Side Effect ☆

OK

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//Flash Back

*OK

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ByeongKwan despertó lentamente, se sentía aletargado, como perdido en sí mismo, enfocó su vista y vio el techo del automóvil. Parpadeo varias veces y se llevó una mano a los ojos tallándoselos, su cabeza palpitaba en dolor, no sabía cuánto tiempo había pasado, pequeños recuerdos venían de forma lenta, se giró a buscar a Sehyoon, y este le devolvió la vista a través del espejo retrovisor, mientras conducía despacio.

—Despertaste. Estaba preocupado, dormiste por dos horas. —Dijo de forma suave.

—...—ByeongKwan no dijo nada solo le observó.

—¿Cómo te sientes?

—¿Qué hora es?

—Ya van a ser las ocho de la noche.

—Mi madre ha de estar preocupada, debo irme a casa.

—Ya la llame gatito, le dije que estábamos juntos, que te iría a dejar después.

—¿Qué putas me diste, Sehyoon? —Interrogó sentándose, ya que su madre no estaría preocupada, ahora podía resolver eso con el pelinegro.

—Cariño.

—No me llames así, eres un cabron. —Le miró molesto—. Detén el auto, me quiero bajar.

—Hablemos un momento.

—¡Detén el maldito auto!

Sehyoon se orilló y antes de que pudiera apagar el auto, el rubio se bajó a toda prisa, y se echó a correr, el pelinegro soltó un gran suspiro, terminó de apagar el auto y salió corriendo detrás, al ser más atlético y el rubio había recién despertado, no tardo en abrazarlo por detrás.

—Por favor gatito. —Le beso el hombro— No huyas de mí, jamás te haría daño.

—No voy a correr, solo Suéltame.

—Si.

Le soltó y ByeongKwan se giró a verlo. Con los brazos cruzados. Sehyoon miraba hacia todos lados como las personas habían comenzado a observarles.

—Volvamos al auto.

—No, habla ahora.

—Por favor gatito, ven conmigo.

El rubio se la pensó un momento, Sehyoon le había extendido la mano para que él la tomase, pero ByeongKwan le vio con recelo, necesitaba explicaciones.

—me subiré con una condición.

—¿Cuál?

—No me vuelvas a tocar a menos que yo te dé permiso de hacerlo.

—Bueno. — Dijo retirando su mano. Sehyoon mentiría si dijera que eso no le había dolido, él amaba tocar al rubio, aunque sea solo rozar sus manos—. Vamos.

ByeongKwan asintió y regresó, se subió al asiento del copiloto, pronto Sehyoon hizo lo mismo, el silencio era bastante incómodo. El rubio se cruzó de brazos y miraba hacia el frente como los postes de luz iluminaban el lugar a lo largo de la calle. Hizo ese gesto con la boca cuando estaba molesto, el pelinegro le observaba, no sabía cómo empezar a decir algo, ¿Qué podía decir? Tal vez la verdad era lo justo, pero eso no estaba en sus posibilidades más acertadas por los momentos, el silencio y la evasión era lo que necesitaba, pero sabía que su rubio no se iba a tomar nada bien esto. Odiaba pelearse con él.