Twilight

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//Flash Back

* Twilight (Crepúsculo)

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Interludio...

—Esto es una locura Sehyoon. —Junhee volvió a hablar—, ¿estás bajo los efectos de Iris?

—No Jun, estoy lúcido. Nunca había estado así de despierto, y sé que, aunque esta es una muy mala decisión, al menos la persona que más amo en la vida estará a salvo.

—Sehyoon... —Sollozó el rubio—, por favor...

—Te amo Kwanie, sé feliz.

Sehyoon terminó la llamada y se quedó pensativo mirando la pantalla del celular, lentamente Fénix se lo retiró y se lo guardó nuevamente en el bolsillo. El pelinegro se quedó en silencio, sabía que lo que venía no iba a ser nada bueno.

—Lo has hecho bien. —Le escuchó decir—, ahora siéntate en esa silla.

Sehyoon levantó el rostro y le miró de forma molesta, pero no refutó nada, caminó hasta la silla y la observó, por un par de segundos tanteó lo que le había gritado ByeongKwan, de pelear, de no quedarse con ese hombre, sabía que le haría hacer cosas malvadas, utilizaría a King Wow, y quizás, esa lucidez con la que ahora contaba, sería la última vez.

—«Al menos ya estás a salvo gatito» —Pensó mientras se sentaba.

Fénix realizó una ademán con la mano, dirigido hacía las cámaras de seguridad, pronto la puerta fue abierta, donde ingresaron un total de seis hombres, uno de ellos empujaba una especie de carrito quirúrgico, ninguno dijo nada, simplemente comenzaron a atar al pelinegro a la silla, con correas lo suficientemente gruesas para retenerle, sintió que casi le cortaban la circulación de lo apretada que se la estaban colocando.

—¿Qué pasa? temes que King Wow te arranque la cabeza. —Soltó sarcástico Sehyoon.

—La verdad que sí. —Se echó aire con la mano—, esa brutalidad de las bodegas, no es algo que quiero vivir en carne propia.

—King Wow es incontrolable. —Continúo—, no podrás dominarlo.

—No quiero dominarlo. —Se acercó al carrito y miró los utensilios que allí se encontraban dispuestos—, es imposible doblegar a un ser sin mente ni compasión; no soy estúpido, pero, yo lo que necesito es tu habilidad Sehyoon...

Le vio tomar uno de esos aparatos a presión y se acercó a él, se lo colocó en el cuello pero no presionó el botón de descarga, reclinó su rostro para mirarle a los ojos, demasiado cerca para el gusto del pelinegro que le sostuvo la mirada, molesto.

—Estás jugando con fuego. —Le dijo.

—Lo sé, y amo quemarme en sus llamas, es un dolor casi placentero. —Le vio ladear una sonrisa, casi disfrutando el momento; Sehyoon sentía el frio metal contra su cuello—, tu rubio está a salvo, supongo que estás feliz.

—Estaría feliz si estuviese en sus brazos ahora. —Arrugó el entrecejo—, haz lo que tengas que hacer, no me gusta tu cercanía.

—Quiero decirte algo. —Volvió a sonreír, retiró el aparato de su cuello y se enderezó para mirarle desde arriba—, sabías que Edén le colocó nano cian a tu rubio bonito.

—¿Qué? —Le miró sorprendido.

—Ah, no lo sabías. —Soltó una risita que cubrió con su boca—, sí, tu padre tiene en la mira a tu pequeño rubio, imagino que él dedujo al igual que yo, cuán importante es en tu vida.

Side Effect ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora