𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

♔ 24 ♔

Claramente, los guardianes debemos de caminar alrededor del carruaje para estar al tanto de los alrededores, no podemos permitir dejar pasar por alto una posible pista que nos indique que algo anda mal. No sé cuánto tiempo ha transcurrido, pero al fin hemos llegado al punto de encuentro del emperador con los funcionarios que se encuentran reunidos en una pequeña posada que está en medio del bosque; no me parece ideal el lugar para llevar a cabo una importante reunión, sin embargo, carezco de inteligencia "real" que supuestamente, el emperador tiene.

El emperador bajó del carruaje y caminó a paso rápido hacia el interior de la posada, sin embargo, el príncipe Hwang se ha quedado en el carruaje en la espera de su padre; sinceramente, tengo el gran deseo de encontrarme frente a frente con el pelinegro para conversar un poco, pero no puedo hacerlo porque no es correcto.

"¿Cómo podría ser adecuado, tener una conversación amena con el mismísimo príncipe, cuando no soy nada más que un guardián?", pensé con ironía. Entre nosotros, se encuentra una gran diferencia que puede ser claramente vista por todos, hasta puede ser sentida por los ciegos.

—Lee, da un rondín— me ordenó Kim tras posarse frente a mí con su expresión cubierta en seriedad.

Asentí con la cabeza y en silencio, comencé a caminar hacia la parte que ha sido señalada por el líder Kim, al parecer, debo de dar algunas vueltas alrededor para asegurarme de que no haya peligro a la vista.

Estaba a punto de tomar asiento durante unos minutos para descansar, cuando de pronto, escuché que alguien gritaba un sin fin de instrucciones desde el otro lado de donde me encuentro; rápidamente, comencé a correr hacia el carruaje en donde se encuentra el príncipe Hwang y me quedé inmóvil durante unos momentos.

—¡Protejan al emperador y al príncipe! — gritó Kim mientras degollaba a dos hombres cubiertos de la cabeza a los pies.

"¡Maldita sea, es mi primer día de trabajo y ya tengo que llevar a cabo una masacre!", me quejé en silencio.

—Lee, ve a por el emperador y protégelo— me ordenó Kim tras pasar a mi lado prácticamente volando para darle una patada directa a otro contrincante en el pecho que lo dejó sobre el suelo. No puedo negar que Kim es extremadamente bueno en su trabajo, tras entender el peligro, caminé hacia la posada para ir en busca del emperador y llevarlo con bienestar hacia un escondite.

—¿Emperador? — entré a la posada y miré alrededor, al parecer, el lugar ha sido totalmente saboteado. Me acerqué a pasos rápidos hacia un hombre que se encuentra tirado sobre el suelo y que, aparentemente tiene sangre por todo su cuerpo. —¿En dónde demonios está el emperador?

—Él... nosotros...

—¡¿En dónde está?!

—¡No lo sé! — prácticamente chilló —¡Él ha sido llevado afuera por unos hombres!

Solté del cuello al viejo imbécil y miré alrededor.

"¿Cómo demonios ha desaparecido sin que nos hemos percatado de ello?", pensé.

Dirigí la mirada hacia la mesa que se encuentra en el centro de la posada y me quedé sorprendido, al parecer, no eran asuntos sobre política o cosas similares; los malditos enfermos estaban llevando a cabo un sacrificio humano.