¿𝓣𝓮 𝓬𝓸𝓷𝓸𝔃𝓬𝓸?

Capítulo final

Se escucharon varios disparos pero el sonido venía de muy atrás no de los otros túneles de al frente. Así que di la vuelta y salí corriendo con mí velocidad de super híbrida.

Llegué a la salida del túnel y seguí corriendo subí una pequeña subida y vi a Edeline, junto Thatcher, avanzando rápido tratando de escapar. Ella lo tenía aguantado por un brazo de él que estaba detrás de la espalda de él y con la otra mano sostenía una arma apuntándole por detrás de la espalda. El arma estaba en una buena ubicación del cuerpo ya que sí ella dispara la bala le atravesará la espalda y llegaría a la parte del corazón causándole la muerte. Así que tendría que tener mucho cuidado al tratar de salvar a Thatcher.

Seguí y antes de que Edeline se diera la vuelta la ataque. Ella soltó a Thatcher, y luego salte encima aguantando sus manos hacía arriba para que no me apuntara con el arma. Mordí su mano dónde ella tenía el arma y ella dio un grito y la soltó.

— ¡Pilar! — Llamó mí nombre Thatcher.

Lo miré y Pilar aprovechó ese momento de distracción para girar y quedar ella sobre mí.

— ¡Eres una maldita!

— Sonreí — ¿Qué creías que te ibas a salir con la tuya?

— De hecho sí, lo hice. Mate a la pobre e inocente amiga de ustedes.

— ¡Ahora sí te mataré, perra barata! 

— No si yo lo hago primero. — Dijo con su cara cerca de la mía.

Le di un cabezazo fuerte, ella se echó hacía atrás y yo me la quite de encima empujándola a un lado. Ella intentó llegar al arma pero yo la agarré por una pierna y la hice caer. Me empecé a levantar pero ella se giró rápido y me dio una patada que me mandó lejos cayendo hacia atrás. Toqué el suelo pero rápido me puse de pie y durante ese minuto que me tarde Edeline, tomó el arma en sus manos me apuntó y se puso de pie.

— Di tus últimas palabras querida. Estas balas son de plata así que morirás.  

Cuando Edeline pensaba disparar Thatcher, se interpuso.

— ¡Antes de matarla tendrás que matarme a mí!

— ¡Aléjate de Pilar, Thatcher!

— ¡No lo haré! ¡Tendrás que pasar sobre mí cadáver!

— Bien, te mataré a ti primero y luego a ella.

Edeline jaló del gatillo dos veces.

— ¡¡¡NO!!! — Grité y cerré mis ojos dejando que las lágrimas salieran.

Escuché cómo un cuerpo caía al suelo.

Abrí mis ojos pero Thatcher no era el que estaba en suelo. Era otra persona una mujer rubia. Edeline, estaba con los ojos bien abiertos sorprendida y yo corrí abrazar a Thatcher.

— ¡¡¡No!!!, ¡¡¡Starlight!!! — Gritó Edeline y corrió hacía su hermana. — ¡¡¡Hermana!!! — La giró, puso su cabeza en sus piernas.

Thatcher iba acercarse pero Edeline gritó que se alejara.

PDV. Starlight

Sabía que mí hermana tramaba algo pero no estaba segura hasta unos días antes de la coronación que hablamos por teléfono que escuché sus palabras.

— Supongo que ahora que Thatcher terminó contigo lo dejarás en paz ¿verdad?

— Y ¿quién dice que él terminó conmigo? Él sólo está confundido.

— Hermanita, no creo qué... — dije no confiada.

— ¡Él nunca me dejará! ¡Él estará para siempre conmigo! — Dijo molesta y afirmativa.

— Edeline, ¿qué estás tramando?

— Nada hermana, — miente — con el tiempo sabrás... lastima que no vendrás a la coronación.

— Edeline... — dije su nombre recalcando para que contestara mi pregunta.

— Me tengo que ir hermana. Tengo cosas que hacer... adiós — ¡Adiós, te quiero!

Desde ese día no me pude quedar tranquila. Tenía que hacer algo, tenía que averiguar qué tramaba mi hermana. Así que me regresé de mí viaje y me oculté y me quedé en otro lugar para que mi hermana no supiera que estaba de regreso.

Llamé varias veces al teléfono de Thatcher pero nunca contestó sabía que algo andaba mal. Así que esperé... hasta el día de la coronación.

Cuándo vi que mi hermana le iba a disparar a Thatcher salté protegiéndolo. Las balas me dieron en el corazón. Cerré mis ojos y recordé mi vida pasada.

Al menos puedo morir en paz sabiendo que pude evitar que pasara la tragedia del pasado. Le salvé la vida y así detendré a mi hermana.

PDV. Thatcher

Edeline, estaba llorando en el suelo arrodillada por su hermana ya muerta en el suelo que dio la vida por mí.

Traté de acercarme pero Edeline, quería que me alejará.

— ¡¡¡Todo esto es su culpa!!! — Nos gritó.

— No, Edeline, es tu culpa y lo sabes. — Le dije.

— ¡¡¡Todo debió salir a la perfección!!! ¡¡¡Cómo yo queria!!! — Edeline cogió el arma de nuevo y me apuntó.

— Edeline, no cometas el mismo error. Escoge otra solución, siempre hay una solución.

— Para mí nunca la habrá... hasta nunca, Thatcher.

— ¡¡¡Edeline, no!!!

Ella jaló del gatillo y disparó tres veces...

Yo caí al suelo de rodillas...

Todo había terminado...

Estaré subiendo pronto el epílogo...