Side Effect ☆

Mad Dogs

—Diálogos

«» Pensamientos

*Mad Dogs

~No te olvides de votar~

*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨

YunHo conducía el automóvil a toda velocidad intentando darle alcance a los pequeños pollitos como los había llamado SeongHwa. Mientras MinGi a su lado revisaba las armas, para que no hubiese ningún problema.

—Oye MinGi...

—Uhm... —Murmuró apenas mientras seguía concentrado en lo que hacía.

—Prométeme que no harás ninguna locura.

—¿Cuándo he hecho locuras?

—Lo digo en serio. —Le miró un momento—, mira que nuestra reserva de iris no es tan abundante como quisiéramos. Entre más grave es la herida, más iris necesitas...

—Lo sé, lo sé.

—Iris no resucita muertos. —Insistió mirándole con reproche.

—Nunca se sabe, tal vez obtengamos una sorpresa.

—No me hagas dejarte amarrado acá en el auto. —Resopló YunHo negando con la cabeza.

—Uy me gusta cuando te pones así de rudo. —Soltó a reír su compañero.

—Hablo en serio, ningún científico en el mundo podría inventar algo así.

—¿Qué el iris rojo no reactiva un sistema inmunológico?

—Sí, pero de alguien V-I-V-0. —Hizo comillas con sus dedos.

—Pequeñeces. —MinGi se reclinó sobre él y le besó la boca rápidamente—, te amo, tampoco es como si quisiera morir, siento de verdad preocuparte tanto.

—Yo también...

—¿También qué?

—Ya lo sabes. —Se encogió de hombros.

—No, no lo sé... —Le miró aun reclinado sobre él.

—También te amo MinGi. —Asintió dándole un beso rápido—, y no quiero que nada te pase, ¿lo entiendes, verdad?

—Lo entiendo. —Sonrió hermosamente—, eres el amor de mi vida YunHo.

—¿Y HongJoong?

—¿Estamos celosos? —Levantó una ceja.

—Ya te dije que no me importa. —Negó con la cabeza—, si quieres estar con los dos me parece bien, con tal no dejes de quererme a mí.

—Eso nunca pasará. —Comenzaron a bajarse del auto y a comenzar a caminar hacía el recinto blanco—, pero, si tú quieres estar con alguien más, yo no me opondré.

—Mmm.... —Murmuró mirándole de reojo—, ¿podrías repetir eso mientras te grabo en video?

—En serio, no estoy bromeando.

—Quizás me lo piense, pero... ahora hay una cuestión de la que te tengo que hablar. Pero no quiero que te vayas a alterar.

—¿Por qué habría de alterarme? —Cerrajeó una de las automáticas—, ¿a quién hay que matar?

—Prométeme que no perderás la cabeza. —Suspiró sin detenerse en su avanzar.

—Te lo prometo.

—Es sobre HongJoong...

—¡Dijiste que no te importaba! —Gritó siguiéndole el paso.

—No es eso. Por favor presta atención.