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No sé exactamente cuando fue que me desmayé, sin embargo, he sido traído en la espalda de Kim hasta una agradable sombra que se encuentra lo suficiente alejado del resto de los guardianes que continúan entrenando arduamente. Perfecto, ahora he quedado como un chico débil frente al resto, sin embargo, es todo lo contrario a lo que ellos creen a causa de que, poco a poco, estoy siendo poseído por ese extraño ser que está tomando posesión de mi cuerpo, mente y alma.

—¿Te sientes mejor? — me preguntó Kim tras ayudarme a recostarme sobre el suelo.

—Eso creo— murmuré sin abrir los ojos.

Kim suspiró y tomó asiento a mi lado. —¿Cómo es posible que hayas logrado asesinar cruelmente a un demonio de alto poder, cuando claramente, eres tan débil?

"Recuerda esas palabras cuando te demuestre que no soy débil", pensé.

—Llámalo suerte— le sonreí. Abrí los ojos y miré hacia el pelinegro que me mira con curiosidad. —¿Qué? — pregunté tras tomar asiento.

Kim se acercó lo suficiente hacia a mí logrando que nuestras narices se tocaran y debo admitir, que no me sentí asqueado o temeroso, al contrario, tengo la sensación de que ese hombre, es altamente confiable.

Inexplicablemente, bajé la mirada cuando Kim colocó ambas manos sobre mis mejillas y las apretó sin ejercer demasiada fuerza, es como si le estuviera apretujando las mejillas a un recién nacido; Kim sonrió de lado y continuó estudiando mis ojos, yo, sin saber qué hacer, decidí mantener la mirada en el suelo porque me siento sumamente nervioso.

—¿Quién eres realmente? — la pregunta me tomó por sorpresa, así que, elevé la mirada y me encontré con la de él.

Solté una risita y respondí—: Lee Minho.

—No, no— entrecerró los ojos. —¿Quién logró hacer ese magnífico trabajo?

—¿Trabajo? ¿De qué...?

—Líder Kim, guardián Lee, ¿por qué están perdiendo el tiempo mientras coquetean deliberadamente?

Kim alejó rápidamente sus manos de mis mejillas y dirigimos nuestras miradas hacia el príncipe Hwang que se encuentra mirándonos con indiferencia.

—Príncipe Hwang, ¿se le ofrece algo? — preguntó Kim tras levantarse del suelo.

—Tomaré al guardián Lee para dar un paseo.

—Oh, claro. Adelante.

Miré hacia Kim y este me sonrió abiertamente.

—Vamos, no tengo todo su tiempo— murmuró Hwang.

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Hemos caminado durante unos minutos, sin embargo, Hyunjin no ha dicho palabra alguna y eso, me hace sentir ligeramente incómodo; por otro lado, sé perfectamente que no podemos ser amigos, puesto que, somos completamente diferentes, por ende, no planeo forzarlo a tener una conversación aburrida conmigo, así que, lo mejor será cuidarlo mientras da un cómodo y tranquilo paseo por el bosque.

—Lee.

—¿Sí, príncipe?

El atractivo chico pelinegro se detuvo abruptamente y se giró hacia mí; su mirada es fría e inexpresiva y su expresión es la definición de seriedad.

—¿Qué hacías con el líder Kim hace unos momentos atrás?

—Nosotros...

—¿Te gusta?

—¿Qué? ¡No!

—¿Cómo puedes estar tan seguro? — enarcó la ceja.

—Yo...

—Acaso, ¿él te hace sentir en el cielo al igual que yo cuando te beso? — abrí los ojos como platos e intenté no entrar en pánico al sentir al príncipe Hyunjin tocarme deliberadamente mientras muestra una sonrisa triunfante.  —Responde.

—No, él no...

Hyunjin me interrumpió tras posar sus labios sobre los míos; me dejé llevar por el deseo que ha hecho acto de presencia y me sentí más hambriento cuando Hwang posó sus manos sobre mi cadera y ejerció fuerza para juntar mi cuerpo con el suyo, claramente, puedo sentir cierta parte que, al parecer, ha despertado y busca atención.

𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora