Capítulo 32

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"El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos".

-William Shakespeare

PDV. Thatcher

Bailamos Edeline y yo. Entonces luego de que se terminara la canción hicimos un una reverencia. Pretendía hablar con Edeline pero ella huyó de mí.

"Lo siento" fue lo que me dijo y se fue huyendo rápido entre la gente. Intenté detener la. Pensé que había salido afuera de el balcón ya que la vi en esa dirección.

- ¿¡Edeline!? - Fui hasta el balcón del lugar de prisa.

Una dama que había allí se giró de inmediato.

- Lo siento creía que eras otra persona. - Me giré dispuesto a irme.

- Yo también creía que eras otra persona.

Sentí un poco de tristeza en esas palabras así que me giré.

- ¿Se encuentra bien?


- Estoy haciendo el esfuerzo. - Y luego se volteó rápido. Escuché un pequeño suspiro de parte de ella.

Creo que está llorando.

Me acerqué a ella y le di mi paño.

Ella me miró, tomó el paño y se seco las lágrimas.

- Puedo saber el motivo del ¿por qué una dama bonita como usted está llorando?

- Un hombre.

- Oh, Entiendo.

- El está aquí, pero sinceramente no sé si él está jugando conmigo, no me deja mensajes ni señales claras. Aveces parece que sí pero otras veces cuando está con otras persona parece que no.

- Le doy un consejo señorita...

- Rubí, mi nombre es Rubí.

- Señorita Rubí, si esa persona no te deja mensajes claros tú déjale saber que él no te va a tener ahí esperando par siempre por él

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- Señorita Rubí, si esa persona no te deja mensajes claros tú déjale saber que él no te va a tener ahí esperando par siempre por él. De esa manera él podría hacer dos cosas: una sería darse cuenta de sí en realidad quiere algo contigo y quedar se contigo. No le va a dar importancia y quiere decir que realmente lo que sea que hubo o te haya dicho no era verdad. Y si fuera la opción dos pues solo queda que sigas tu misma tú propio camino. ¿Dolerá? Sí un poco. Pero con el tiempo señorita me lo agradecerá. Por qué encontrará alguien mejor que esa persona que se haya ido.


- Muchas gracias, tienes razón. Seguiré tu consejo.

- Thatcher. - Dijo Edeline entrando en el balcón. - ¡Prima!

- Bueno yo me retiro. - Me dijo Rubí. - Pero Thatcher... - dijo mi nombre. - Tu tampoco te olvides del camino del destino que está en frente de ti...


Después de esas palabras ella se fue dejándome muy confundido. ¿Eso fue un mensaje del destino? ¿Una pista?

Rubí saludo a su prima. La abrazó, habló por unos segundos con Edeline y se fue. Entonces Edeline se aproximó a mí.

- ¿Edeline por qué te fuiste? ¿Acaso hice algo?

- No, lo siento. Es que yo... me fui por qué tengo miedo...

- ¿Tienes miedo? ¿De mí? - Ahora yo caminé un poco más cerca de ella.

- No... de mis sentimientos.

- ¿Sentimientos?

Ahora ella caminó hasta estar muy cerca de mí.

- Tengo miedo de los sentimientos que tengo hacia ti. Por qué... no quiero que ocurra los mismos sucesos del pasado... no quiero perderte a ti y no quiero que tú me pierdas a mí por un sucesos que pasaron hace vidas pasadas atrás.

Así que ahora lo entendí todo.

Edeline, es ella. Ella es la mujer de mí pasado. Por la cuál Aleksei Voiser (Yo) estaba sufriendo por su muerte. Ahora las palabras de Rubí tienen sentido. "Tu tampoco te olvides del camino del destino que está en frente de ti..."

Puse una mano en la cintura de Edeline y poco a poco fui acortando la distancia de nuestros rostros hasta unir nuestros labios y darle un beso que ella respondió.

Nos besamos lentamente y nos olvidamos de todo a nuestro al rededor. Hasta quedar casi sin aire. Nos separamos por un corto tiempo y luego volvimos a besarnos pero nos interrumpieron.

¡Es que hoy es el día de encontrar nos con todo el mundo en el balcón!

- Edeline prima me dijo que estabas aquí y... - Habló Starlight.

Y nos separamos rápido Edeline y yo.

Starlight nos miró sorprendida pero no sé por qué parecía dolida un poco. A lo mejor son cosas mías y estoy viendo mal.

- Yo... lamento interrumpir... - Se fue rápido.

- ¿Tú hermana está bien?

- Sí, ahora... - Edeline me dio un corto beso. - Sígueme...

Nos escabullimos entre las personas. La seguí por varios pasillos y escaleras hasta llegar a otro pasillo dónde había una puerta color blanca.

- ¿A dónde me llevas? - Pregunté intrigado y divertido.

Ella sólo hizo la seña con su dedo de "Shh". Llegamos a la puerta ella la abrió entre con ella. Era una habitación muy grande color blanca tal cual para una princesa o alguien de la realeza. Ella cerró la puerta.

- ¿Qué hacemos a... - No me dejó terminar por qué ella me pegó a la puerta y estampó su boca contra la mía besándome.

Me tomó por sorpresa pero me gustó. Cerré mis ojos dejándome llevar por el beso. Puse mis manos atrás de su cuello profundizando más el beso. Ella subía sus manos por mi cuello hasta mi cabello haciendo que me dieran corrientes en mi cuerpo hasta mi parte del medio de mis piernas.

Ahora yo nos cambié de posición y ella era la que estaba contra la puerta. Baje mis manos hasta su cintura y mi boca comenzó a bajar desde su barbilla hasta su cuello. Donde comencé a besar su cuello y ella comenzó a jadear y su respiración aceleró.

***

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