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— ¡Jinsung prepara tu botiquín especial ahora!

Ante el repentino grito por parte del pelirrojo de la familia el castaño mayor se apresuro en levantarse siendo seguido de manera inmediata por el albino mientras que el rubio salía iba donde el pelirrojo para observar la situación de afuera. Grande fue su sorpresa de ver aquella escena ante sus ojos, se apresuro a ayudar a su hermano menor para ver si estaba herido.

Pero este le empujo como si su persona no importara y señalo a su grupo de amigos, sobre todo a dos personas que se encontraban en un estado grave. Este asintió como si entendiera los sentimientos de su hermano y ayudo a trasladar a los dos heridos dentro de la casa siendo seguido por todos los que estaban en el carro.

— Novick ¿Seguro de que nadie nos siguió?

— Si, logre desviarlos hacia nuestro anterior refugio.

— Bien, entonces podremos estar tranquilos por un tiempo.

— No pensé que Zahard se movería tan rápido.

— Siempre debes esperar lo más inesperado si se trata de Zahard.

— ¿Y qué haremos ahora?

— Primero tenemos que esperar que Prince y Akraptor se pongan bien, después veremos que haremos.

— Entendido.

— Será mejor que entremos.

El pelinegro de ojos rojos estuvo de acuerdo con el pedido del castaño, entraron a la casa cerrando la puerta detrás de ellos, pues ahora más que nunca debían tener cuidado. Cuando entraron vieron a todos un desastre, aquello hizo suspirar al menor de ojos dorados, pues esperaba que su padre, tío y hermanos pudieran calmarlos, pero diferente a sus expectativas estos también estaban alterados peor que sus amigos.

— ¿Fue buena idea venir aquí jefe?

— Ya no lo sé

— ¡Baam!

Ante el grito inesperado de su nombre el menor de cabellos castaños dirigió su mirada hacía su hermano de cabellera albina que le llamaba con preocupación al ver su ropa llena de sangre. Se apresuro a ir donde él con preocupación, mientras que el pelinegro que estaba al lado del menor se aguantaba las ganas de reír. Pues este ya se imaginaba que algo así pasaría, el menor quiso golpearle con muchas fuerzas.

— Te dije que primero te cambiaras.

— La próxima te hago caso.

— ¿¡Estas herido en alguna parte!?

— No, no lo estoy.

— ¿¡Y por qué tienes tanta sangre en tu ropa!?

— No es mía.

— ¿Qué?

— Primero, déjame cambiarme y de allí les explicare la razón de que estemos aquí de nuevo.

— Bien, dejemos a tus amigos en manos de Evankhell

— ¿Mamá se quedó a dormir?

— Si, gracias a Satán que lo hizo.

— ¿A Satán? ¿No es a Dios?

— ¿Y agradecer a Zahard? No señor.

— Digamos que te entiendo. Me iré a cambiar.

Pasó de largo donde estaban sus amigos siendo atendidos por su madre albina, su padre y cierta castaña. Estaban en buenas manos, cerro los ojos tratando de no pensar en el peor escenario posible, no podría cargar con la culpa de sus muertes. Porque si, todo lo que estaba pasando era culpa suya, si tan solo no se hubiera precipitado con los planes, tal vez hubiera estado mejor preparados y sus amigos no hubieran terminado en un estado entre la vida y la muerte.

My Person [BaKhun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora