cielos. —Suspiró derrotado tirándose sobre el volante—, que difícil es todo contigo.

—Es que no me hablas claro, deberías explicarte mejor.

—¡Lo dije muy claro! —Gritó—, no es mi culpa que seas tan inteligente y estúpido a la vez.

—Otra vez me estás insultando, ¿Qué pasa contigo hoy?