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Al entrar a mi departamento, miré hacia mi antebrazo tras quitarme el saco e hice una mueca de completo fastidio. ¿Cómo es posible que el tiempo transcurra tan rápido?, en estos momentos, me siento como si estuviese más muerto que vivo y eso, me genera más conflictos conmigo mismo; estoy demasiado cansado, pero debo continuar hasta obtener lo que el Gran Maestro desea. Entonces, podré obtener mi libertad y viviré tranquilamente hasta que el día de mi inevitable muerte llegue.

De pronto, incontrolables lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas, intenté retenerlas porque no quiero ser débil en estos momentos, pero no puedo evitarlo más; necesito sacar toda la frustración, miedo, melancolía y odio que siento constantemente. Mi estabilidad mental se fue volando tan pronto me encontré con cierto pelirrubio que me hace perder los estribos con tan solo mirarle. Debo encontrar la manera de obtener lo que el Gran Maestro quiere antes de que sea demasiado tarde.

Mi celular vibró indicándome que me ha llegado un mensaje, miré la pantalla e hice una mueca. No es momento de pensar en mí, es momento de trabajar para lograr mi objetivo final.

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Al siguiente día, inicié nuevamente con la misma rutina que consiste en cuidar del chico arrogante que al parecer, se vuelve mucho más estresante cuando tiene hambre y eso, me hace perder por completo la cordura. Le pedí al chofer que nos trajera directamente a un restaurante para alimentar al pelirrubio y este accedió de inmediato a causa de que tampoco soporta la actitud del pedante pelirrubio.

Hyunjin caminó por delante de mí a paso rápido y lo seguí en completo silencio, tomamos asiento en una de las mesas más alejadas y ordenamos nuestros platillos; la mirada del pelirrubio se paseaba de aquí para allá mientras esperaba su platillo. No puedo negar que, a pesar de su actitud pedante, se ve demasiado hermoso. Una parte de mi desea profundamente intentar ser algo más que un guardaespaldas, pero al recordar mi verdadera identidad y el poco tiempo de vida que me queda, todo se va directamente a un bote de basura. Además, no olvidemos la actitud terrible del chico que se encuentra muy molesto a causa de que tiene hambre.

Después de unos minutos, el mesero nos tomó la orden y Hyunjin no demoró en ordenar su platillo favorito; el tenso silencio y el ambiente no son lo más agradables, sin embargo, debo aceptar que me siento cómodo al lado de él, a pesar de que no somos del todo compatibles.

—¿Por qué tardan tanto? — se quejó Hyunjin —¿Fueron a matar a la vaca o qué?

El pelirrubio estiró su cuello en un intento en vano de encontrar al mesero para llamarle la atención porque aún no tiene su platillo sobre la mesa.

—Posiblemente— me reí.

La cruda mirada que me ha dirigido el pelirrubio me ha dejado muy en claro que no es momento de bromear, resoplé y tras cruzarme de brazos, dirigí mi mirada hacia el otro lado de la mesa en un intento en vano de alejar mi atención del hermoso chico pedante.

Después de unos minutos, el mesero apareció nuevamente y colocó mi platillo sobre la mesa; gustosamente, lo tomé y llevé a mi boca un gran y jugoso trozo de carne que logró atraer por completo la atención de Hyunjin; el chico se relamió los labios y tragó en seco al verme comer deliberadamente frente a él.

—¿Quieres un poco? — llevé los palillos directamente a la boca de Hyunjin que fue abierta rápidamente para tomar un bocado, sin embargo, regresé los palillos en mi dirección y me comí el trozo de carne; solté una estruendosa carcajada al ver la expresión de Hyunjin que ha cambiado por completo.

—Hijo de perra— murmuró tras cruzarse de brazos. —No debes de jugar con eso.

—No seas tan aburrido— le sonreí abiertamente mientras dirigía nuevamente los palillos hacia él, le di un trozo de carne en su boca y este me sonrió de regreso tan pronto tragó.

—Sabe muy bien— suspiró.

—Lo sé.

—Dame más.

—No, eso es todo.

Hyunjin estaba a punto de decirme un sin fin de cosas sin sentido, sin embargo, fue interrumpido por el mesero; el pelirrubio ni siquiera miró al chico, simplemente tomó sus palillos y comenzó a comer como si su vida dependiera de ello.

Sinceramente, sentía que todo estaba bien; aquel terrible vacío había desaparecido por ahora y no tengo otra opción más que, sentirme ligeramente libre mientras disfruto del momento que no se repetirá.

—No sé exactamente porque te estás volviendo mucho más hermoso ante mis ojos— habló Hyunjin después de tomar un sorbo del vino tinto. —Es estúpido, lo sé. No puedo dejar de pensar que tienes una mirada muy linda, tu sonrisa también lo es... pero hay algo que me hace querer odiarte con intensidad— admitió —. No importa si me pareces lindo, no puedo dejar de lado ese inmenso deseo de odiarte con todo mi ser. ¿No es curioso?

—Yo... — me he quedado sin palabras, su repentina sinceridad me ha dejado mudo y me siento encerrado.

—Posiblemente sean tonterías mías, pero siento como si ya nos hubiéramos conocido en el pasado— confesó —No sé si creas en la reencarnación y esas cosas, pero en lo personal, siento que nuestra relación no es del todo normal. Es como... siento como si el destino está haciendo lo posible por juntarnos a como dé lugar.

—No sé de qué hablas— mentí. —Te aconsejo que no pienses en esas tonterías.

—Minho, ¿no sientes como si...? — el chico hizo una corta pausa para tomar un poco más de su vino tinto. Después, continuó hablando—: ¿No sientes como si tuvieras algo pendiente?

—No.

—¿Estás seguro? — enarcó la ceja.

—Lo estoy— mentí, otra vez. —¿Ya acabaste de comer? Tu padre no quiere que pases tanto tiempo fuera de la mansión.

—Es muy fácil olvidar el pasado— se rio. —Creo que, no será fácil esto.

—¿De qué hablas?

—No es nada— se encogió de hombros, después de dejar a un lado la copa vacía, se levantó de la mesa y dejó caer unos cuantos billetes sobre la mesa, se giró hacia a mí y dijo—: Es hora de irnos.

No pude evitar dirigir mi mirada hacia su antebrazo que ha quedado al descubierto después de quitarse el elegante saco que es parte del uniforme escolar. Mi mundo se quedó en pausa durante unos momentos que parecieron horas, miré con toda la discreción posible cierta área y no pude creer lo que estaba viendo con mis propios ojos, sin embargo, ¿cómo puedo preguntarle directamente sobre esa cosa? Estoy seguro que no me dirá nada al respecto.

—Minho, ¿qué esperas?

𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora