𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

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—¡Bastardo de mierda! — otro golpe con el bate me fue dado en el abdomen; está más que claro que, el Gran Maestro se encuentra extremadamente enojado en estos momentos y lo entiendo, también estuviera molesto si estuviera en su lugar. —¿Cómo es posible que tengas la desfachatez de hacer tal estupidez?

Wang, Binnie y Bokkie se encuentran inmóviles del otro lado del bosque. Ellos no pueden entrometerse en estos asuntos porque también se enredarían en mis problemas y claramente, no deseo eso; ellos me ayudaron a salvar a Hyunjin del estúpido que tengo como líder y estoy más que agradecido con ellos. Sinceramente, estoy demasiado cansado y lo único que deseo, es finalizar con toda esta mierda.

—¿Crees que te saldrás con la tuya, hijo de perra? — se burló —¿Cómo es que, caíste ante los encantos de ese bastardo? ¡Eres un completo estúpido, Lee Minho! — otros golpes fueron recibidos por mi cuerpo que no se encuentra en buen estado. No me interesa recibir más golpes, al final de cuentas, no tengo demasiado tiempo de vida; puedo soportarlo hasta mi último suspiro, claramente, me hubiera gustado tener otro final, pero no siempre se tiene lo que se desea, ¿cierto?

—Gran Maestro...— habló Wang —Será mejor...

—¿Qué mierda quieres, Wang? — el hombre se giró hacia el antes mencionado y lo señaló con el bate cubierto de mi sangre. —Acaso, ¿crees que tienes el descaro de intervenir en estos asuntos, cuando claramente, ha sido tu culpa el no haber logrado domar a tus trabajadores de mierda?

—Gran Maestro, le pido perdón por lo sucedido, ¿habrá alguna manera de...?

El hombre soltó una estruendosa carcajada y esto, logró que la pregunta de Wang se viera interrumpida. Binnie y Bokkie se encuentran en completo silencio detrás de Jackson, ni siquiera han levantado la mirada del suelo.

El hombre se giró nuevamente hacía a mí y bajó la mirada hacia el suelo, se encontró con la mía y sonrió abiertamente. —Know, ¿estás dispuesto a dar tu vida por la de ese bastardo de mierda?

Sé perfectamente que tiene un perverso plan en mente y, no tengo otra salida de esto a menos que muera sin importar las circunstancias; el Gran Maestro me está dando otra oportunidad, pero esta vez, tengo muy en claro que yo moriré.

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—Know, por favor... solo hazlo— pidió Wang en voz baja desde el otro lado de auricular.

Asentí con la cabeza a modo de respuesta e intenté armarme de valor, que claramente se ha ido volando tan pronto me enteré de la cruda realidad a la que estaba sometido sin siquiera percatarme de ello hasta que fue muy tarde. Me miré al espejo una vez más antes de salir del sanitario y tras suspirar, salí con la frente en alto.

Felix se había encargado de ocultar cada uno de los golpes que me fue brindado por el Gran Maestro para evitar ser descubierto con facilidad. Changbin me dijo las instrucciones de manera lenta y precisa, esto con el fin de obtener éxito en mi última misión; el Gran Maestro se encuentra atento a todo lo que está sucediendo para asegurarse de que, no daré un paso hacia atrás al último momento.

Caminé a paso lento, seguro y decidido hasta el hombre que se encuentra sonriendo alegremente a todo aquel que le saluda; esta noche, es muy importante por dos cosas, la primera es: esta será mi última misión y la segunda, el presidente se presenta junto con su familia ante toda la sociedad que está emocionada por darle la bienvenida una vez más.

El presidente se posó detrás del atril y tras aclararse la garganta, dijo—: Me alegra tenerlos a todos ustedes aquí— sonrió abiertamente. —Tengo una gran noticia para ustedes, he decidido firmar un acuerdo con el Banco de Vida, ellos han aceptado no tomar la vida de todo aquel que pida un préstamo, esto, ayudará a que la tasa de mortalidad disminuya notablemente... — el hombre continuó hablando con alegría, sin embargo, dejé de escucharlo puesto que, no tengo cabeza para nada en estos momentos.

—Chico, es hora de que hagas feliz a tu dueño— habló el Gran Maestro —, demuéstrame tu única e inigualable capacidad de hacer correctamente tu trabajo— dijo con burla.

Retomé mi camino hacia la parte delantera del lugar, necesito estar lo más aproximado al presidente si quiero tener éxito a la primera; mis manos tiemblan demasiado, el sudor no ha tardado en aparecer y siento una gran opresión en mi pecho que me es difícil ignorar. Siento como si, todo lo que he estado haciendo esta incorrecto y debo de darle punto final.

Las personas comenzaron a aplaudir después de escuchar el discurso del presidente, al parecer, todos lo aman porque es el único hombre que ha logrado entender las necesidades del pueblo; sé perfectamente que no es un mal hombre, algo me dice que he estado equivocado durante todo este tiempo, pero no tengo otra opción en estos momentos.

Tomé mi arma y sin pensarlo dos veces, la saqué de mi saco y apunté directamente hacia el presidente que se ha quedado inmóvil al percatarse de mis claras intenciones; el público comenzó a dispersarse lo más lejano posible para salvarse del idiota que ha perdido por completo la cordura. Los hijos del presidente fueron llevados rápidamente hacia otro lugar para salvaguardar sus vidas.

"Lo siento tanto", pensé sin despegar la mirada del presidente que simplemente les ha pedido a sus hombres de seguridad que no se acerquen.

Mi padre se quedó pasmado ante tal escena que se está presenciando ante sus ojos; claramente, él nunca pensó que su hijo fuera a cometer una estupidez como esta y lo entiendo.

Lee Minho no tenía ni la menor idea de que el presidente sabía perfectamente el plan que tenía en mente y planeaba detenerlo porque no deseaba que el circulo se volviera a repetir una y otra vez; el destino les había dejado muy en claro que, el perdón era la única solución para poder tener un final feliz, sin embargo, no había tenido tiempo de poder hablar sobre ello con todos los involucrados y el tiempo, estaba encima.

—Yo... tengo que hacerlo.

—No cometas una tontería, Minho— habló el presidente sin demostrar un poco el temor que recorre sus venas ahora mismo.

—No soporto más todo esto— solté una risa amarga. —Es momento de darle punto final.

—Hijo...

—¡Minho! ¿Qué demonios crees que haces? — gritó Hyunjin tan pronto logró obtener la libertad a la que lo estaban sometiendo sus guardaespaldas para que no sufriera daño.

—Hago lo que debo hacer— sonreí de lado. —Señor presidente, esto ha llegado a su fin.

—Eso, chico, hazlo— habló el Gran Maestro —Demuéstrame tu valentía.

—¡NO! — gritó Hyunjin.

Minho hizo un movimiento rápido e inesperado con el arma, la accionó y la bala salió disparada fuera del cañón y esto logró que la sangre cubriera los rostros y otras partes del cuerpo del resto de los hombres presentes; el cuerpo cayó al suelo que se ha cubierto de rojo carmesí.