Cap. 2 ¿Confesiones?

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Todo el día pensé en lo que me había enterado, pasé casi todo el tiempo en mi casa, hasta el otro día, sabía que mamá se preocuparía, asi que decidí ir salir a caminar un rato.
Me acerqué al ropero y busqué algo de ropa, sin prestar demasiada atención.
-¿Vas a salir? – preguntó Mabel, al ver que me acercaba a la puerta.
-Si, voy a dar una vuelta.
-No tardes demasiado.
-No te preocupes – dije intentando sonreir.
Crucé la puerta, y me dirigí hacia algún lugar, donde me lleve el viento, literalmente, no sabía donde quería ir, pero quería salir, intentar olvidarme de todo aunque sea un momento. Fui a casa de Maia, mi hermana mayor.
-¡Leila! – gritó cuando me vió llegar, se acercó casi corriendo a saludarme, abrazándome – Engordaste un poco ¿A que si?
Bien, ¿Tanto se notaba? Y además de eso, no me percaté de que la remera que tenía puesta era de un color beige y muy ajustada, que además marcaba bastante mi busto que había aumentado notablemente de tamaño.
-¿Qué tal las cosas con tu "amado Liam"? – dijo riendo.
-Bien – tardé bastante en responder.
-Mmm, no pareces segura – torció el gesto
-Estamos de lo mejor, en serio.
-Si quieres puedes contarme – me abrazó.
-Créeme, estamos bien – dije, a pesar que ella no quería mucho a Liam, por una razón que desconocía, haría lo que sea por mi felicidad.
Algo que ni siquiera se me había pasado por la cabeza ¿Cómo le contaría a Maia de mi… embarazo? Aún me costaba pronunciar esa palabra. Debía decírselo, ella siempre fue como una mejor amiga, además de Kate, claro. 
-Debo decírtelo – solté las palabras, sin más.
-¿Si? Te escucho.

-Pero vamos a un lugar mas… - dije mirando a Samuel, su marido, que estaba en la ventana mirando curiosamente.
-Vamos  a la plaza y en el camino me cuentas – dijo mientras caminábamos camino allí.
-Ahora, ¿Me lo vas a contar? – preguntó curiosa.
-No es tan fácil como crees.
¿Cada vez que tenga que decirlo iba a hacer lo mismo? Tenía que pensar algo más que decir. 
-¡Ahora vas a decirme que estás embarazada o algo así! – dijo gritando y sonriendo irónicamente. Me quedé inmóvil, me miró preocupada. – No… no estás – no terminó la frase, lo único que hice fue asentir con la cabeza. – N… no sé, P…pero… ¿Felicitaciones?
-Oh, vamos, ¿Todos me felicitan? Primero Kate, ahora tú…
-El… ¿Ya lo sabe?
-Claro que no, al menos por ahora.
-Te lo dije… no debías… - suspiró furiosa, le había contado que “eso” había pasado, y ya me había reprendido demasiado ese día.
-¡Basta Maia! No creas que me siento bien – una lágrima corrió por mi mejilla.
-Lo siento pero… ¿Qué no pensaste lo que hacías? – gritó furiosa.
-Claro que lo pensé pero… – suspiró, no me dejó terminar.
-Lo amas, lo sé – Asentí con la cabeza y me abrazó – Sé lo que sientes, créme, ya pasé por eso, pero debías pensar… - no la dejé hablar. Ella se había ido de casa cuando tenía 18, hacía tres años, con su actual marido, eso fue algo que papá nunca logró aceptar.
-No te preocupes, pero ahora… el se va a ir – suspiré
-¿Qué? ¿Por qué? – preguntó curiosa.
-No sé, creo que es porque lo estuve ignorando.
Traté de caminar nuevamente para concentrarme en no llorar, odiaba que cualquier persona me vea en ese estado.
-Y ¿Desde hace cuanto? – preguntó haciendo una señal en su barriga.
-Dos meses – sonreí forzosamente.
-¿Cuándo se lo dirás a mamá y papá?
-No lo sé, quiero decírselo… con Liam… - dije sinceramente.
No respondió. Seguimos caminando, ella se quedó en su casa, me abrazó cariñosamente y luego se fue en silencio, si, le había afectado la noticia, ¿A quién no? Entré a casa y Mamá me esperaba con la cena preparada, comí, más de lo normal sinceramente, no sé si tanto como para que ella sospeche, a veces creía que apenas se acordaba de mi existencia, pero también me conocía perfectamente. 

-¡Despierta Leila! – gritó Kate.
-¿Qué haces aquí? – grité furiosa, frotándome los ojos.
- Queríamos venir
-¿Quiénes querían? – aunque sabía perfectamente a que se refería.
-Liam y yo, tonta. El está afuera, ¿Quieres que pase?
Asentí con la cabeza. Luego ambos entraron.
-Leila tiene algo que decirte – dijo Kate mientras sonreía. Maldita sea, ni siquiera sabía que iba a decirle, ni como, no lo había pensado.
Tomé aire.
-Antes… te tengo que preguntar – hice una pausa - ¿Por qué quieres irte?.
-Quería ir a visitar a unos familiares en las vacaciones, hace tiempo que no los veo – tragó saliva – y además, pensé que ya no me querías asi que iba a alejarme.
-Q…¿Qué? ¿Cómo puedes decir eso?... – Kate tosió, evitando que cambie de tema - Bien lo que tengo que decirte es…- no logré hablar, Mabel entró en ese momento diciendo que el padre de Kate había llamado y tuvieron que irse… eso fue una salvación, al menos tenía más tiempo para pensar en cómo decírselo, y cuando.

I wanna wake up |cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora