Side Effect ☆

(1/3) BMC: ¡Dulce Minseok!

—Diálogos

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Warning: Especial de tres partes.

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Minseok y Yoochan viajaban en un autobús rumbo a la casa de Minjae, era el último que salía en esa dirección. Traían sus manos enlazadas, y se habían sentado en el último asiento, se miraban atentamente como si fuera la primera vez, que se contemplasen el uno al otro. Parecía un duelo de miradas, pero de manera dulce y cómplice.

Tenían suerte que el conductor era un hombre ya entrado en años, conducía como una tortuga y los asientos eran muy altos, así que podían estar prácticamente en una zona oculta, sin ser molestados, a menos que el autobús se detuviese, ya que estaba completamente vacío, a excepción de ellos dos al final del mismo.

—Me vas a gastar. —Bromeó Minseok mirándole divertido.

Yoochan sonrió y se reclinó a besarle la sien rápidamente; se detuvo allí, se sentían tan bien sus labios sobre esa suave piel, Minseok levantó el rostro y sus miradas se cruzaron, ambos sonrieron mientras sus bocas se atraían una contra la otra, como dos imanes imposibles de detener, un pequeño suspiro salió del más pequeño cuando se unieron. Lenta y suavemente, degustándose la boca, sin prisa alguna.

Yoochan lo arrinconó contra la ventanilla, intensificando el beso, abriendo su boca para envolver toda la contraria, mordiendo y chupando cada delicioso centímetro de esos delgados y apetecibles labios. Un pequeño suspiro ahogado salió de Minseok cuando sintió una lengua invadirle y enrollarse con la suya de manera precisa y urgente.

El sonido del beso se fue intensificando, tenían suerte que el autobús llevara música muy alta, así no se escuchaba nada de lo que hiciesen; Yoochan soltó el agarre en sus manos y metió las manos dentro de la camisa de Minseok que suspiró lento cuando sintió esas palmas desnudas deslizarse por todo su torso.

—Ah, Chan... —Jadeó mientras se erizaba.

—Perdón. —Yoochan dijo, mientras sacaba sus manos con prisa—, no te he pedido permiso de tocarte, soy un abusivo.

—No, no te disculpes... —Le miró angustiado—, me ha gustado, no te... no te detengas.

—Lo siento. —Negó rápidamente—, no está bien tocarte sin permiso, me he dejado llevar, no quiero faltarte el respeto. Yo, odiaba tanto que Simón me tocara como se le diera la gana, no quiero convertirme en él.

—Jamás serás él. —Le tomó el rostro—, no pienses en ese imbécil de Simón, él está fuera de nuestras vidas para siempre.

—Seoki...

—Solo piensa en mí... —Le tomó las manos e hizo que las volviera a meter dentro de su camisa. Su rostro enrojecido como un tomate—, quiero....yo, ah, perdón... —Se abrazó a él, totalmente avergonzado—, no soy bueno pidiendo estas cosas.... No me mires así.

—Eres tan adorable Seoki. —Le besó la cabeza, le levantó el rostro y le miró—, entonces cariño, ¿me das permiso de tocarte un poquito? Mi amor.

—Sí. —Contestó bajando la mirada, totalmente avergonzado.

—«gracias dulce Minseok, por regalarme  una porción del cielo, aunque no la merezca»

Se reclinó sobre él buscando su boca, le escuchó suspirar cuando se unieron nuevamente, en un beso lento y pasional. Silencioso y a un ritmo constante.

Lentamente fueron profundizando, abriendo la boca para recibir la contraria, el pelirrojo tomó las caderas de Minseok y lo arrastró hasta lograr que se siente sobre él, el simple acto provocó un jadeo leve de parte del pelinegro que movió sus manos hacia el cuello de Yoochan a abrazándole.