Turn Back Time

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—¡MINSEOK!

El auto rodó varias veces hasta terminar deteniéndose abruptamente con las cuatro llantas para arriba, el humo no se hizo esperar saliendo de la carrocería, y los vidrios quedaron esparcidos por todo el nefasto recorrido.

MinGi estacionó el automóvil, corrió hasta donde estaba el vehículo, y se tiró por encima de los vidrios para buscar a los ocupantes, encontró a Sungjae desmayado aun atado a su cinturón de seguridad, sus brazos colgados por la inercia de la posición. Y la sangre corriendo por todos sus brazos.

Minseok estaba boca abajo, lleno de cortes y golpes, parecía inconsciente. El pelinaranja le tomó de un brazo y comenzó a sacarlo lentamente para no seguir lastimándolo, hasta que lo tuvo en el regazo suspiró tranquilo al verlo respirar.

—Ah, que susto cuñadito. —Le apartó el cabello de la frente—, estoy seguro que HongJoong me cortaría los huevos si te dejaba morir.

—¡¿Cómo está Minnie?! —La voz alterada del susodicho de inmediato en el intercomunicador.

—Está herido, pero respira. —Respondió MinGi tranquilizando a los otros dos.

—Saca a Sungjae, el auto podría encenderse. —Pidió SeongHwa.

—No me importa. —Se levantó cargando a un desmayado Minseok.

—MinGi... —Insistió el hacker—, podemos sacarle información, piensa un momento.

—No quiero. —Se quejó como niño pequeño—, mira como lo dejó, le voy a pegar un tiro.

MinGi caminó con el pequeño pelinegro en brazos, alejándose del auto siniestrado, lo recostó en el suelo y revisó si tuviese alguna fractura o alguna herida de gravedad, externamente parecía estar bien, más que algún que otro moretón y raspadura debido a la gravedad del accidente, pero no sabía cómo estaría internamente.

Se quitó la chaqueta y se la colocó como almohada con sumo cuidado, le tomó las manos y se las cruzó encima del esternón.

—Quédate aquí un momento. —Le dijo, aunque sabía que no lo escuchaba.

Se levantó y comenzó a caminar hasta el automóvil, mientras quitaba el seguro a su automática, escuchó como Sungjae soltaba el cinturón y caía bruscamente en el suelo, MinGi perfiló una sonrisa cuando vio al rubio girar sobre su eje y mirarle.

—Te ves como la mierda. —Comentó mientras caminaba arrastrando su muy preciado bate—, mira como dejaste a mi cuñadito, todo esto es tú culpa.

—¿Él está bien? —Preguntó tosiendo un poco de sangre.

—¿Qué te importa?

—¡Maldición contéstame! —Comenzó a salir del auto, completamente destrozado.

MinGi le observó con mucha paciencia, notando que estaba más lastimado que Minseok, o al menos esa era la impresión que daba. La ropa la tenía empapada en sangre y muchos vidrios aun ensartados en la piel de sus brazos.

Sungjae se sostenía a duras penas, apoyado solo en su pierna izquierda, ya que la otra se miraba en muy mal estado. El rubio miraba hasta donde Minseok estaba recostado sin moverse.

—¡¿Él está bien?! —Volvió a preguntar.

—¿Cómo si te importara su bienestar? —MinGi arrugó el entrecejo.

Side Effect ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora