My Person [BaKhun]

05

Y así otro año paso, y un pequeño de 5 años de ojos dorados y cabellos azabaches corría por el orfanato siendo perseguido por uno de sus hermanos de cariño con el cual jugaba a las atrapadas. Varios opinaban que la risa de aquel pequeño era como escuchar una melodía que te llenaba de calidez el corazón y ganas de reír también.

- A que no me atrapas Ho

- Claro que lo haré, solo espera Baam

- Alto allí los dos

Y como si no pesaran nada la mayor de toda la casa agarro del cuello de sus camisetas a ambos para elevarlos y que dejaran de correr. Ambos menores se sorprendieron por aquella acción repentina que soltaron un pequeño grito. La albina se rió con ganas al escuchar esos pequeños gritos agudos, los menores al ver que se trataba de la albina no pudieron evitar mirarse unos segundos antes de reírse también. Los demás que preciaban aquella escena que parecía tan íntima y familiar no pudieron evitar reírse con ellos, la mayor bajo a los menores para luego agacharse a su altura y posar sus manos en sus cabezas despeinándoles sus cabellos.

- Ya les he dicho que no jueguen dentro de la casa, vayan al patio.

- ¡Oke!

Ambos infantes gritaron con felicidad para luego salir corriendo al momento en que fueron dejados en el suelo. La albina solo pudo reír antes de avisar de que iba a salir y que los mayores quedaban a cargo hasta que regresara.

Ho era un niño rubio que era dos años mayor que el de ojos dorados. Siempre se mostraba con una sonrisa ante la albina y algunos niños, pero la verdad de su personalidad era otra. Después de unas horas de haber salido al patio el rubio sonrió con malicia y estiro su pierna poniéndole un bache al menor provocando que cayera con un sonido sordo.

Lo siguiente que se escucho fue el llanto del azabache, los mayores salieron preocupados por aquello pues el menor de todos casi nunca lloraba. Cuando salieron sintieron algo de miedo ante la imagen que se les presentaba. El rubio se encontraba sonriendo con malicia disfrutando del llanto y dolor que estaba teniendo el pelinegro.

La caída hubiera sido normal con un simple raspón, pero al rubio se le ocurrió que sería más divertido si el menor sufría más. Así que lo había hecho caer en una zona rocosa que provoco que se rompiera la pierna.

Fueron unos segundos en donde los mayores se habían quedado petrificados observando todo antes de salir corriendo hacia Baam para darle primeros auxilios de forma básica. Justo la amiga pelinegra del pequeño había llegado llevándose la sorpresa de aquel hecho. De forma rápida le dijo a Evan que les indicara que hacer mientras ella llamaba a una ambulancia.

El pequeño rubio solo podía quedarse fascinado ante aquella escena que se estaba montando frente a sus ojos. En cuestión de segundo en los que observaba el rostro de sufrimiento del otro menor sus ojos conectaron provocando que tuviera una corriente eléctrica por todo su cuerpo. El de ojos dorados tembló aún más al ver cómo el contrario movía sus labios indicando que no dijera nada pues era un secreto de ellos, los demás no se deberían de enterar. Por primera vez el pequeño volvió a sentir miedo.