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El de ojos azules estornudo mientras se terminaba su taza de café en el comedor, la chica que se hacía llamar su prima se encontraba aguantando su risa ante el estornudo que había soltado. Sus ojos se tornaron fríos ante este hecho y cuando estaba a punto de gritarle se dio cuenta que sus tres hermanos mayores y el menor también se aguantaban la risa ante el estornudo que había soltado.

— ¿Y a ustedes que les pasa?

— Perdón, perdón es que sonaste como un gato y pff

— Vamos Hachuling no te rías eso no está pff

Ambos jóvenes se vieron antes de reírse a carcajadas, el menor de cabellos albino también se soltó a reír sin más. El de ojos azules le comenzó a dar un tic en el ojo ante las burlas de sus hermanos y prima por tan solo haber estornudado de manera normal a su parecer. Desvió su rostro para mirar el asiento de la cabecera de la mesa, en esos momentos extrañaba la presencia de su padre para que pusiera orden en la mesa. Sus pensamientos vagaron en eso por unos momentos hasta darse cuenta que era mejor que no estuviera porque hasta él se estaría riendo de su estornudo en vez de calmar las risas de sus hermanos y su prima.

— Son molestos

Dejo su taza vacía y salió del comedor caminando hacia su cuarto, en la entrada vio a su hermana mayor contestando algunos mensajes mientras su ceño estaba fruncido.

— Buenos días hermana mayor

— Ah sí, hola Agüero

— ¿Encontraste a Eduan?

— Si, estaba en un hotel, se había quedado dormido y su celular estaba en modo silencio, por eso no nos contestaba los mensajes o llamadas que le hacíamos. Ahora debe estar en su cuarto sufriendo una resaca, le diré a alguien que le lleve café después, por ahora que lo dejen dormir.

— Entiendo, cuando vuelva de la escuela iré a hablar con él.

— Tú te has vuelto más unido a él.

— Nada que ver, simplemente no quiero que se sienta solo. Sé cómo se siente eso.

El de cabellos celestes miro con una sonrisa triste a su hermana antes de subir las escaleras de manera rápida para ir por sus cosas y terminar de lavarse. De allí bajo de nuevo para salir de la casa volviendo a estornudar. Maldijo por sus adentros al invierno que estaba cayendo en ese tiempo y se acomodó la bufanda ploma que traía en el cuello hundiendo su rostro en esta.

— Ya no tiene su aroma

Murmuro mientras se subía en el carro para que lo llevaran a su instituto. Mientras que se iba vio como un rubio salía corriendo de una casa y un albino riéndose atrás de él corriendo de igual manera. Una leve sonrisa se posó en sus labios y a su parecer faltaba un castaño detrás de esos tres, pero no había tal castaño.

— En verdad que haces falta Baam

Cerró los ojos y el carro solamente siguió avanzando en silencio hasta llegar al instituto, cuando bajo del carro un castaño vino corriendo a su encuentro hasta lanzarse sobre para abrazarlo por la espalda.

— ¡Cariño llegaste!

— ¡Maldición Leessoo! ¡Suéltame y deja de decir así!

— Eres cruel corazón mío, yo solo quiero darte cariño.

— ¡Vete a darle cariño al espadachín de sexta! ¡Oye controla a tu enamorado!

— Esto es siempre divertido de ver todas las mañanas

— Opino lo mismo que la princesa mimada

Todos los alumnos miraban la escena que estaban produciendo los cuatro alumnos de primer año, varios se reían de la situación que ocurría ya varios días en la mañana y otros lo seguían viendo como si fueran bichos raros. Cuando el rubio llegó y miro la escena se acercó a ellos para tomar al castaño que estaba molestando al de cabellos celestes por la camisa para separarlos.

My Person [BaKhun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora