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Un día brillante se asomaba a través de unas cortinas de un tono blanco, un chico de cabellos celestes trato de estirarse en su cama, pero fue detenido cuando sintió que estaba apresado por adelante y por atrás por unos brazos. 

Frunció el ceño ante aquella sensación que no recordaba haber tenido en su vida, sus ojos azules se abrieron lentamente para poder acostumbrarse a la luz que atravesaba por su ventana iluminando su cuarto. 

Cuando estos estuvieron acostumbrados lo primero que noto fue una cabellera albina por parte de un cuerpo de tamaño mediano por adelante, allí se encontraba su hermano menor. Y cuando giro la cabeza vio otra cabellera albina pero más larga perteneciente a alguien más alto que él. 

Al ver a su padre y hermano menor abrazarle se sintió algo extraño, ya que no estaba acostumbrado a aquellas muestras de afecto. Pero su mente se despejo al recordar lo que había ocurrido ayer junto con su ataque de ansiedad y estrés. 

Soltó un suspiro lamentadose el haber preocupado hasta ese extremo a su padre y hermano menor. Al menos ahora su mente estaba más calmada y con nada de alcohol para procesar todo lo que había pasado en tan solo una noche. 

"— ¡Me gustas!" 

Aquellas dos palabras resonaron en su mente junto con la mirada amarillenta llena de sentimientos variados por parte del rubio. No era la primera vez que alguien se le confesaba, era obvio que sabía como reaccionar, pero lo que lo puso en ese ataque fue el beso. 

— Se me quedó el sabor a alcohol que tenía sus labios...

Ante su susurro cerró los ojos, no quiso recordar más sobre las acciones del rubio, solamente le quedaba lamentarse por todo lo que había pasado. Eso y el como haría para quitarse a su padre y hermano de encima suyo, porque ahora ellos dos no le dejarían ni salir de la casa más que solamente para sus clases. 

— Eduan, Ran ya es día despierten

el de ojos azules trato de salir de aquel abrazo que le impedía moverse o si quiera salir de su cama. Al no recibir respuesta comenzó a moverse de manera agresiva para poder despertarlos.

— Mmm

— Cinco minutos más Maschenny

— Ustedes en verdad... 

Aquellas respuestas provocaron en el chico un pequeño tic en el ojo derecho, cuando estaba a punto de gritarles su puerta se abrió dejando ver al resto de sus hermanos, su nana y sus dos amigos, literalmente estaban la mayoría de la casa parados en la puerta de su casa excepto por su prima y otros empleados. 

— Eh ¿Buenos días?

— ¿Ya estás bien Agüero?

— Ay dios ¿Eduan les dijo?

— Y eso que ayer lo parabas llamando papá o padre, por eso lo sabemos 

— ¿Qué?

— Nos envió audios tuyos llamándolo de esa forma, porque según él podías estar en un ataque, pero ante todo esta el grabarte llamándolo de esa forma. 

— ...

— Ran vino momentos después para tratar de calmarte

El de ojos azules miro su padre, el tic en su ojos se hizo más pronunciado y se acercó a su oreja con una pequeña sonrisa juguetona antes de abrir sus labios. 

— ¡Eduan levántate te acaban de castrar!

— ¿¡Qué!? ¡Dejen a mi mini Eduan en paz! ¡Llévense lo que quieran pero no me castren!

My Person [BaKhun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora