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***Kagome***
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Entre besos y caricias los dos habíamos llegado a mi habitación. Inuyasha comenzó a besar mi cuello mientras me acomodaba en la cama, yo deje salir un pequeño suspiro mientras que con mi mano estaba tratando de encontrar el interruptor del foco. Él se dio cuenta y antes de que pudiera apagarlo me detuvo mi mano.
-No hay nada que esconder Kagome- su voz se había vuelto más gruesa, mientras que su boca se encontraba besando mi cuello haciendo que mi cuerpo entero se estremeciera.
-Lo se... pero yo...- deje la frase a la mitad por la vergüenza enorme que sentía al decirle esas palabras, él se detuvo y levanto su vista para encontrarse con mis ojos apenados.
-¿Es tu primera vez?- miraba con demasiada atención mi cara, mientras que yo sentía nuevamente subir los colores. Al no poder encontrar mi voz lo único que hice fue asentir levemente. Trate de apartar mi mirada o de alguna manera poner algo de distancia ya que no sabía que reacción esperar. También rápidamente muchos pensamientos comenzaron a atacar mi mente. ¿Y si ahora que sabía que no tenía experiencia ya no le interesaba? Era obvio que Inuyasha se veía como alguien que vivía su vida al límite, lo peligroso de su trabajo no le permitía generar lazos a largo plazo con nadie, por lo mismo de seguro tenía mucha experiencia en esto. Sango muchas veces me ha dicho que a los hombres en ocasiones les aburre o les molesta hacer todo ellos, ¿y si Inuyasha era de esos? Al final se iba a cansar de mí y terminaría todo. El pánico subía rápidamente por mi cuerpo cuando de pronto sentí un pequeño golpe en mi frente- Tonta, deja de hacerte historias- Inuyasha sonreía y sus ojos dorados mostraban solamente cariño. Yo estaba sorprendida, ¿Acaso podía leer la mente?
-¿De qué hablas?
-No tengo idea de que este pasando por tu cabeza, pero no es necesario entrar en pánico- acaricio mi mejilla para después detenerse en mi cuello, haciendo un poco de presión para que no apartara mi mirada de la suya- Escúchame bien Kagome, no tiene nada de malo que esta sea tu primera vez, no voy a mentir diciéndote que no me sorprende, porque la verdad es que si- de nuevo me sonrió delicadamente- Pero, esto es algo de los dos, es bueno comentar este tipo de cosas porque así podemos buscar una solución juntos- pego su frente con la mía y yo sentí como mi corazón se agitaba al mismo tiempo que una sensación cálida se posaba en él- Prometo que seré lo más delicado posible, pero si en algún momento te sientes incapaz de continuar solo dímelo- en alguna parte de mi mente estaba volviendo a crecer el miedo, ¿era tan doloroso?
-Mas que tranquilizarme, pareciera que lo que realmente quieres es meterme más miedo- Inuyasha estallo en una risa.
-Te lo digo porque te conozco, la primera vez no es tan necesario ir hasta el final, así que no te fuerces- antes de esperar mi contestación ya se encontraba de nuevo en mis labios, depositando un beso dulce.
Así continuo los minutos siguientes, besaba mi boca con cierta dulzura, subiendo el ritmo de vez en cuando. Yo me estremecía cada vez que sentía su lengua jugar con la mía, sin poder detenerlos estaban comenzando a salir de mi boca pequeños suspiros, sentía mi cuerpo entero arder y más aún cuando Inuyasha se separó de mi boca para comenzar a besar de nuevo mi cuello. Todos sus besos y caricias eran lentas, como si de alguna manera estuviera tratando de memorizar cada centímetro de mí, sus manos viajaron más hacia el sur hasta que pasaron por debajo de mi suéter, cuando su mano hizo contacto con mi piel caliente de nuevo me estremecí dejando escapar otro suspiro. Sin darme tiempo a procesar lo que estaba pasando subió mi suéter hasta pasarlo con mi cabeza, yo estaba dejándome llevar por la excitación del momento, así que no le tome importancia al hecho de que estaba semi desnuda en frente de él, ni si quiera note el tiempo en el que él se quedó observando mi pecho para después comenzar a besar por encima del brasier mis pezones. De nuevo me estremecí y arquee mi cuerpo, al mismo tiempo estoy segura de haber escuchado a Inuyasha gruñir solo por no soltar un gemido.
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SOLO BUSCABA UNA VIDA NORMAL
RomanceKagome Higurashi tiene 24 años y estudia su tercer año en la carrera de medicina. Trata de vivir su vida con un perfil bajo, ya que es lo que más desea. Pero le es imposible debido a su hermana mayor, Kikyo, una actriz famosa, reconocida por todas l...