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El de ojos dorados se encontraba tirado sobre el césped del patio trasero de la casa de su amigo de ojos azules, haber estado corriendo por toda la mansión tratando de que su amigo se tranquilizara y dejara de perseguir a su hermano menor y a su otro amigo castaño.

— Baam toma

El de ojos dorados dejo de observar el cielo azul despejado para mirar a los ojos del mismo color quien le extendía su mano junto a un vaso de agua. Le sonrió de manera suave antes de sentarse en forma de indio y tomar el vaso. Dio unos pequeños tragos antes de soltar un suspiro de alivio de haber tenido con que calmar la sed que le había producido el correr.

— No tenías que haber venido

— Si no hubiera venido Ran y Leessoo hubieran terminado asesinados.

— Eso es exagerado

— Agüero

— Bueno, tal vez solo los hubiera dejado medio muertos

— Esa ahora es una respuesta más honesta

Ambos jóvenes se quedaron viendo unos minutos antes de comenzar a reírse, se conocían tan bien en tan poco tiempo que el de ojos dorados podía decir aquellas palabras con naturalidad sin necesidad de tener miedo a la reacción del contrario. Aunque este no se daba cuenta que el de ojos azules solamente se lo permitiría a él, pues en el poco tiempo que llevaban conociéndose el menor se había ganado su confianza por completo.

— ¿Y Leessoo?

— Ya se fue, dijo que su madre lo estaba llamando

— Ya veo ¿Ran?

— Clases de idioma

— Oh ¿Tú también sabes otros idiomas?

— Si eres un Khun debes saber otros idiomas

— ¿Cuáles sabes?

— japonés, inglés, español, italiano, lo básico de chino y portugués

— Esos son varios idiomas

— Si ¿Quieres que te diga algo en alguno?

— Si

El de ojos azules soltó una leve risa mientras que sonreía al ver la emoción del menor por tan solo haber preguntado eso, ver como aquellos ojos dorados brillaban con intensidad hacían que su ser quisiera complacer en todo al menor.

Moshi anata ga imakoko ni inakattara, soreha sekainoowari ni narudarou to watashi wa kanjimasu*

— ¿Qué dijiste?

— Aprende japonés y te lo diré

El de ojos azules miro de manera burlona al contrario quien no hizo más que hacer un puchero.

— Si aprendo tendrás que decírmelo otra vez

— Es un trato

— Bien entonces espero que seas un buen profesor

— ¿Eh?

El de cabellos castaños sonrió antes de levantarse de donde estaba sentado para salir corriendo dejando a un chico de ojos azules pensativo hasta que recordó la relación estrecha y misteriosa que había hecho con su padre. De manera rápida salió corriendo de donde se había quedado parado hacia la oficina de su padre en la segunda planta, tal vez aun tenía tiempo de parar el plan maligno que tenía Baam.

Cuando estuvo a unos metros de la puerta vio como el menor se encontraba con una sonrisa abriendo la puerta, por una fracción de segundos sus miradas se conectaron y de hebras marrones le saco la lengua con burla antes de pasar. El de hebras celestes corrió más rápido para tocar la puerta y pasar de manera rápida a la oficina.

My Person [BaKhun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora