Cap 25 Vuelta a casa

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Fui hasta mi habitación, y hasta ese momento no había pensado ¿Dónde dormiría Iara? Ya podía dormir en una cuna y con todo el apuro no había pensado en comprar una. 
Entró Liam de repente. 

- Liam… ¿Dónde dormirá la bebé? 
-Me olvidé de mostrarte algo – dijo Liam y fue a la habitación que estaba vacía – Tu papá y yo compramos una cuna, solo deberíamos moverla a tu habitación, la dejamos armada, “por si acaso”. 
- ¿Cuándo compraron esto? 
- ¿Recuerdas cuando llegamos los dos juntos a la clínica? Ese día veníamos de ahí. 
- ¿De dónde sacaste el dinero? – no pude evitar preguntarle. 
- Estuve trabajando en un supermercado todas las vacaciones y hasta antes de venir – se encogió de hombros – creo que ahora estoy despedido por venir aquí y no avisar, pero no importa… 

Le tomé la mano y entrelacé mis dedos en los suyos. No podía creer que Liam ame tanto a nuestra hija, teníamos solo 17 y 16 años, aún nos faltaban mil cosas por vivir, y el, aún pudiendo dejarme durante todo ese tiempo, permanecía allí. 

… 

-¡Leila! – Gritó despertándome mi padre – comienza a arreglar tus cosas… 
- ¿Qué cosas? –Dije frotándome los ojos y notando que Liam no estaba a mi lado - ¿Y Liam? Dije sin pensar. 
- Está con Iara en el living – hasta ese momento noté que la bebé no estaba en la cuna, luego de levantarme tantas veces para amamantarla y cambiarle los pañales, me había quedado profundamente dormida – Vamos, Leila, prepara tus cosas, que en cuanto podamos volvemos a casa – sonrió. 
- ¿De verdad? ¿Tan pronto? 
- Claro, solo arregla tu ropa, yo llevaré los muebles al camión de mudanzas, apúrate si quieres que nos vayamos hoy, ya casi todo está listo, faltan tus cosas – se encogió de hombros y salió de mi habitación. 

Di prácticamente un salto y guardé toda la ropa que pude en una maleta, y el resto en cajas. Guardé todas las cosas que tenía en la mesita de luz guardadas, lo había olvidado, estaba la cámara, con fotos mías durante el embarazo, pensaba mostrárselas a Liam, y lo había olvidado. 
Me vestí con unos jeans y una camiseta de mangas que había dejado en la cama y corrí escaleras abajo para ver a Iara y Liam. Los únicos muebles que quedaban en la casa eran los que estaban ahí cuando nos mudamos, es decir, los de la cocina y el sofá donde estaba ahora sentado Liam. 

-Hasta que tu mamá despierta – le dijo Liam a la bebé – No te desperté porque no dormiste en toda la noche – dejó a Iara en el coche. Oí que papá subió a mi habitación. 
- ¿Estuvieron desarmando todo? – pregunté casi bostezando. 
- Si, tu papá está emocionado por todo esto. 
- No puedo creer que vaya a volver a casa – sonreí – debo visitar a Patricio, no me perdonaría nunca si no voy a despedirme. 
- Vamos. No te molesta que vaya ¿Verdad? – sonrió. 
- No seas tonto – le pegué – vamos… - Nos acercamos a la puerta con Iara en el coche - ¡Mamá, iremos a la casa de Patricio! – le grité y cerré la puerta. 

Toqué el timbre y salió Ángela a atender, nos dejó pasar y esperamos a Patricio en la sala de estar. Cuando el bajó tomó a Iara en sus brazos. 

-¿A qué debo esta visita? – dijo Patricio con un deje de tristeza en su voz – Ya te vas ¿No es cierto? – asentí con la cabeza. 
- Quería despedirme como se debe – me encogí de hombros. 
- No te preocupes, no desharás de mi. Iré en vacaciones, a ver a Iara, claro – dijo mirándola. Luego volvió a dejarla en el coche. 
- Voy a extrañarte – dije con lágrimas en los ojos y abrazándolo. 
- No seas tonta, prometo llamarte – dijo acariciándome la espalda. 
- Gracias por convertirte en alguien tan importante para mí – dije casi susurrándole en el oído. No respondió, solo continuó abrazándome. 
- Gracias – dijo Liam levantándose, Patricio se apartó de mi lado – Gracias por estar con ella – sonrió. 
- Supongo que no me odias. 
- Claro que no – sonrió – La hiciste feliz cuando yo no estuve cerca. 
- ¿A qué hora te vas? 
- Apenas llegue el camión de mudanzas y estén las cosas listas, supongo. 
- Te quiero - me susurró al oído abrazándome.

- Yo también te quiero, Patricio.


Fuimos afuera y Ángela también se acercó a despedirse. Siempre odié las despedidas. 

-Liam, irás en tu auto ¿Verdad? – le pregunté cuando estábamos en el porche de casa. 
- Si ¿Por qué? 
- Quiero ir contigo, y… así vamos a tu casa y tus papás conocen a la bebé. 
-Ah, claro – sonrió – pero ¿Cómo vamos a llevarla? 
- El coche – dije recordando cuando mamá me lo mostró cuando lo compramos hacía unos meses – tiene una silla para el auto. 

… 

Le dije a mamá que iría con Liam en el auto y llevaríamos a la bebé con nosotros, al principio no le gustó demasiado la idea, pero terminó por convencerse. Al fin y al cabo, yo ya había formado mi propia familia, aunque no estuviésemos casados, ni viviendo juntos, éramos una familia. 
Durante el viaje fui sentada en el asiento trasero, al lado de Iara, no quería dejarla sola ahí. 

-Llegamos – dijo Liam, habíamos salido antes que mamá y papá, así que pasamos por casa de Liam antes. Tocó la puerta mientras yo bajaba del auto a Iara, que se había dormido. 
- ¡Hijo! ¡Al fin! – gritaba Mary. 
- Mamá… Le envié mensajes a papá, no exageres – sonrió – mira quien está aquí – Mary se tapó la boca incrédula. 
- Es hermosa... Pasen… ¡Ricardo! –Gritó llamando al papá de Liam – siéntense, por favor. Disculpen por no haber ido. 
- No se preocupe – sonreí. 
- Kate nos mostró una foto, pero al parecer está mucho más grande – dijo sin dejar de mirarla -Todavía no puedo creer que sea…su hija. 
- A nosotros también nos cuesta creerlo… - dijo Liam. 
- ¿Esto es verdad? – bromeó Ricardo acercándose donde estábamos. 
- Es muy parecida a Liam cuando nació – dijo Mary. La sostuvo en sus brazos, no dejaba de mirarla, al parecer aun no caía en cuenta de que era abuela y esa era su nieta –Iara ¿verdad? – asentí con la cabeza. Escuché el sonido de mi celular, era mamá, me había mandado un mensaje diciendo que habían llegado. 
- Mamá dice que ya están aquí – le dije a Liam. 
- La llevaré a su casa, mamá, en un rato vuelvo. 
- Vayan – sonrió dándome a Iara. 
- Volveré a traerla, no se preocupe – sonreí – Adiós – me despedí de Mary y Ricardo. 

…. 

Me paré en el porche de la casa, aún no podía creer que estaba de vuelta ahí. Me quedé mirando la casa, mi casa, estaba ahí otra vez.  Mamá y papá aun bajaban las cosas del camión, Liam les ayudó. 

-Estamos aquí de nuevo, hija – dijo papá pasando su brazo por mi hombro, noté su voz temblorosa, como si estuviese a punto de llorar – perdóname… - dijo casi en un susurro mientras miraba a Iara. 
- Ya no te preocupes por eso papá… Te quiero.

I wanna wake up |cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora