𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

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Seo Changbin había escapado de las garras del emperador gracias a que le di una última oportunidad para huir aquel fatídico día en donde le arrebaté la vida a unas cuantas personas; Seo, era el líder de aquella aldea y a pesar de su corta edad, había logrado tantas cosas en tan poco tiempo. Claramente, no podría pasar por alto su inteligencia y capacidad para la caza, por ende, lo busqué después para llegar a un acuerdo que nos beneficiara a ambos. Changbin, se convirtió en uno de mis subordinados y nadie sabe sobre ello, porque lo mejor es, mantener ocultas mis armas más letales.  

No he confiado en demasiadas personas desde que el abuelo Park y la familia de Jeongin murieron, sin embargo, le he dado la oportunidad a Seo para que me demuestre que aún existen compañeros fieles que se ayudarán en todo momento; él sabe perfectamente mis intenciones hacia el emperador y se animó mucho más a participar en esta venganza que he estado ideando desde hace tanto tiempo atrás.

Pero, al recordar las palabras que fueron dichas por mis compañeros —líder Kim, Han y Wang—, vienen a mi mente demasiadas dudas que no puedo aclarar por más que lo intento, ¿realmente Hwang Hyunjin fue capaz de asesinar a todos los que habitaban en la misma aldea que yo? Y, si fue así, ¿por qué lo hizo?

Necesito dar respuesta a todas las incógnitas que han ido apareciendo con el tiempo, lo único que puedo creer verdadero, es que Hwang fue obligado por el emperador y por ende, aceptó asesinar a toda la aldea, de lo contrario, no veo que otra razón pudiera ser factible; me siento extremadamente estúpido porque, confío ciegamente en el príncipe, sin siquiera conocerlo de todo y, no puedo bajar la guardia porque en cualquier momento, mi propio juego podría tomarme como víctima.

Desde que me convertí en un ser inmortal, no puedo dejar de pensar en las ventajas y desventajas que ahora estarán de mi lado por siempre; no podré morir a menos que sea a manos de una persona especial y, dudo mucho que eso sea real; me cuesta digerir con rapidez la nueva etapa de mi vida, sin embargo, estoy seguro de que podré hacerlo y obtendré un maravilloso final, o al menos, eso quiero creer.

Desearía tanto poder arrastrar a Hwang Hyunjin al pozo sin salida que yo mismo estoy cavando, pero no puedo darme ese lujo porque nunca me lo permitiría. Él no merece manchar sus manos de sangre, al igual que yo; necesito proteger a como dé lugar su pureza o nunca me lo perdonaré. Aunque, a veces pienso que Hyunjin es totalmente lo opuesto a lo que muestra día con día.

—Lee, ¿qué hago con los cuerpos? — miré hacia Seo y sonreí de lado.

—¿Desaparecerlos?

—Patriarca... Lee— corrigió tras mirar hacia donde se encuentra Hwang dormido plácidamente. —Deberá ser mucho más cuidadoso, de lo contrario, podrían dar con usted para darle su merecido.

—¿Crees que tengo miedo? — chasqueé la lengua. —Las personas que desean mi lugar, no son nada más que unos completos incompetentes. No hay nadie mejor que yo, por eso fui elegido, ¿No?

—Le iba a preguntar el nombre de su perfume, pero ahora que lo huelo de cerca, puedo afirmar que se llama «humildad»— se burló.

—Te mereces una patada...

—¡Iré a deshacerme de los cuerpos, Patriarca Lee! — Seo salió corriendo.

Fingir ser un completo estúpido se ha convertido en una habilidad única y especial, es mi mejor arma para hacer caer a mi enemigo en mi trampa sin que se percate de ello, pero mis victimas están siendo mucho más difíciles y eso, me genera conflicto porque no puedo acabar con esto de la manera rápida y limpia, como a mí me gusta.

Fui nombrado Patriarca Lee desde que tomé el puesto del Dios del inframundo, todas las criaturas demoniacas se posaron frente a mi e hicieron una reverencia para demostrar su completo respeto hacia mí, sin embargo, la mayoría de ellos, desea con todas sus fuerzas arrebatarme el trono a como dé lugar, pero no lo soltaré tan fácil.

He logrado llegar hasta la cima sin esforzarme demasiado, fui elegido por el mismísimo Dios del inframundo y me entregó no solamente su inmortalidad, también su conocimiento y habilidades que son únicas, la pregunta que no me ha dejado en paz desde aquel día, es: ¿Cómo es que confió en mí para tomar darme su lugar?

Aunque, la razón no me interesa demasiado por ahora, lo único que debo hacer, es terminar con lo que he empezado para poder ser libre y sentirme satisfecho. No tengo otra opción más que, continuar al lado del querido hijo del emperador para poder atacarlo cuando menos lo espere.

Miré hacia el príncipe y sonreí de lado tras cruzarme de brazos. Ese chiquillo es un completo estúpido, no creo que tenga la voluntad, ni mucho menos la frialdad necesaria para terminar con la vida de toda una aldea, estoy seguro que hay un trasfondo que no es fácil de detectar a simple vista y debo indagar mucho más. 

Hwang abrió los ojos y miró alrededor, rápidamente tomo asiento y dirigió su mirada llena de miedo hacia a mí y suspiró al encontrarse con mi cálida sonrisa.

—¿Pesadillas?

—Eso no te interesa— soltó tras rodar los ojos. —¿Qué hay para cenar?

—Le he guardado un poco de venado, espero que pueda disfrutarlo a pesar de que no ha sido cocinado por un experto chef, como los que acostumbra tener en el Palacio Real.

Hyunjin se detuvo frente a mí y sonrió de lado; colocó un dedo sobre mi pecho y preguntó con voz tenue—: ¿Crees que soy un completo imbécil que ni siquiera puede sobrevivir por sí mismo? 

—No lo creo, estoy seguro de ello— alejé su dedo. —Si fuese lo contrario, su padre no lo hubiera enviado conmigo.

—Te demostraré que estás muy equivocado, Lee Minho.

—Estaré esperando, Hwang Hyunjin.

—Disculpen, ¿a qué hora se van a comer la boca? — preguntó Seo con tono burlón.