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***Rin***
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Cuando volví a abrir los ojos fue debido a que ya no sentía la calidez alrededor de mi, parpadeé varias veces, mientras que mi cerebro procesaba todo lo que había pasado. De pronto un ligero y conocido dolor vino de mi parte baja y supe con exactitud lo que había hecho. Me enderece hasta quedar sentada en la cama y arrastre la sabana conmigo para tapar mi cuerpo, después puse mis manos en la cabeza y cerré fuertemente mis ojos.
"Rin idiota, ¿Qué has hecho? Acabas de acostarte con tu jefe."
Se a la perfección que de nada serviría regañar a mi cuerpo o a mi mente en estos momentos. Tampoco serviría inventarme excusas como, que estaba débil o que no supe lo que estaba haciendo. Aun cuando las dijera, se que no lo creía, porque muy en el fondo, sabia porque lo había hecho. Lo deseaba. Así de simple, deseaba estar con él de esta manera y no solo me refiero a lo físico, también había algo dentro de mi, algo que deseaba ser calmado solo por Sesshomaru.
"Pero eso no quita que sea tu jefe"
Cuanta verdad en una simple oración. Me reí de mi misma y me exalte un poco cuando escuche la puerta del cuarto abrirse, no se si mi corazón se tranquilizo o se acelero aun mas al ver a Sesshomaru atravesando la puerta. Creo que fue mas alivio, al darme cuenta de que se encontraba perfectamente, en alguna parte de mi mente tenia miedo de que le hubiera pasado algo por... lo que hicimos. Traía su cabello suelto, una bata blanca, la cual traía abierta mostrando de esa manera su pecho descubierto por lo cual mis ojos no pudieron evitar observarlo o mas bien, contemplarlo. Pero de repente mi cuerpo entero se puso en alerta cuando se sentó a un lado mío y acaricio mi rostro, sentí un escalofrió que recorrió todo mi cuerpo.
-¿Te sientes bien?- aun mi cuerpo se estremecía por su toque, era como si gracias a eso mi memoria trajera todas las caricias que esa mano había dejado como marca por toda mi piel.
-¿No debería de ser yo la que pregunte eso?- se quedo observándome un momento tratando de entender y como yo me le quede viendo simplemente soltó el aire.
-Te dije que solo necesitaba descansar- su mano de nuevo se poso en mi cuerpo, solo que ahora acariciaba mi cuello. Sentí como mi cuerpo se electrificaba y después como acercaba su rostro al mío, estuve a punto de dejarme llevar por su calidez- Ahora podemos continuar- estuve a punto de mezclar su aliento con el mío, cuando esa pequeña parte de mi mente que me decía que no estaba correcto tomo el control total de mi cuerpo y voltee mi cabeza al mismo tiempo que con mi mano en su pecho lo apartaba.
-Necesito ir al baño- Él sabia que era mentira, pero aun así se hizo a un lado y cuando vio que no me moví se quedo viéndome con insistencia- No se donde esta mi ropa y...
-Rin... ¿estas consciente de lo que acabamos de hacer? No tienes porque ocultarlo- sabia a lo que se refería, pero, si yo dejaba que me viera de nuevo haría de esto un momento mas intimo de lo que ya fue. Mi mente estaba trabajando el doble solo de al estar tratando de poner esas barreras de nuevo, de no olvidar que la persona que estaba en frente mío era mi paciente, era mi jefe y yo no podía hacer esto. Se que se dio cuenta del conflicto por el que estaba pasando, así que solo camino hacia la puerta. No salió del cuarto, pero al menos me sentía mas cómoda al saber que no me estaba viendo, visualice mi ropa en el suelo así que rápidamente me levante de la cama, gran error. No contemple lo débil que estaría mi cuerpo por la actividad física, además de que aun estaba resentido por todo lo que había llorado el día anterior, aun cuando no hubiera tenido sexo mi cuerpo esta reclamando su mal cuidado, así que mas rápido de lo que mis reflejos pudieran reaccionar, ya me encontraba besando el suelo y un ligero y casi inaudible quejido salió de mi boca al sentir mi cara contra el piso. Segundos después las manos de Sesshomaru me enderezaron- Por esta razón es que no te puedo quitar el ojo de encima, ¿hay algo ml con tu cuerpo?- aun me encontraba un poco desorientada por el golpe, pero aun así negué con la cabeza
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SOLO BUSCABA UNA VIDA NORMAL
RomantikKagome Higurashi tiene 24 años y estudia su tercer año en la carrera de medicina. Trata de vivir su vida con un perfil bajo, ya que es lo que más desea. Pero le es imposible debido a su hermana mayor, Kikyo, una actriz famosa, reconocida por todas l...