My Person [BaKhun]

21

Aquella mañana se levantó de su cama por su alarma como siempre, aun no podía creer que ya habían acabado sus vacaciones después de haberse graduado de la escuela elemental. No había hecho mucho durante estas, a veces salía con un grupo de su salón pasándosela bien, pocos días había salido con su mejor amiga rubia ya que esta le decía que tenía que estudiar para ingresar a la escuela primaria que quería. Y los otros días lo pasaba con su familia o iba a visitar el orfanato de su madre. Aunque estos días eran mínimos ya que su madre le decía que no era necesario al igual que su padre, pero él sabía que había algo más que no querían decirle.

— Será mejor que vaya a preparar el desayuno

Murmuro aun desde su cama, se levantó y fue asearse como todas las mañanas en los cuales iba al colegio. De allí bajo a la cocina a preparar el desayuno de todos, iba cantando una canción que estaba grabada en su mente por su madre biológica. No la recordaba por completo, lo único que se le venía a la mente eran ojos dorados y esa melodía.

Termino de preparar el desayuno y paso a colocar la mesa con todas las cosas hasta que escucho a su padre y tío bajar las escaleras como todos los días de semana.

— Buenos días padre, tío Yama

— Buenos días Baam/enano

Se sentó a comer su desayuno junto a los dos mayores hasta que se volvieron a escuchar unos pasos bajar por la escalera dejando ver a un albino y un rubio bajar las escañeras como siempre peleando.

— Ya te he dicho que si quieres usar el baño antes que yo te levantes temprano.

— Mejor deja de acapararlo por una hora, eres un fantasma ¿Quién te va notar?

— Las chicas de mi instituto me van anotar, no es mi culpa que nadie se fije en ti oxigenado.

— Lo único que hacen las chicas es correr de ti.

— Eso es lo que hacen de ti

Ambos adolescentes dejaron su pelea al llegar a la mesa tomando sus lugares correspondientes, aunque aún se retaban con la mirada.

— Buenos días hermano Karaka, Blanco

— Buenos días Baam, padre y Tomate andante

— Buenos días enano, viejo y viejo 2

— Que lindos saludos

— Buenos días a ambos

Y con eso comenzaron a tomar cada uno su desayuno en un silencio cómodo hasta que el castaño pareció recordar algo y miro a su hijo menor.

— Baam hoy entras a la escuela primaria

— ¿Recién lo recuerdas padre?

— Los años te están haciendo mal viejo

— Ni yo Jinsung

— Ustedes cállense, maldita juventud que no tiene respeto por los mayores

— Si padre, hoy me voy con el hermano Karaka

— ¿Estas nervioso?

— Algo, pero supongo que ya me acostumbré a los nervios.

— Tranquilo Baam, el hermano Karaka estará allí para cuidarte

— Eso me preocupa más a mí, conociendo lo sobreprotector que eres con el enano no hará ningún amigo.

— Cállate fantasma, no soy sobreprotector con Baam

Todos en la mesa se quedaron callados ante las palabras dichas por el rubio de la familia, el de ojos dorados desvío la mirada sabiendo lo que se venía en su familia tan tranquila.