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—Te dije que el pene serviría de algo— Seungmin sonrió abiertamente. Sin pensarlo, le sonreí de vuelta y no pude decirle una estupidez a causa de que, cada vez que él sonríe, me siento tranquilo y cómodo. —Por cierto, ¿cómo está tu herida?

—No está mal— me encogí de hombros.

—¿Estás seguro? No creo muy convincente el hecho de que hayas venido a trabajar después de haber recibido...

—Es mi trabajo, no podría perderme unas horas de diversión por algo tan tonto como la herida.

Seungmin se encogió de hombros y dirigió su curiosa mirada alrededor del lujoso local que está abarrotado de gente. Esta noche, él ha decidido visitar el antro como una persona común, no por motivos de trabajo.

Wang, mi jefe, me ha enviado para estudiar a la próxima presa que está podrida en dinero, todo lo que usa es altamente costoso y estamos más que dispuestos a tomar un poco de su riqueza. Mis amigos estaban negados ante la idea de que yo viniera a trabajar, pero es sumamente aburrido estar encerrado en el hospital, después de convencerlos, aceptaron que asistiera esta noche a trabajar. Además, no quiero continuar perdiendo el tiempo mientras pienso en cierta persona que me hace perder los estribos.

—Minho, ¿seguro que estás bien?

—Sí— respondí sin mirarle.

Encontré mi objetivo y me levanté del taburete, sin siquiera despedirme de Seungmin, comencé a caminar hacia al chiquillo que no parece tener más de veinte años; los menores y los abuelitos son mucho más fáciles de hacerlos caer, a comparación de los jóvenes.

Ignoré por completo la punzada de dolor que sentí y continué caminando hacia mi objetivo, sin embargo, un hombre me tomó con fuerza del brazo y evitó que continuara con mi camino. De mala gana, me giré hacia el desconocido e intenté soltarme de su agarre, pero solo logré que se intensificara mucho más.

—Suéltame— le ordené entre dientes.

—¿Por qué? — sonrió con perversión —¿No te gustaría divertirte, pequeña zorra?

—¿A quién demonios has llamado «pequeña zorra», imbécil? — fruncí el ceño.

—¿No es obvio? — enarcó la ceja.

Me solté de su agarré e intenté caminar detrás de mi objetivo tras ignorar deliberadamente al imbécil, pero fui demasiado lento; el hombre me lanzó contra una de las mesas y caí al suelo, mi sangre comenzó a hervir y me levanté de un salto, me acerqué hacia el hombre y estaba a punto de propagarle un puñetazo en el rostro, cuando de pronto, me tomaron de los hombros y me alejaron del imbécil.

—¿Qué está sucediendo aquí? — preguntó con tono varonil el príncipe bastardo tras colocarse delante de mí. Puedo reconocer su voz en cualquier lugar bajo cualquier circunstancia y me odio tanto por eso.

—¿Por qué debería importarle?

Me quedé en completo silencio y miré hacia el imbécil que mira con superioridad al príncipe bastardo. 

"¿Debería de fingir que soy un completo estúpido ante las discusiones que involucran golpes? ¿O debería demostrarle que yo solito puedo contra cualquier idiota que intervenga en mi camino?", me pregunté en silencio. De pronto, tuve la grandiosa idea de quedarme detrás del príncipe bastardo porque, posiblemente, este será un excelente movimiento que me hará acercarme mucho más a mi victoria. Además, no puedo negar que se siente bien ser defendido.

—Me importa mucho porque este lugar, es mío— respondió con tono gélido el príncipe bastardo.

Al menos una docena de hombres se posaron a nuestro alrededor y dirigieron una fría mirada hacia el hombre que ha intentado joderme la noche y lo peor es que lo ha logrado puesto que, mi objetivo se ha ido.

—Señor, ¿Nos haría el favor de largarse? — le preguntó el hombre que había ido por el príncipe bastardo a mi departamento. —¿O gusta que lo acompañemos hasta la puerta?

El hombre sonrió abiertamente y tras encontrarse con mi mirada, dijo—: Esto no ha terminado, pequeña zorra.

Opté por quedarme en completo silencio en un intento de parecer un chico débil frente a las miradas curiosas que no hecho nada más que apreciar el espectáculo que ha montado ese imbécil.

—Minho, ¿estás bien? — Seungmin se posó a mi lado y me giró hacia él, me tomó de ambos hombros y miró cada parte de mi cuerpo en un intento en vano de encontrar alguna herida que pudo haberme hecho el idiota.

—Estoy bien— mentí. —Solo ha sido un mal entendido...

—¿Un mal entendido? ¡Tonterías! Ese bastardo es un completo estúpido. ¿Cómo pudo haberte tomado como víctima? ¡No eres nada más que un lindo angelito en busca de protección, amor y comprensión! — soltó con falso drama.

—Ya no digas más tonterías— le pedí.

—Vamos, te llevaré a casa...

—Él no se irá contigo— habló el príncipe bastardo tras tomarme del hombro, sin cuidado alguno, me atrajo hacia él y miró a Seungmin—: Yo lo llevaré.

—No creo que eso sea posible...

—No te pregunté— me interrumpió.

Miré a Seungmin en busca de ayuda, sin embargo, él sonrió abiertamente y dijo—: Se amable con él.

La traición y la decepción hicieron acto de presencia al ver que Seungmin se ha ido como si no le hubiera pedido ayuda. No cabe duda de que le haré pagar por lo que me ha hecho esta noche.

—Camina— me ordenó el bastardo.

No me quedó otra opción más que acatar su orden en silencio y caminé hacia el exterior del lujoso local; el pelirrubio abrió la puerta de su auto y señaló el interior de este, sin embargo, negué con la cabeza y dije—: Puedo irme solo.

—Lee, te llevaré yo.

De mala gana, me subí al auto y me crucé de brazos, durante todo el camino, decidí no decir palabra alguna puesto que, me siento demasiado nervioso. Después de unos minutos, llegamos al edifico y me bajé del auto, el pelirrubio imitó mi acción y caminó detrás de mí en completo silencio.

Me abofeteé mentalmente al abrir la puerta del departamento dado que, había olvidado por completo lo que sucedió hace unos días atrás. El pelirrubio me lanzó a un lado y entró, al ver el desastre, se giró hacia a mí y preguntó—: ¿Qué ha sucedido?

—¡Oh por Dios! ¿Qué sucedió? — pregunté con falsa sorpresa y angustia.

𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora