𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

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No puedo negar que el chico es pesado en cuestión de buena masa corporal, pero por ahora, es lo último a lo que debería prestarle atención porque he venido por las cosas de valor, no por un revolcón. Para ser más específicos, tomaremos todas las pastillas de la vida que podamos para llevarlas con nosotros, no importa si es demasiado riesgoso, estamos dispuestos a obtenerlas a como den lugar para poder obtener un gran beneficio.

Los trabajos deben de llevarse a cabo en menos de diez minutos, puesto que, tenemos identificado cada y cuando hacen rondín los guardias de seguridad que están al tanto de la lujosa mansión; no podemos pasarnos ni siquiera un segundo, porque todo estaría perdido automáticamente.

—¡Santa mierda! — murmuré por lo bajo. —Binnie, todo lo que está en este lugar es de alto valor. ¿Cómo pueden tener tantas cosas materiales, sin siquiera tener remordimiento por la situación de otras personas de bajos recursos?

—Lo estoy viendo. Por cierto, ve directamente a la última habitación de la tercera planta. La que tiene puerta color blanco con plateado.

—Entendido, pero primero iré a dejar a este pesado costal.

—Know, haz lo mejor que puedas— habló mi jefe. —No olvides que este es un castillo cubierto de oro.

—No lo olvidaré.

—He revisado las cámaras de la mansión y no hay nadie que esté ligado con la seguridad— me informó Binnie. —Puedes pasear libremente, en cuanto aparezca alguien más, te lo haré saber.

—Entendido.

Comencé a caminar hacia la tercera planta después de haber dejado al estúpido tirado sobre el suelo de la segunda planta. No podemos tardar más de cinco minutos en extraer todo aquello que sea de nuestro agrado, sin embargo, debemos de estudiar más a fondo el perímetro antes de que Binnie envíe el camión de mudanza que sacará todo lo que haya en la mansión que ha sido elegido por nosotros.

Todos nuestros movimientos están perfectamente calculados por nuestro jefe, además, tenemos demasiada experiencia que podemos hacer todo esto hasta con los ojos cerrados. Sé perfectamente que estamos viviendo de otros, pero, ¿qué más da?

Caminé a paso rápido hacia la puerta que me ha sido indicada por Binnie y tras abrirla con una tarjeta de crédito, entré y me quedé estupefacto al encontrarme con el valioso contenido de la habitación.

—Maldito hijo de puta, ¿cómo puede tener todo eso? — se quejó Binnie.

—La misma pregunta tengo yo— susurré. —¿Qué procede, jefe?

—Me encantaría secuestrarlo para tener una gran cantidad de vida a cambio del pequeño adinerado, pero mi nula moral no me permite tanta flexibilidad— se burló —, por el momento, enviaré a unos hombres a saquear la mansión. Know, vuelve con el chico bonito y quédate con él hasta que yo te dé luz verde.

—Enterado.

Acaté la orden de mi jefe y volví a la posición que me ha sido indicada. Hemos estado en este negocio desde hace unos años atrás y nunca hemos atentado contra la vida de nuestras presas porque no lo consideramos necesario.

—¡Oye! — el chico exclamó con alegría tan pronto me vio. —¿Por qué eres demasiado caliente?

—No lo sé, pregúntaselo a mi madre— me encogí de hombros tras dejarme caer al suelo frente a él.

—¿Te gustaría...? — el chico elevó ambas cejas. —¿Te gustaría hacer algo divertido?

Sinceramente, no puedo negar que es guapo, pero algo me dice que no es lo que realmente deseo y eso, es muy extraño.

—No... — ni siquiera terminé de hablar cuando de pronto, el chico cayó en un profundo sueño y sonreí abiertamente tras escuchar los pasos apresurados de las personas que han irrumpido en la mansión.

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—Se dice que la mansión del reconocido Jeong ha sido saqueada por unos ladrones de elite que son conocidos como «Back Door» durante la madrugada. Nadie sabe exactamente cómo fue que lograron entrar a la mansión del empresario Jeong— dijo la mujer de las noticias —, sin embargo, el hijo pequeño Jeong, se encuentra a salvo.

Nuevamente, los ladrones de la elite han obtenido éxito en su asalto y se encuentran sumamente felices por haber obtenido el dinero del empresario Jeong.

—¡Excelente trabajo! — gritó Binnie tras elevar la copa. Todos imitamos su acción y tras hacer un brindis, nos tomamos el líquido de un solo trago para festejar que hemos obtenido otro botín que será de gran ayuda.

—Chicos, me siento muy feliz de tenerlos en mi equipo— habló Wang. —No cabe duda de que somos los mejores.

—No hay duda de eso— se rio Bokkie. —¿Deberíamos de convertirnos en ladrones internacionales? Tenemos todo lo que se requiere.

—Es mucho más complicado— hablé tras dejar la copa sobre la mesa. —Por ahora, debemos dar lo mejor de nosotros para seguir obteniendo éxito aquí.

—Know tiene razón— concordó Wang. —Por ahora, disfrutemos de nuestras victorias. 

Es difícil acostumbrarse a esa patética vida, pero no hay nada más que hacer que buscar la manera de sobrevivir sin importar lo que tengas que hacer en el camino al éxito. No considero que sea bueno el hecho de solamente obtener 50 años como vida, dado que, deberíamos ser libres e ignorantes en cuanto a la fecha estimada de muerte; es muy difícil mirar nuestro antebrazo y ver que la vida se nos está yendo de las manos frente a nuestros ojos y no podemos hacer nada más que esperar el final.

Estoy completamente seguro de que la palabra «justicia» no existe en el vocabulario de la mayoría de los adinerados o quizá si la conocen, pero se la pasan por lo huevos y la ignoran deliberadamente dado que, ellos tienen todo lo que quieran sin tener que dar algo valioso a cambio y eso, duele demasiado. No es justo que ellos puedan obtener la pastilla de la vida a costa del sufrimiento de otros.

Aristóteles explicaba la justicia clasificándola en varios tipos: uno de ellos es la justicia distributiva. Se trata de repartir a cada quien equivalentemente. Por ejemplo, si hay una pizza que tiene ocho rebanadas y hay ocho personas en el lugar, la justicia distributiva dicta que se debe dar a cada uno una rebanada de pizza. En este caso, todos deberíamos de ser considerados iguales para poder obtener las facilidades que los adinerados tienen, la pastilla de la vida debería ser accesible para todos.