Capítulo 49

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PDV. Thatcher

Así que no fue un sueño lo de ayer fue real. Fui Aleksei por un momento al igual que Pilar fue la Pilar del pasado.

*Suena un mí celular*

Me levanto rápido y pego a buscarlo para no despertar a Pilar.

¡Dónde está ese maldito celular!

Sigo buscando hasta que lo encuentro en el suelo tirado debajo de la cama.

¿¡En qué momento se me cayó debajo de la cama!?

*deslizó el botón o el icono de aceptar la llamada*

— ¿¡Hola!? — Contesto rápido y en voz baja.

— Aleksi, digo Thatcher. — Habla Holly.

— ¿Aleksi? — Me viene un pequeño recuerdo de qué así me decía Rebecca en mí vida pasada. — Olvídalo, ya sé por qué me dices.

— Te expli... espera ¿ya sabes?

— Sí, ya sé que tú vida está ligada a la mía y que eres o eras mí mejor amiga en otra vida. ¿Cómo supiste sobre la tuya?

— Por Mazon Maddox.

— ¿Mazon Maddox?

— Es... Harald, Mazon Maddox es Harald de la vida pasada y me encontró primero.

— ¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste antes?

— Adivina, estabas ocupado y también estabas en tú nidito de amor con Edeline.

¡¡Cierto Edeline!! ¡¡Aún no le he dicho!!

¡¡Merda!! (Mierda)

— Necesito hablar contigo. — Dijimos a la misma vez y luego nos reímos.

— Te veo en Monseratte Café, entonces.

— Vale, nos vemos allí, ¡chao!

— "¡Arrivederci!". — (Adiós).

***
En el Monseratte Café.

— ¿¡Qué!?, ¿¡Qué hizo qué!? — Dijo Holly en voz alta.

— ¡Baja la voz!, ¡cálmate! — Le dije.

— ¿¡Cómo quieres me calme si, Edeline nos estuvo mintiendo todo este tiempo!? — Me dije molesta. —  ¡Más encima intenta jugar con sus mentes y quiere asesinar a la verdadera Pilar!

Tomé de mi chocolate caliente qué se encontraba en la mesa.

— Holly, necesito una ayuda tuya.

— Creí que yo era la que te pedía siempre los favores.

Me reí recordando todas las veces en el pasado que Holly me pedía favores y me obligaba a cumplirlos.

— Bueno ya era hora de que me tocara a mí, volviendo al tema, necesito qué si me llegara a ocurrir algo le digas a Pilar que siga con el plan.

— ¿Piensas qué pasará algo?

— Viendo de lo qué es capaz, Edeline, podría pasar cualquier cosa.

— Holly coge mis manos con las suyas. — No quiero qué te pase nada Thatcher ya perdí a mí mejor amigo en un pasado. No quiero volver a perderte de nuevo. — Dice con lágrimas a punto de salir de sus ojos, — ahora que sé que eres una parte importante en mí vida no quiero volver a perderte, no sabes lo mucho que sufrí tú perdida en el pasado. Sí no hubiera sido por el apoyo de Harald no habría podido sobrellevar tú muerte.

Mis ojos se llenan de lágrimas también, muy en el fondo Aleksei está adentro de mí y puedo sentir lo que él siente al escuchar las palabras de su querida amiga.

— Aprieto sus manos. — Estoy seguro que Aleksei, no hubiera querido verte así y que muy en el fondo el te extraña y te quiere tanto.

— Lo sé, yo igual le quiero tanto y lo extraño.

Ella se seca las lágrimas y yo también.

— Cambiemos de tema. ¿Cómo fue qué Harald te encontró primero?

— En el cumpleaños de Edeline. Cuando tú y ella empezaron a bailar yo me fui a buscar una copa y beber de ella a solas y este hombre se me acercó y empezó a buscar una conversación conmigo. Se presentó con su nombre actual, Mazon Maddox. De echo con él fue quién me fui... — la miré con una ceja alzada y ella se sonrojó. — Basta, no me mires así, no cambiemos de tema. Cómo te decía me fui con él, me quedé en su casa y ese mismo día tuve un sueño o fragmentos dónde vive parte de mí vida pasada. Me creía loca pero le conté a Ha... digo Mazon y el me dijo que no estaba loca qué era cierto. Creía que me estaba jugando una broma pero se quedó serio. Me contó algunas cosas sobre mí que vi en el sueño pero no le quise creer y me fui molesta. Hasta qué otra noche tuve que irme de una fiesta dónde estaba por un dolor de cabeza terrible y me sentía mal, él me llevó con él cuando me desmayé y durante ese tiempo que estuve desmayada lo vi todo... y entonces le creí y bueno así fue cómo supe de todo.

— ¿Aún sigues amando a Harald?

— ¡Y todavía lo preguntas! Creí que mi mejor amigo lo sabía.

— Eso es un sí. — Ella asintió sonriendo.

— De echo el está aquí.

Mazon se levanta de una de las mesas y viene hacía nosotros.

— Hola, Aleksei. — Saluda y me llama por mí nombre pasado.

— Hola, Harald.

— ¿Puedo sentarme?

— Claro, qué pregunta es esa. Siéntate. — Dije amablemente.

— Oye, Thatcher. — Habla Pilar. — No quiero ser entrometida pero, ¿tienes una foto de Pilar que puedas mostrarme?

— Sí, la tengo en mí..., — comienzo a tocarme los bolsillos de mi pantalón. — Espero un momento.

Me levanto y busco en mis bolsillos, saco mi cartera de hombre, mis llaves del auto y no encuentro mi celular.

— Tengo fotos en mí celular y creo que se me quedó en el auto ¿me dan un mínimo para ir a buscarlo rápido? — Les dije.

— No hay prisa, ve. — Me dijo Mazon.

Salí del café al estacionamiento. Abrí mi auto y cuando abrí la puerta, la cerraron y luego sentí un piquete en mí cuello de una aguja.

Dulces sueños fue lo que escuché luego de caer dormido o inconsciente.

¿𝓣𝓮 𝓬𝓸𝓷𝓸𝔃𝓬𝓸? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora