Side Effect ☆

HIP

—Diálogos

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*HIP

//Interludio [Antes del escape del trio problema]

~No te olvides de votar~

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//Interludio Uno

WooYoung y San habían terminado recientemente una ducha. Mientras el pelirrojo jugaba con Shiber, su novio le secaba el cabello con una toalla de forma suave, cuando hubo terminado se lo peinó.

—San quiere galletas de Chan... —Le dijo mirándole.

—Es muy temprano para comer galletas. —Negó el peliplateado con la cabeza—. Primero debes desayunar, no está bien despreciar el esfuerzo que hace Chan haciendo el desayuno.

—San se comerá todo el desayuno de Chan.

—Así es cariño. —Le sonrió—, te amo San, ¿Lo sabes, verdad?

—San te ama Woo. —devolvió una sonrisa también.

—¿Más que a tus gatitos? —Levantó una ceja y le miró.

—Woo es el favorito de San y de Sanshine... —Dejó a Shiber sobre sus piernas y le tomó el rostro al peliplateado, comenzó a darle pequeños besitos—. San no quiere alejarse de Woo, nunca.

—Nadie nos va a alejar, tú debes permanecer cerca de mí. —Le acaricio la cabeza—. Recuerdas cuales son nuestras reglas.

—San las recuerda. —Asintió entusiasta.

—Repítemelas, a ver si es cierto.

—San no debe traer gatitos abandonados sin preguntar a Woo antes.

—Bien, bien.

—San no debe maltratar a los gatitos que le han autorizado a traer.

—Sí, porque YunHo se molesta. Bien, cariño.

—San no debe salir de la vista periférica de Woo, a menos que vaya con alguien más.

—Sí mi amor, muy bien.

—San debe huir si su vida peligra, aunque deje a Woo atrás.

—Lo has hecho perfecto.

—A San no le gusta esa última regla. —Hizo un puchero abrazándose a Shiber.

—Sé que no. —Le dio un beso en la frente—. Pero tu Woo sabrá la manera de encontrarte otra vez, ¿Si?

—¿Lo prometes?

—Lo prometo, yo siempre te encontraré San.

—San quiere mimos. —Le extendió los brazos.

—Todos los que quieras.

WooYoung Sonrió reclinándose sobre el pelirrojo y buscando su boca, San cerró sus ojos y se dejó besar, en pequeños besitos castos que le hicieron soltar varias risitas.

—¿San es buena persona? —El pelirrojo preguntó después de un rato.

—Eres un ángel, cariño. —Le repartió besitos en el rostro.

—San tuvo otra vez la misma pesadilla.

—Es solo un sueño, mi amor. No te preocupes por eso.