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El frío de la noche lo podía sentir hasta en los huesos. No se en qué estoy pensando. Recorro las calles intentando pensar en mi siguiente movimiento. Pero el frío y el hambre no me dejan pensar con claridad, y como si mi mente me odiara, se alojaba una ansiedad que sólo podía crecer al encontrarme en aquella ciudad a la que no pensaba volver.
Se escucha a las multitudes en las calles, las luces por doquier anunciaban a la gente de nuevos restaurante o moteles baratos. Toda la gente va con prisa como si realmente su vida dependiera de llegar a su destino.
Se nota que abundo de buena fortuna cuando se escucha en los cielos un trueno que resono en toda la ciudad, abriendo paso a una estrepitosa lluvia que se desencadenó casi al instante. Menuda faena.
Como si fuera cosa del destino terminé a las puertas del almacén de la señora Cheng...
Mucha gente estaba entrando para resguardarse de la lluvia. Creo que en estos momentos era entrar o morir por una hipotermia, eso sí hubiera sido triste.
Entro al almacén intentando cubrir mi rostro con la capucha de mi abrigo, no quería que me reconociera. No se como reaccionaria después de haber desaparecido tanto tiempo y sólo haberle dejado una nota... Al menos parece que no ha tenido problemas con el negocio, ya que se veían remodelaciones en el local y muchos productos nuevos para ofrecer a la clientela.
Sabía que tenía que comprar algo o lo más seguro es que me sacaran del local, de una u otra forma se daría cuenta de quien soy.
A pesar de no contar con mucho dinero, al menos tenía lo suficiente para una barra de chocolate, cuando la lluvia cese vería que hacer.
Escojo el chocolate de mi preferencia y voy a la caja registradora a pagar, aún intentando cubrir mi cara y fingiendo la vos para evitar contacto con la señora Cheng.
Era muy frustrante, la quería volver a saludar, era una persona muy importante en mi vida, pero tengo miedo a que me recrimine lo que pasó. No estuvo bien lo que le hice pasar, pero no sabía qué más hacer.
— Buenas noches, ¿ Qué va a llevar?— me preguntó.
— sólo está barra...
— Buena elección. ¿No le gustaría acompañarlo con algún otro caramelo? Tenemos unos buenos, que para su suerte, están en ofertas.
— No, no gracias.
— ¿segura?
Porqué siempre quería sacar conversación...
— si, segura.
Le doy el dinero y quiero irme a otro lado.
— ¡Espera! Te olvidas tu cambio.
Apenas me Di la vuelta para responder.
— Descuide, quédense con el resto.
Vi que se quedó estática ante mi respuesta, no se qué pasó. Vi que se bajó de su silla y salió del área de la caja registradora. Sólo me oculte como pude con mi ropa, ya que la gente no me dejaba escapatoria.
— Mis disculpas señoras y señores— alzó la voz la señora Cheng— la tienda ya cumple con su hora de cierre y les pediría por favor ir des alojabdo el local. Gracias por todo y vuelvan pronto— anunció.
Me quedé extrañada, ya que cuando aún estaba trabajando aquí, no teníamos hora de cierre.
La lluvia maino lo suficiente para que la gente se fuera sin poner quejas.
La gente no me dejaba pasó para salir de ahí, entonces siento como alguien me sujeta con fuerza del brazo. Me quedo tiesa.
Toda la gente salió y yo seguí en mi sitio como estatua.

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ARACNOFOBIA (venom y tu)
FanfictionBueno, escribo esto por que me encantó la película de venom y he leído unas cuantas historias muy buenas sobre venom y tu. Y se me ocurrieron muchos temas que me gustaría compartir al respecto. mi único consuelo es que nadie conoce quien soy, así qu...