My Person [BaKhun]

51

El de cabellos castaños y ojos del mismo tono miraba con preocupación a su grupo que se había formado ese año de manera más sólida gracias a los dos integrantes nuevos de primer año. Pero después de una semana de haber sido el concurso de talento en donde debió de haber terminado en un final feliz con su amigo de ojos azules y el menor de ojos dorados terminaban juntos siendo flores y arco iris estos días, se habían vuelto grises y fríos por la llegada de aquella chica rubia.

El que se encontraba de peor humor era el de ojos azules, su aura le decía a cualquiera que no se acercara a menos que sea importante, claro estaba que esto no evitaba que el grupo si se acercara para sacarlo. Todos en la mesa, más que todo el castaño y la castaña, creían que esto se debía a que no había pasado tanto tiempo con Baam, mejor dicho, ese tiempo había sido nulo. Y de nuevo, todo era gracias a esa chica de ojos cual serpiente amarillos que lo único que había hecho desde que llego al instituto fue alejar al menor de ojos dorados del grupo, pero en especial del de ojos azules.

— Oye cariño ¿No vas a comer?

— No tengo hambre

— Eso dijiste en el primer receso, no estas comiendo como debes

— ¿Y?

— Le voy a decir a Baam para que te diga algo

— Ja, suerte con eso

El castaño se dio cuenta de su error al notar las miradas de todos de la mesa sobre su persona, desvió la mirada avergonzado y es que había dicho aquello por la costumbre de tener al menor ahora para poder controlar al de ojos azules.

— Si le digo que estas mal, tal vez haga algo

— No lo hará, no me habla para nada y no me dirige ni siquiera la mirada.

— Deja de ser pesimista tortuga azul

— Mejor no hables

— ¿¡Ah!? ¡Yo soy tu líder y si quiero hablo! Deberías tomar acciones contra esa tortuga con pecas y alejarla de la tortuga negra

— ¿Acaso estas sordo? Baam no quiere hablar conmigo

— Y yo te estoy diciendo que no seas pesimista y vayas a hacer algo

— Eres estúpido, no sirve hablar contigo

— ¿¡Qué quieres decir con eso tortuga azul!?

— Que hagas lo que quieras

— Ya chicos no peleen

— Están siendo escandalosos

— Son molestos

— Vaya trio de tortugas molesta y tú eres una tortuga cobarde

— ¿¡Ah!?

— Como eres una tortuga cobarde tu grandioso líder hablara por ti

El pelirrojo dejo los envoltorios de chocolate sobre la mesa antes de levantarse y salir casi corriendo del comedor.

— Espera ¡No hagas nada estúpido cocodrilo de cuarta!

— Creo que no te escucha

— Maldición

El de cabellos celestes se levantó de donde estaba sentado dejando al trio de sus amigos atrás, que estaba seguro que ahora se levantaban para seguirlos porque les gustaba ver lo que pasaba de manera directa. No le tomo nada de importancia a eso y corrió detrás de aquel adolescente pelirrojo que iba caminando bastante rápido hacia las escaleras que daban a la azotea. Por unos momentos el mayor de ojos azules se detuvo, quiso de irse ante de ver al menor de ojos dorados que seguía clavado en su corazón en la azotea con alguien más. No quería verlo con alguien en el que pensaba que era su lugar especial para escaparse de las clases.