La doctora iba a casa cada día a casa a ver cómo iba todo. Decía que Iara estaba aumentando considerablemente de peso y que todo estaba bien. Casi habían pasado tres semanas de su nacimiento.
Cuando terminé de cambiarle el pañal quise volver a sostenerla en el pecho y no se quedaba quieta, le dije a mamá que llamase a la doctora, quien estuvo en pocos minutos en casa, Iara comenzó a llorar.
-¿Por qué llora? – pregunté preocupada.
- No te angusties, lo que pasa es que ya se cansó, ahora puedes sostenerla normalmente. Su peso ya se estabilizó, pesa 2 kilos 500 – dijo luego de revisarla y pesarla.
- Entonces… ¿Ya puede tener una vida normal?
- Aún esta un poco debajo del peso normal, pero ya puede dormir en una cuna, puedes bañarla, y vestirla.
- ¿Puedo…viajar con ella?
- ¿Viajar? Claro…
- Es que… volveré a mi hogar, y quiero que sea pronto – sonreí – Quiero tener listo todo allá.
- Claro que puedes. Solo asegúrate de llevarla al pediatra. Felicidades por la recuperación de tu bebé. Es una niña muy fuerte – dijo acariciándole la cabeza.
…
Estaba feliz porque mi bebé estaba bien, y porque iba a poder volver a casa, a mi casa, pero me entristecía pensar en que no iba a ver a Patricio, estaba acostumbrada a estar con él casi todo el día. Si no fuese por él no se si hubiese podido sobrellevar todo el tiempo alejada de Liam. Tocaron la puerta, y como si hubiese adivinado mi pensamiento, era él. Yo estaba sentada en el sillón, con Iara y Liam.
-¡Hola! – entró sonriente luego de que mamá abrió la puerta.
- Hola Patricio – sonreí.
- Oh, hasta que puedo verla – dijo acercándose a donde estábamos sentados - ¿Puedo…
- Ni lo preguntes – dije levantándome y dejando que el con cuidado, la sostuviese en sus brazos.
- No puedo creer que hayan pasado tres semanas de que nació – la miró.
- Ni, yo. Creo que extraño mi panza – reí.
– No puede ser que recién la conozca.
- La conoces desde hace tiempo.
- Pero no es lo mismo – le acarició la mejilla y luego su pequeña manito con el pulgar, ella se aferró a su dedo – Oh – musitó riendo - Que linda eres, Iara. Soy tu tio Patricio ¿me recuerdas? – Iara abrió los ojos y sonrió.
- Te reconoce – sonreí.
- ¿Es verdad que te vas? – preguntó con un deje de tristeza en su voz.
- Si, aún no sé cuando – me encogí de hombros – pero no te preocupes por eso aún. – dije antes de que Iara comenzase a llorar.
- Hora de cambiarle el pañal – dijo Liam tapándose la nariz.
- Tu turno – le dije.
- Bien – dijo casi refunfuñando. Patricio sonrió y le dio a la bebé para que la cambiase.
- ¿Qué tal es la vida de padres?
- Agotadora – dije simulando secarme la frente.
- Te voy a extrañar – parecía que no quería que esas palabras hubiesen salido de su boca. Liam se dio la vuelta y nos miró, solo nos dedicó una media sonrisa.
- Aún no pienses en eso, no sé cuando voy a volver. Eso depende del trabajo de papá- sentí el vibrador del celular en mi bolsillo, lo saqué, papá me lo había devuelto apenas me dieron el alta. Era un mensaje de Kate, había vuelto a su casa el mismo día que me visitó en la clínica.
Olvidé decirte… que tu amigo Patricio es muy lindo.
No pude evitar reir al leer eso. Kate siempre fijándose en chicos. Pero no podía evitar pensar en que tenía razón, Patricio era atractivo, era bastante más alto que yo, tenía pequeños ojos marrones y usaba el cabello corto y un poco alborotado, color castaño oscuro.
-Kate me mandó un mensaje – dije mirando a Liam.
- ¿Qué dice esa molestia?
- Dice – volví a reir – dice que eres lindo, Patricio – El levantó una ceja y sonrió.
- Debo confesar que me siento halagado.
- Solo te advierto…que mi prima está loca – se acercó Liam sosteniendo a Iara, que había dejado de llorar.
Volví a sentir el vibrador del celular, otro mensaje de Kate:
No le digas que te dije que es lindo…
- No quería que te lo diga. Ups – sonreí.
- Está loca –dijo Liam.
- No lo creo – dijo Patricio – es divertida. Ese día que estuvo en la clínica me quedé hablando con ella…
- Estoy seguro de que no se callaba… - lo miró Liam. Patricio sonrió.
- Si me disculpan, solo venía a conocerla, ya que hace mucho tiempo que no vengo – se levantó Patricio – Te veo luego, saluda a Kate de mi parte.
- Claro.
¿A Kate le gustaba Patricio? ¿El mismo chico que yo había besado? Si ella llegase a enterarse de eso iba a matarme. Pero debía pensarlo de ese modo, ellos dos juntos, hacían una pareja excelente, un poco despareja y extraña, pero los dos eran mis mejores amigos.
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I wanna wake up |cancelada|
Teen Fiction¿Qué pasaría si quedas embarazada a los 16 años? ¿Cómo afrontar una responsabilidad tan grande tan corta edad? Ésto es lo que le ocurre a Leila, su vida "casi normal" da un giro inesperado cuando, luego de dos meses de haber pasado una noche con Lia...