Side Effect ☆

Sweet Chaos

—Diálogos

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#Trigger Warning

Sweet Chaos (Dulce caos)*

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Kai estaba sentado en un parque, movía sus pies con impaciencia, su cabeza era un caos mental, no podía dejar de pensar en todo lo acontecido con el detector de mentiras. Se había salvado, pero a qué precio; fumaba con impaciencia un cigarrillo, con la mirada perdida en cualquier punto en la nada, había hecho cosas muy malvadas en el pasado, de algunas se arrepentía de otras no, pero siempre había una justificación detrás de sus actos.

Al menos, unas que le daban tranquilidad a su negra conciencia. Pero por más vueltas que le dio, no encontraba ni un puto motivo para quedarse tranquilo, no había podido dormir bien, y, aunque aún no había hecho nada, ya se sentía como la peor basura del mundo.

Realmente odiaba la situación, suspiró profundamente mientras echaba su cabeza hacía atrás hasta topar con el respaldar de la banca y mirar hacia el cielo. Levantó la mano y se colocó el cigarrillo entre los labios. Seguía debatiéndose, si debía hacerlo o no.

—«Joder, joder, joder» —Fumó con impaciencia hasta que agotó el cigarrillo, se enderezó en la banca y lanzó la colilla al suelo, aplastándola molestamente, sacó la cajetilla y encendió otro para fumarlo, con más desesperación—, «Mierda, mierda, maldito Edén. Pensé que no la contaba, joder, no está bien Kai, no está bien lo que pretendes hacer, Joder ese bastardo no me dejó elección; no puedo escapar» —Se revolvió el cabello—, «Edén tiene más control sobre la ciudad de lo que creí. Perdóname Baekhyun, no me odies por lo que haré.»

Terminó el cigarrillo y lo tiró al suelo, e hizo lo mismo que con el otro, se levantó y comenzó a caminar para alejarse del lugar, metió las manos sobre su bolsillo y divisó la casa del pelirrosa, tomó una gran bocanada de aire, no se sentía bien, eso que estaba a punto de hacer, se sentía jodidamente malo.

—«No tengo otra salida, maldito Edén»

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Unas horas después....

Baekhyun miró salir a Sehyoon a toda prisa del lugar, ni siquiera le miró, escucho gritar a ByeongKwan con tanto dolor que se preocupó, corrió adentro de la casa para averiguar qué había pasado, le vio tirado en el suelo hecho un ovillo. Se arrodilló hasta él para abrazarlo pero el rubio rehuyó el toque y se alejó enseguida.

—¡NO!

—Tranquilo cariño, soy yo, solo soy yo.

—No, no me toques. —Sollozó mirándole—, no dejaré que nadie me vuelva a tocar otra vez.

—¿Qué pasó? —Se le acercó pero intentó no tocarlo—, ¿Sehyoon te hizo algo?

—Nos rompimos mutuamente. —Las lágrimas corrían por sus mejillas—, le he terminado para siempre.

—¿Para siempre? —Murmuró—, esa palabra es demasiado poderosa. ¿Estás seguro niño bonito?

—No quiero saber nada de él o de toda la mierda en la que está metido.

—Cariño. —Se giró a verle—, sé que estás pasando por algo complicado, pero no puedes abandonar todo así, pensé que lo amabas.

—¡Lo amo! —Gritó—, con mi alma entera; con todo lo que tengo, pero ya no soporto más, estoy destruido Baek, dejaré su camino libre, yo, ya no quiero sufrir más Baek.

—Sehyoon nunca será libre. —Comentó—, niño bonito, déjame contarte lo que hacen ellos en algo que llaman: los eventos, ah por tu cara, veo que ya has oído hablar de eso.