Capítulo 44: Nueva realidad

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***Rin***

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-Ahora me gustaría bañarme- le dije una vez que nos separamos, de alguna manera había olvidado que me encontraba desnuda en sus brazos y que sabía bien que no podría levantarme del suelo- ¿Podrías ayudarme?- ya había limpiado el pequeño rastro de las lágrimas de su rostro, pero cuando volvió a verme no pudo evitar detenerse en los morados- si es muy difícil podrías llamarle a una de las señoras para que me ayude- negó con la cabeza y sé que muy a su pesar me tomo de las piernas para levantarme como princesa y sentarme delicadamente en la orilla de la bañera. Después abrió el agua hasta que la medio y dejo que la bañera se llenara en completo silencio- Hablaba en serio sobre lo de pedirle a una de las señoras para que me ayude- volvió a negar con la cabeza y para ser sincera esa actitud estaba comenzando a inquietarme. Después de dejar el agua correr fue a un pequeño cajón de donde saco toallas, jabón y shampoo, todo eso en completo silencio. Cuando puso las cosas a lado de la bañera logre detenerlo del brazo- ¿Acaso no me vas a hablar?- me miro sorprendido a los ojos para después desviar su mirada y enderezarse.

-Solo estoy cansado, estos días no he estado durmiendo bien- ¿realmente era así? Bueno nadie lo ha estado haciendo y si se podían notar levemente las bolsas negras debajo de los sus ojos dorados- toca el agua para ver si está bien- como dijo estire mi mano para tocar el agua

-Así está bien- dicho eso cerro las llaves y después se quedó observándome como si estuviera esperando algo

-¿Pasa algo?

-¿Puedo?- entonces entendí que lo que quería era ayudarme a meterme a la bañera, yo sentí los colores subir por mi rostro, pero aun así asentí, él se arremango su camisa. De nuevo con cara seria y extremo cuidado me levanto por las piernas y acomodo mi cuerpo en la bañera- volveré en unos minutos

-Gracias- sé que quiso suavizar su mirada, pero parecía que no podía hacerlo, aunque él no me lo dijera era mi cuerpo el que no lo dejaba tranquilo.

Cuando se fue me quede unos segundos mirando el techo, el agua tibia al menos hacía que mi cuerpo se relajara y por lo mismo doliera menos. No sabía muy bien cómo iban a ser las cosas de ahora en adelante, hasta qué punto mi mente había sido afectada por todo lo que había vivido con Naraku. No pude evitar pensar en Kagome, ella se llevó la peor parte de todo esto y sé que ese daño no solo era físico.

Mientras cerraba los ojos imágenes de aquellos días comenzaban a aparecer en mi memoria y sin poder evitarlo nuevas lagrimas salieron, no importara las veces en las que me repitiera que estaba a salvo, pareciera que no podía creer en ellas.

Como pude talle mi cuerpo a pesar de los latigazos que sentía al hacerlo. Cuando termine deje que el agua comenzara a vaciarse de la bañera, quería cambiarme o tapar mi cuerpo antes de que Sesshomaru volviera a entrar, bastaba con lo que yo misma estaba horrorizada de mi cuerpo como para volver a ver su reacción. Me salí de la bañera con mucho cuidado y después lo sequé lentamente, me di cuenta de que cerca del lavamanos había una bolsa y al acercarme había ropa ahí, de seguro Sesshomaru lo había traído en algún momento por la noche. Era casi una pijama y agradecí que fuera de esa manera, ya que sería más fácil ponérmela. Cuando termine de vestirme se escucharon unos leves golpes en la puerta y después se abrió, la vista de Sesshomaru primero se fue hacia la bañera para después mirarme, entre sorprendido y enojado, mientras estaba tratando de cepillarme el cabello.

-Solo quería saber si podría hacerlo- le dije con extremo cuidado, ya que sabía que iba a reclamarme por salirme, secarme y vestirme yo sola- creo que el baño relajo mi cuerpo y ya no lo sentía tan pesado- seguí hablando en un intento por salir de esa incómoda situación. Note como suspiro pesadamente y después se fue acercando a mi hasta que tomo de mi mano el cepillo y lo puso en el lavamanos.

SOLO BUSCABA UNA VIDA NORMALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora