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Seguramente he quedado como un completo estúpido después de haber huido de una manera tan patética tras haber escuchado las innecesarias palabras del chico llamado Hyunjin. No sé exactamente que me está sucediendo y estoy seguro de que esto me llevará a un final para nada agradable, por ende, debo dejar a un lado ese extraño sentimiento que aparece cada vez que me encuentro con el pelirrubio. No puedo continuar con mi trabajo puesto que, mis pensamientos vuelan directamente hacia ese patético hombre.

Otro puñetazo me fue dado por el Gran Maestro, cabe resaltar que detesto tanto convertirme en un patético hombre dentro del equipo elite de ladrones; no suelo estar en este lugar castigado porque siempre cumplo con mi trabajo en las fechas establecidas por el Gran Maestro, lamentablemente, en esta ocasión lo he ido retrasando tanto hasta el grado de que he sido traído directamente ante ese hombre poderoso, desvergonzado y violento.

Estoy seguro de que mi rostro ahora mismo es un completo desastre, pero no puedo decir nada a causa de que yo he sido el culpable de esto y lo único que puedo hacer, es aceptar gustosamente el castigo que me está siendo brindando.

—¿Crees que puedes perder el tiempo, Know? Estoy perdiendo rápidamente la paciencia, no me hagas asesinarte— escupió directamente en mi rostro y me sentí muy asqueado, pero hice todo lo posible para ocultarlo. —¿Cómo puede ser posible que no hayas logrado obtener, aunque sea un poco de acercamiento con ese bastardo? ¿Crees que todo esto es un juego?

—No, señor.

—Know, si mañana no me traes, aunque sea un poco de información, serás hombre muerto— me advirtió. —¿Lo entiendes, pedazo de mierda?

—Lo hago, señor— le aseguré sin elevar la mirada del suelo.

Tras obtener otro puñetazo en mi rostro, el hombre salió del sótano y al fin me pude sentir tranquilo; me dejé caer de espaldas al suelo y cerré los ojos en un intento en vano de descansar por unos segundos. Cuando recién ingresé a este nuevo trabajo, pensé que todo sería fácil dado que, no soy una persona que cae a los pies de otra porque solamente me interesa obtener lo que quiero sin que haya compromisos de por medio, pero ahora tengo demasiadas incógnitas que me están jodiendo demasiado.

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—Te dije que hicieras bien tu trabajo— habló Wang —¿O no? — elevó su mirada y se encontró con la mía, asentí con la cabeza a modo de respuesta. —Te he dicho miles de veces que no hagas enojar al Gran Maestro, no puedo hacer mucho por ti desde aquí y lo sabes. Él es el líder mayor y no hay nada ni nadie que pueda contradecirlo.

—Lo sé— suspiré tras dejarme caer en el sofá —Wang, tengo una petición.

—¡Mira esos huevos! — se burló —Has causado una conmoción y nuestro Gran Maestro, te ha molido a golpes y ahora vienes a pedirme algo, ¿qué demonios traes en mente, Know?

—Déjame tomar las riendas de este objetivo— le dije con seriedad —Yo, personalmente, haré que ese bastardo caiga en mis garras— aseguré.

—¿De cuál de los dos bastardos estamos hablando?

—De ambos— sonreí abiertamente tras recargarme en el respaldo del sofá. Le di un trago al vodka y dije—: Ese par de bastardos estarán de rodillas ante mí, en menos de una semana.

—¿Estás seguro?

—Lo estoy.

⎡👑⎦

No oculté los golpes que me ha regalado el Gran Maestro por todo el rostro porque no me interesa si los ven o no, al final de cuentas, son gajes del oficio. Estoy impuesto a joder a las personas de cualquier manera que sea necesaria con tal de obtener la satisfacción que tanto añoro; además, debo hacer todo aquello que el Gran Maestro y Wang me ordenen, de lo contrario, podría tener graves problemas una vez que decida ignorar por completo a los altos mandos. Una vez dentro del equipo elite de ladrones, no habrá nada que pueda hacer para salir, solamente la muerte es una opción.

Caminé a paso seguro por el largo pasillo hasta llegar al aula de matemáticas avanzadas, no me apetece en lo más mínimo asistir a clases, pero debo hacerlo para obtener el éxito esperado en menos de una maldita semana. Muchas personas me consideran como un imbécil que no tiene la capacidad adecuada para ser parte de una de las familias de ladrones más poderosas, conocidas y dominantes del país, ellos no tienen ni la menor idea de las únicas capacidades que tengo porque no estoy dispuesto a compartirlas con cualquiera.

Entré al aula y tomé asiento al lado del chiquillo pelinegro que se ha quedado boquiabierta tan pronto se encontró con mi rostro.

—¿Qué te sucedió? — me preguntó en voz baja, como si temiera ser escuchado.

—¿No te conté que he estado siendo perseguido por unos bastardos? — me giré hacia él y lo miré con falso temor.

—No... ¿por qué están detrás de ti?

—No tengo idea. Ellos han decidido ir a por mí, no tengo otra opción más que intentar huir, pero creo que no lo hago muy bien— me reí.

—Minho, deberías de ir a la policía.

—¿Debería?

—Claro. Es por tu bien.

—Tienes razón— le sonreí abiertamente. —Por cierto, eres muy lindo.

El pelinegro se sonrojó por completo y me sentí victorioso. No cabe duda de que soy un maldito experto en mi trabajo y nadie puede decir lo contrario.

—Gracias— murmuró. —Hyunjin me dijo que eres muy... ¿cómo dijo?

—¿Sí?

—Un coqueto de mierda.

—¿Eso dijo? — lo miré boquiabierta.

—Sí, pero no te molestes— me pidió.

—¿Por qué no?

—Él no suele ser así.

—Eso me da a entender que soy especial porque ha decidido burlarse de mí. 

—Quizá hay algo oculto detrás de todas esas burlas— se encogió de hombros.

—Mi amigo tiene razón— habló un chico tras colocar su brazo sobre mis hombros. —El pelirrubio no suele ser así, me parece muy extraño que le hagas perder los estribos con tan solo posarte frente a él— admitió.

—¿Quién eres? — pregunté tras quitarme de encima su brazo.

𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora