𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

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Ahora estoy más que convencido acerca de la idea que había considerado absurda que trata sobre acabar con ese hombre que no merece el respeto ni mucho menos la devoción de las personas que se encuentran cegadas por mentiras y más mentiras; sin embargo, debo encontrar la manera más adecuada de acercarme a ese poderoso hombre para después, arrebatarle la vida cuando menos lo espere.

Rápidamente salí del restaurante y caminé hacia Jeongin que se encuentra mirando todo lo que se encuentra a su alrededor, al parecer, le ha gustado salir de la aldea ya que, se había vuelto muy aburrido todo por allá a causa de la falta de dinero, recursos y libertad para hacer lo que más queríamos.

—Es hora de irnos— le informé con tono serio para evitar que se niegue a continuar con nuestro camino; el chiquillo entendió que no había manera de hacerme cambiar de parecer y comenzó a caminar junto a mí.

Al llegar al centro del pueblo, me detuve en seco al percatarme de que hay varios hombres que trabajan para el emperador sentados cómodamente en unas sillas, frente a ellos, se encuentra una mesa y hay varios pergaminos sobre esta; al parecer, algunos pueblerinos están llenando el formulario que les ha sido entregado.

—Innie, espera aquí, ahora vuelvo.

—Sí, hyung.

Me acerqué a la mesa y miré los pergaminos, uno de los hombres dirigió su fría y penetrante mirada hacia a mí y dijo—: ¿Deseas postularte?

—¿Postularme...?

—El emperador está en busca de hombres inteligentes y habilidosos que sean adecuados para formar parte de sus tropas— dijo el hombre con tono neutral, al parecer, le importa poco si logra convencer o no al interesado.

No cabe duda de que esta es la oportunidad de oro que no debo desaprovechar; mataré dos pájaros de un solo tiro dado que, tendré el dinero para darle todo lo que necesita Innie y, terminaré con la vida del asqueroso emperador que me ha arrebatado a personas que consideraba de suma importancia.

Tomé un formulario y comencé a llenarlo rápidamente; agradezco demasiado que el abuelo Park me haya dado de su tiempo para enseñarme a leer y escribir, de lo contrario, no tuviera oportunidad para aplicar en esta ocasión.

Otro hombre se acercó y le dijo unas cuantas cosas al primer hombre, ambos asintieron y uno de ellos tomó mi formulario.

—Aún no acabo...

—Lee Minho— dijo tras leer mi nombre en el pergamino, rompió la hoja y dejó caer los pedazos sobre el suelo, después dirigió su mirada hacia mí y continuó hablando—: No necesitamos de ese formulario, has sido seleccionado y deberás acompañarme ahora mismo al Palacio Real.

—¿Qué?

—Será mejor que no hagas preguntas, guarda silencio y acompaña a mi compañero hasta el Palacio Real— dijo el otro hombre tras señalar el carruaje.

—Yo... tengo que traer a mi pequeño hermano conmigo, no tiene donde quedarse.

—Está bien, trae a tu hermano y ya veremos qué hacer con él en el Palacio Real.

Me acerqué rápidamente a Innie y le dije—: Debemos irnos.

—¿A dónde iremos? — preguntó con curiosidad.

—Será una sorpresa.

—¡Me gustas las sorpresas!

—Lo sé, vamos.