My Person [BaKhun]

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El rubio se encontraba moviendo su pierna de manera intranquila ante la desesperación que estaba sintiendo de no poder irse de la dirección. A su lado derecho se encontraba el de cabello celestes con su ropa desarreglada y con su labio roto. En cambio a su izquierda estaba la chica rubia que detestaba con su alma, aunque le alegraba que tuviera un moretón en el ojo y con su nariz sangrando.

— Esperaba más de ustedes, en especial de ustedes Ha y Khun.

— Esa perra comenzó.

— Joven Khun controle su boca.

— Khun tiene razón, todo es culpa de esa perra malagradecida.

— ¡Ha Karaka!

— ¿Por qué me odian tanto? Yo solo estaba hablando con Baam

La chica rubia tenía su rostro tapado con sus manos mientras sollozaba levemente haciendo que el director la mirará con pena. Los otros dos adolescentes sólo pudieron sentir asco por su forma de actuar.

— Todos nos quedaremos aquí hasta que sus padres vengan y en el caso de usted señorita Ha esperaremos a su tutora.

— Espera ¿Dijo Ha?

— Oh ¿No lo sabía? La tutora de la señorita Rachel es Ha Yura, por lo tanto viene a ser algo así como su prima.

— Oh mierda

El de ojos azules de tapó los ojos con su mano derecha mientras trataba de procesar lo que estaba pasando.

— Esa cosa no es nada mío.

Y dicho eso el rubio chasqueo la lengua contra sus dientes mientras tiraba su cabeza hacia atrás con sus ojos cerrados. Necesitaba irse de allí, necesitaba buscar a su hermano antes de que hiciera alguna locura por las cosas que le pudo haber dicho la loca que estaba a su lado.

— Lo siento director, pero tengo que irme.

Dicho eso el rubio se levantó decidido para irse de allí, le importaba una mierda si sí reputación de bien alumno se iba o si sus notas se iban al carajo. Tenía que proteger a su hermano.

— Tu no te vas a ningún lado Ha Karaka.

Aquella voz sorprendió a los presentes y el rubio volteó lentamente para ver a su padre junto a su tío parados en la puerta. A su lado izquierdo se encontraba el padre del chico de ojos azules mirando de manera sería el rostro de su hijo, por su mente solo pasaba la idea de que tuvo que haber traído la escopeta. Y al lado derecho estaba una chica de cabello azul.

— ¡Oh por dios! ¡Rachel!

Y dicha chica se acercó corriendo a la rubia para tomar su rostro en sus manos de manera delicada dejando ver a la chica que lloraba.

— Yura duele.

— Oh dios, tranquila ¡Como pudieron hacerle esto a Rachel!

— Esa perra se lo tiene merecido.

— Agüero.

El de ojos azules dejo de ver el espectáculo de pacotilla que estaban haciendo las dos chicas y miro a su padre. El albino levantó su mano y el adolescente cerró los ojos pensando que le iba a tirar una cachetada. Pero en vez de eso sintió una mano en su mejilla hinchada logrando que soltara un leve quejido por el dolor.

— ¿Qué pasa?

— ¿Por qué?

— Esa perra

— Agüero

El chico de ojos azules miro enojado al adulto, pero entendió al ver que el mayor negaba levemente y soltó un suspiro. Tenía que tener cuidado al hablar ya que alguien influyente de la familia Ha estaba ya allí.