𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

♔ 48 ♔

—Príncipe Hwang, ¿De pura casualidad, no me quiere preguntar sobre la «cita» que tuve con Bang Chan? — le pregunté a Hwang tan pronto me encontré con él.

—¿Por qué debería tener interés sobre su absurda conversación?

Su indiferencia me hace querer continuar detrás de él hasta el día que decida ceder ante el obvio deseo que tiene por intentar algo más que una relación de perro y gato. Hwang es un chico sumamente difícil, sin embargo, estoy totalmente seguro de que es un amor de persona una vez que haya cedido ante sus deseos reales, no los que le han sido impuestos por su padre.

Hyunjin se giró hacía a mí y tras encontrarme con esos ojos brillantes, sentí como si mi corazón hubiera sido golpeado con fuerza por alguien y rápidamente miré hacia otro lado tras aclararme la garganta, todo con la intención de no encontrarme nuevamente con aquella mirada que me hace perder el sentido por completo.

De pronto, apareció Bang Chan y me sonrió abiertamente, después saludó a Hwang de una manera más respetuosa y dijo—: Es momento de ir al castillo de mi padre.

—Usted lidere el camino— le pidió Hwang.

—¡Perfecto!

Nos subimos a nuestro respectivo transporte —caballo— y emprendimos un nuevo camino hacia el castillo del Rey Bang. ¿Estoy nervioso porque he aceptado una alianza con la dinastía Bang? ¡Por supuesto que no! Me siento sumamente capaz de lograr obtener la victoria. 

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Alrededor de la plaza, hay más de quince pilares de color gris, en cada uno de los pilares, hay una feroz cabeza de dragón. Se dice que el principal antepasado de la secta de la dinastía Bang había utilizado una técnica única llamada Dao para perseverar cada una de las cabezas de dragón como si estuviesen recién cortadas. Supuestamente, esas cabezas tienen la capacidad de alejar a los espíritus malignos.

—¿No crees que las cabezas de dragón son innecesarias? — le pregunté a Bang tan pronto me posé a su lado derecho. El chico se giró hacia a mí y sin borrar su gran sonrisa, preguntó—: ¿Por qué?

—Claramente, ustedes son unos demonios, ¿por qué colgar cabezas para alejar a los malos espíritus? ¿Nunca has sentido que te corren?

La sonrisa del Bang se borró y tras rodar los ojos, respondió—: Patriarca Lee, si continua con esos comentarios, me veré en la obligación de aplicarle el hechizo del silencio.

De pronto, una persona de aproximadamente veinte años se posó frente a nosotros y mostró una expresión de arrogancia. Estoy seguro que podrá ser el mejor amigo de Hwang con esas facciones de desagrado total. Su estatura es predominante, sus movimientos son elegantes y finos. Su hermoso rostro parece una obra esculpida con el mayor cuidado. Lleva una túnica de manga ancha sin una sola mota de polvo. Las únicas decoraciones que tienen son tan finas que debes de entrecerrar los ojos para poder identificarlas; su cabello está atado con una tela del mismo color que la túnica. La apariencia del hombre le dio una imagen de belleza etérea, distante, pura y noble.

Al parecer, su repentina aparición causó que todos los que se encuentran en la plaza, se quedaran completamente asombrados y aturdidos en su lugar. Nadie se movió, nadie habló, ni siquiera se atrevieron a parpadear para no perder de vista al elegante y atractivo hombre que ni siquiera ha mirado a su alrededor, simplemente ha decidido caminar directamente hacia nosotros. 

"¿Cómo es posible que todos sean altamente atractivos?", pensé con curiosidad.

Una vez que lograron reaccionar, gritaron «¡Saludos al Gran Líder Marcial! ¡Respetuosamente le damos la bienvenida!».

Tanto jóvenes como viejos, se inclinaron de inmediato para hacer sus saludos, sin embargo, me quedé inmóvil frente a dicho hombre. ¿Qué se supone que debería hacer? ¡Ni siquiera sé quién es!

—¿Este criado no piensa saludarme adecuadamente? — preguntó tras arrugar su nariz.

Hwang soltó una risita tras escuchar la palabra «criado» siendo dirigida hacia mí.

—¿Disculpe? ¿Me ha dicho criado?

—Ha habido un error— intervino Bang. —Él... él es el guardián del príncipe Hwang.

—¿El qué? — el chico bonito frunció el ceño.

—Es Lee Minho, el guardián del príncipe Hwang.

—¿Ese Lee Minho?

—Sí, ese Lee Minho.

—Sí, sí, ese Lee Minho, ¿podemos continuar con nuestro camino? — habló Hwang.

—¡Oh, lo había olvidado! — Bang sonrió abiertamente —Él es el príncipe Hwang Hyunjin, ha venido a hablar con padre para llegar a un acuerdo en cuanto a una alianza.

—Ah.

"¿Ah? ¿Es lo único que pudo decir ese apuesto hombre? ¡Menuda mierda!".

—Nosotros nos encontraremos en otra ocasión, ¡Hasta luego!

—Como sea— murmuró el castaño.

Nuevamente, retomamos nuestro camino, al dejar atrás al chico apuesto, Bang dijo—: Él es Jaehyun, es el mejor discípulo que tiene la dinastía Bang.

—Es muy...— me aclaré la garganta tras notar la penetrante mirada de Hwang. —... serio.

—¿Seguro que querías decir eso? — preguntó Hwang.

—Claro, ¿qué más debería decir?

—La verdad, por ejemplo.

—Esa es la verdad— mentí.

—Claro que no.

—El discípulo Jaehyun es muy apuesto, ¿feliz?

—Para ti todos son guapos— resopló.

—Eso no es cierto, tu eres más guapo que todos ellos— le corregí.

—Lamento interrumpirlos, pero me gustaría decirles que puedo otorgarles una habitación para que llevan su combate de palabras a una batalla de cuerpos— habló Bang.

—¡No! — chilló Hwang.

—¿Puedo hacerles una preguntita?

—¿Qué es? — me giré hacia Bang.

—¿Quién es quién?

—¿De qué hablas? — preguntó Hwang.

—¿Quién «da» y quién «recibe»?

—Eres un cerdo— solté sin pensarlo.

—Más respeto para su guía— pidió Bang.

Después de dejar en claro que no había nada más que una relación de empleado-jefe entre Hyunjin y yo, continuamos caminando por el gran pueblo que es propiedad del padre de Chan; él nos comentó que la dinastía Bang tiene bajo su poder treinta y seis palacios, quince salas, treinta y seis montañas y setenta cavernas. No cabe duda de que la dinastía Bang tiene demasiada riqueza, poder y territorios, entonces ¿por qué ha decidido ir detrás del emperador?

—Esta noche se quedarán en uno de los palacios para invitados, mañana temprano se podrán encontrar con mi padre— nos informó Bang.

—Habitaciones separadas, por favor— pidió Hwang.

—Aburrido— murmuré.