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- ¿Ni bien empieza la fiesta ya estás queriendo llevarte alguien a la cama Eduan?

El albino dejo de ver a su hijo adolescente que era ayudado por su hijo menor a que no muriera por ahogamiento y la dirigió a cierto castaño que lo estaba mirando que se acomodaba sus gafas.

Una sonrisa juguetona se posó en sus labios antes de susurrarle a la chica. La soltó y se acercó al contrario para colocarse a su lado pasando uno de sus brazos por su hombro.

— A sido un tiempo Gustang

— Si, ojalá hubiera sido más.

— Tu indiferencia ante un gran amigo me duele

— Me sorprende que hayas traído a tu hijo asesino.

— Gustang, ten cuidado con lo que dices ¿Si?

El de ojos azules miro de manera severa al castaño mientras su mano apretaba levemente su hombro. El castaño al sentir la presión chasqueo la lengua.

— Sigues siendo tan obediente que me da ternura.

— Tu me das asco

— Gracias, me lo dicen mucho

— ¿Y por qué será?

El castaño rodó los ojos y después desvío la mirada para ver el alrededor. Aquella reunión era demasiado aburridas para su gusto. Las mismas personas y las mismas charlas que le daban dolor de cabeza.

Sus ojos terminaron cayendo el séquito de mujeres que pasaba por la sala siendo alabadas por su belleza.

— ¿Allí está tu hija, verdad?

— ¿Maschenny? Si, ya le dije que de saliera. Pero como sabes, ninguno de mis hijos me hace caso.

— Quien te manda a tener varias amantes o hijos.

— Si quien me manda.

El albino jugo con el líquido de su copa antes de enfocar su mirada azul en el rubio que iba con aquella chica albina que fue obligado a aceptar en su familia. Sus ojos se pusieron opacos y desvío la mirada tomando el líquido de golpe.

El castaño vio las acciones del contrario y soltó un suspiro. Sabía del tema, sabía que no debía mencionarlo, pero la lengua se le iba. De manera vaga y lenta elevó su mano para darle unas leves golpes en la cabeza al albino. No era de demostrar afecto y mucho menos de actuar así, pero le dolía solo un poco verle de esa forma.

Por parte del albino se sorprendió el recibir aquel consuelo y sonrió levemente. Ahora fue su turno de llevar su mano hacia los cabellos del contrario para poderle acariciarlos.

— Gracias

— Por favor déjame me estás despeinando.

— Uno queriendo agradecerte y te comportas así.

— Solo sueltame

El castaño desvío la mirada mientras trataba de sacarse al mayor de su encima. El albino se rió al notar las orejas rojas del chico. Se rió levemente y lo abrazó más fuerte.

Un rubio al escuchar la risa de su amigo volteó para buscarlo soltando a la albina en el proceso. Tenía una leve sonrisa en sus labios, pero está se desvaneció al ver al albino junto al castaño.

Con la mirada fulminó al castaño y trato de pensar si podía matar al castaño son recibir algún tema político grave y también estaba el hecho de que en esa reunión de estableció plenamente que no se podía asesinar a alguien durante esa reunión. Aunque sus pensamientos se vieron interrumpidos por la entrada de otras personas por la puerta.

My Person [BaKhun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora