Capítulo 2: Corazón

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***Kagome***

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Inuyasha ya había salido del cuarto y yo me había quedado ahí, parada a mitad de la habitación. Miré la puerta que me había señalado, donde se encontraba el baño y fui aun con cierto miedo. Cuando entre me dirigir al espejo y pude observar el lamentable estado en el que me encontraba. Mi pelo estaba totalmente despeinado, posiblemente por el movimiento que tuve al dormir, debajo de mis ojos se mostraban unas ojeras enormes y el poco maquillaje que me había puesto sango se encontraba corrido. Abrí la llave hasta que comenzó a salir un poco de agua tibia, la sentí entre mis manos y después mojé mi cara. Aun sentía mi corazón acelerado, tal vez era por la situación en la que me encontraba ahorita, por lo mismo, quería salir rápido de esta casa. Arregle un poco mi pelo y toma la liga que se encontraba en mi muñeca para recoger mi pelo en una coleta. Cuando me veía un poco decente Sali del baño, tomé todo el coraje del mundo y me dirigí a la salida del cuarto. Por alguna extraña razón los latidos de mi corazón se incrementaron, llegue a pensar por un momento que se trataba de alguna enfermedad, que algo estuviera pasando en mi cuerpo. Tal vez debería de pensar en ir con el doctor.

Cuando Sali de la habitación Inuyasha se encontraba en el comedor mirando hacia la habitación, así que cuando me vio automáticamente nuestros ojos se encontraron. Me imagino que sintió mi incomodidad porque volteo rápidamente para otro lado.

-Aquí tienes un emparedado y un café si quieres- aunque me estaba hablando no me veía, su mirada estaba hacia la ventana que daba a la calle.

-Gracias, pero...

-¿Te duele algo?- me sorprendió su pregunta y al tardarme en contestar él se vio aún más preocupado- Si te duele algo podríamos ir a algún hospital- no entendía por qué se preocupaba por mí, nosotros no nos conocíamos. O tal vez simplemente se sentía apenado por confundirme con mi hermana.

-No, estoy bien. Estoy buscando mis cosas- su rostro se relajó al escuchar mi respuesta y volvió acomodarse bien en la silla. Después se aclaró la garganta y contesto.

-Están en el sillón- dirigí mi mirada hacia donde me había dicho y vi mi mochila. La tome y estaba por voltearme para despedirme cuando él volvió hablar- No me parece bien que te vayas sin comer algo, ¿no tienes hambre?

-Ehh... No, no tengo. Además, tengo que irme porque mis...- en eso el sonido que hizo mi estomago fue tan grande que sentí los colores de mi cuerpo subir rápidamente a mi cara- vi que Inuyasha trato de aguantarse una carcajada en vano y se volteo para otro lado- ¿Puedes parar de reír?- le dije aun avergonzada

-Lo siento, lo siento- Se acerco a mí con el plato en las manos y aun aguantando su risa- Toma, lo necesitas, así que no seas tan tonta y acepta lo que la gente te ofrece- me hablaba de una manera ruda pero sus ojos mostraban amabilidad. De nuevo sentí ese sobresalto en mi corazón, que me hizo voltear hacia otro lado mientras tomaba el plato.

-Gracias- le dije entre dientes.

-Si te molesto tanto estaré en la habitación. Puedes irte después de que comas y de nuevo una disculpa por confundirte- estaba yendo hacia la habitación cuando mi boca decidió volver a abrirse.

-No, quédate- ¡Rayos! ¿Para qué lo detenía?- mmm... Me refiero a que no creo que sea lo correcto que yo me quede aquí en tu casa mientras que tu estas en la habitación- no tenía la menor idea de lo que estaba diciendo, pero parece haber funcionado porque en su cara podría notar la duda.

SOLO BUSCABA UNA VIDA NORMALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora