Capitulo 14: Decisión

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***Kagome***

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-Conocí a Inuyasha poco después de empezar en este mundo tan agitado de los actores- se quedo pensando unos momentos- ¿Tendría 16 años? Solo recuerdo que estaba echa un asco. Los guiones no los podía memorizar y la imagen de lo que era nuestra familia se repetía una y otra vez- vi que le costaba trabajo recordarlo

-Tomate tu tiempo, no es necesario que lo sueltes todo de un solo golpe- Kikyo soltó una risita sarcástica y volteo a verme

-Si no lo hago ahorita, no lo hare jamás. Toma esto como un momento débil de tu hermana- de nuevo sonrió y yo espere a que continuara, solo que veía que le causaba demasiado trabajo hacerlo-

-Tu nunca mencionaste que tuvieras dificultades con los guiones, lo hacías ver muy fácil- asintió lentamente y después continuo

-Era como quería que ustedes lo vieran. Sabia que para ustedes ya era difícil estar solos. Si yo le sumaba por lo que estaba pasando sabia que no les haría bien- volvió a tomar aire antes de continuar- me habían ofrecido hacer una aparición como la antagonista de la película, era mi primer gran papel, mi representante me había dicho que este era el primer y gran paso al mundo del espectáculo. Si me equivocaba o hacia algo que no les gustara a los directores, posiblemente jamás avanzaría de papeles sin importancia y por lo mismo mi carrera podría terminar antes de despegar completamente- escucharla hablar así me hacia sentir un peso encima, me imagino, que era el mismo peso por el que ella pasaba o tiene que pasar en cada uno de sus proyectos en este mundo del espectáculo- tal vez puedes pensar que en ese momento no podría entender la magnitud de lo que estaba en juego

-La verdad me lo puedo imaginar- Kikyo al ver mi cara horrorizada se rio un poco y me puso su mano sobre la mía.

-Tranquila- soltó mas la risa- pareciera que estas pasando por un infierno

-No te burles- al ver que ella se lo estaba tomando con tanto humor, sentí que podía relajarme y terminé uniéndome a su risa- ya, ya, mejor continua. Ya terminaste de burlarte de mi- vi que mi hermana se limpio las lagrimas que le habían salido por tanto reírse y después se toco el estomago.

-Tenia mucho tiempo sin reírme de esta manera. Bueno, me refiero a sentirlo realmente- me guiño un ojo sabiendo que entendía a lo que se refería.

-Es bueno saber que soy buena payasa- Kikyo de nuevo se rio e hizo un ademan con su mano para que dejara de hablar.

-Esta bien, esta bien. Mejor continuo- tomo unos segundos para volver a ponerse seria y después pudo continuar- en mi mente estaban ustedes. Todo el tiempo. Si yo fracasaba en lo que estaba haciendo, ustedes sufrirían las consecuencias. Sin trabajo, sin dinero, sin ayuda. Esas tres cosas significaban una vida sin estudios, sin comida y sin un techo en donde vivir. Un día no lo soporte mas y hui- de nuevo hizo una pausa y lanzo un suspiro largo y pesado.

-¿Huiste?- le dije aun con un tono de sorpresa, esta definitivamente no era la Kikyo que yo conocía, aunque pensándolo un poco mas, siempre había sido de un carácter muy fuerte

-Al principio era como si viera el mundo de manera diferente. No recuerdo bien cuanto tiempo camine por la calle, tal vez fueron horas, quería llegar hasta donde estaban ustedes, creía que solo tenia que tomar algún autobús, un carro o algo por el estilo. Pero de repente me encontraba perdida.

-¿No llevabas tu celular o algo?- mi hermana solo negó con la cabeza y se rio por lo bajo antes de continuar con su relato

-Cuando me escape pensé que era lo mejor no llevarlo, así por mas que quisieran encontrarme no podrían hacerlo. Cuando se estaba haciendo de noche me di cuenta de mi terrible error, pero aun cuando pensé que estaba pasando lo peor me di cuenta de que las camionetas de la agencia estaban buscándome por todos lados, tuve que correr y cuando estaban por atraparme me lo encontré- me quede un momento pensando sobre a quien se estaba refiriendo- un joven que aparentemente se veía de la misma edad que yo, me jalo del brazo y me llevo a un callejón que se encontraba muy cerca de nosotros

SOLO BUSCABA UNA VIDA NORMALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora