𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

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Sé que soy un completo imbécil por haber caído ante la tentación, pero no pude evitarlo, sus labios eran tan llamativos que lo besé sin pensarlo dos veces, agradezco el hecho de que el imbécil se encontrara completamente dormido y lo suficiente ebrio como para llevar a cabo tal acción.

No puedo negar que, al sentir el tacto de aquellos suaves labios, me hizo tener una gran discusión conmigo mismo puesto que, sentí que ya había probado esos dulces y sedosos labios que se entreabrieron un poco al sentir el suave contacto. Estoy demasiado nervioso ahora mismo, es que, ¿por qué demonios me dejé llevar por ese inmenso deseo que apareció tan de pronto? Soy un completo estúpido por haber caído ante esa temible tentación, lo peor, es que el deseo que parecía pequeño, ahora está creciendo segundo a segundo y no puedo dejar de pensar en aquel chico que lo detesto tanto.

De pronto, alguien golpeó suavemente un par de veces la puerta de mi departamento, rápidamente, me levanté del sofá y caminé hacia la puerta. No es común que vengan a visitarme dado que, todos mis amigos tienen horarios y días muy ajetreados, las únicas veces que nos vemos para conversar, es cuando nos encontramos en el despacho de Wang para hablar sobre nuestros próximos movimientos.

Tras suspirar, abrí la puerta y rodé los ojos al encontrarme con el chico pelinegro que trae con él una bolsa rosa. Definitivamente, es la única persona que vendría a molestarme sin pensarlo dos veces.

—¿Qué es eso? — pregunté tan pronto lo dejé pasar. O, mejor dicho, él me hizo a un lado y entró como si se tratase de su propio departamento.

—He ido en busca de algunas herramientas que podrías utilizar esta noche— decía mientras sacaba distintas botellas y otras cosas que no podía distinguir con precisión, me acerqué hasta la mesa y tomé una botella.

—Vete al infierno— murmuré tan pronto leí la palabra «lubricante» escrita en letra gigante por todo el empaque de la botella. —¿Por qué has traído todo esto? Podrías crear malos entendidos que no necesito ahora mismo— me quejé. —Ya tengo suficiente con haberlo traído aquí y estoy seguro que mañana me dirá un sin fin de estupideces en lugar de agradecerme por haberle salvado el trasero. 

—Quizá no los necesites ahora— sonrió con perversión mientras sacudía un enorme pene falso. —... pero los podrías necesitar en un futuro no muy lejano— me dio un golpe en la mejilla con el pene falso y rodé los ojos. —Ambos sabemos que muy en el interior, estará agradecido porque salvaste su trasero de esos bastardos.

—¿Me estás proponiendo tener sexo, Seungmin? — le devolví la sonrisa de perversión que él me había regalado unos momentos atrás. Su expresión cambió por completo a una de seriedad y tras colocar el pene falso cerca de mi cara, respondió—: Eres buen partido, no veo porque no podría aceptarlo.

—Será mejor que vuelvas a tu casa— le di un ligero golpecito en el pecho para que diera unos cuantos pasos hacia atrás. —Necesito descansar.

—¿Descansar de qué? ¡No hiciste nada!

—¿Crees que traer en mi espalda a ese gran idiota no fue nada? — pregunté tras demostrarle que me siento sumamente ofendido por sus palabras.

—Lee, eres un tonto. Dejaré las cosas aquí, sé que algún día las necesitarás y estaré esperando un «gracias» de tu parte cuando todo esto...— hizo una corta pausa y señaló los artefactos que ha traído para dar más énfasis a sus palabras —, sea de ayuda en un momento de calentura con tu «querido bastardo». No olvides que he gastado mucho dinero en todo esto, espero que les des un excelente uso.

—No digas tonterías.

—¡No son tonterías!

—Lo son, vete ya.

—Está bien, me iré. ¡Ten una excelente noche!

Seungmin simplemente sonrió abiertamente y se alejó hacia la puerta del departamento, tras decirme adiós con la mano, salió y al fin pude ir directamente hacia el sofá para poder dormir durante unas horas.

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Abrí los ojos tan pronto sentí una mirada penetrante que me observaba desde algún lugar de la habitación, miré alrededor y descansé mi mirada en cierto chico atractivo que se encuentra mirándome con curiosidad mientras se encuentra sentado en uno de los taburetes de la barra. Sinceramente, deseaba despertar primero para salir huyendo después de dejarle una nota en donde le explicaba lo sucedido durante la madrugada y todas esas tonterías con el fin de no tener que hablar con él frente a frente.

Me es demasiado difícil poder superar esa expresión que te deja muy en claro que todo le viene valiendo madres y que no hará nada para agradarte; es inevitable no caer ante la tentación de ese posible fuckboy que me hace suspirar a pesar de que lo intento evitar con todas mis fuerzas. Realmente, ¿es tan fácil caer por un chico apuesto, frío y arrogante? Desafortunadamente, sí. Es muy fácil.

En estos momentos, me siento como si estuviese frente a mi crush y estoy intentando no morir en el intento de hablar para poder dejarle en claro que me interesa, sin embargo, no tengo la capacidad necesaria para actuar como una persona madura y educada cuando me encuentro con ese inútil, que claramente, no ha de sentir lo mismo que yo en estos momentos.

—¿Qué me ves? — pregunté con tono molesto tan pronto me encontré nuevamente con su mirada que no ha dejado de estudiarme arriba abajo. Sinceramente, me siento más nervioso de lo que había creído que me sentiría, en estos momentos, me pregunto: ¿en serio pensaba que podría joderlo en un abrir y cerrar de ojos?

El pelirrubio sonrió de lado, pero no respondió y me sentí mucho más frustrado y nervioso. No sé qué me está sucediendo, lo único que sé es que estoy actuando como un completo idiota frente a él. Algo muy dentro de mí, me dice que anteriormente, había sentido algo similar, pero no puedo recordar cuando fue eso.

—¿Qué pasa? ¿El gato te comió la lengua? — enarqué la ceja.