Cap 5. Cuando aún reinaba la calma

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Mi padre entró la casa con su mochila en el hombro, nos miró y nos dedicó una sonrisa a mamá, Liam y a mi.
- Debo irme – dijo Liam.
- Quédate a cenar – lo invitó mi padre. Cuando se enterase de todo estaba segura de que no lo trataría con tanto cariño.
- Mis padres me están esperando, Leila – dijo mirándome – ¿irás mañana después del colegio a casa?

- S…si- había dicho que iría para darle la noticia a sus padres, Liam se estaba comportando como si fuéramos un matrimonio de personas de más de veinte años.
- ¿A qué irás? – preguntó papá enarcando una ceja.
- A… - Liam me interrumpió.
- A cenar, solo que le dije que vaya después del colegio asi también estaba con Kate. Ahora si me voy- abrió la puerta – adiós- Me despedí de él y cerré la puerta.
- ¿Por qué tan apurado? – preguntó papá.
- No les dijo a sus padres que vendría.
Mamá se apresuró a ir a la cocina a calentar la comida que había sobrado del mediodía. Fideos con salsa, mi comida favorita. Luego de poner la mesa nos sentamos. Probé un poco de pasta y casi tuve que ir corriendo al baño, mamá notó mi cara.
-¿Qué pasa? – dijo.
- Creo que me tocó una parte que no estaba muy buena – dije fingiendo una sonrisa – me voy a acostar mejor.
Subí las escaleras, me puse mi pijama y me recosté en la cama, todavía tenía demasiada hambre y no podía conciliar el sueño. Alguien tocó la puerta tres veces.
- Pasa.
- Te traje unos sándwiches, los hice recién – dijo mamá entrando a mi cuarto.
- Gracias – sonreí – Tengo miedo de decírselo a papá – dije luego de terminar el primer sándwich.
- Yo tengo miedo de cómo lo tomará
- ¿Qué crees que hará?
- No lo sé, no quiero pensar en eso. Deja de preocuparte que no les hace bien.
- ¿No les hace bien? ¿A quiénes? – pregunté estúpidamente sin darme cuenta.
Ambas reímos
– Será mejor que duermas, mañana te llevaré con la doctora Jenifer a hacerte un chequeo.
- Está bien, buenas noches.
Cerró la puerta y se fue. Terminé los otros tres sándwiches que había dejado.

Mamá había dicho que me llevaría al médico fuimos con la ginecóloga Jennifer Neuman. 
- Pasen – dijo abriendo la puerta de su consultorio. Mamá y yo entramos -¿Y bien?
- Q…quiero hacerme un examen…C…creo que estoy embarazada- dije demasiado nerviosa.
- Bien, vamos a la sala de exámenes.
Dijo que me haría una prueba de ultrasonido, no sé porque desde ese momento comencé a sentir escalofríos a pesar de hacía calor. 
-¿No le dijiste a Liam que venga? – preguntó mamá.
- Le dije que vendría, pero que al menos ahora él no esté aquí – dije.
- Por favor – dijo la doctora invitando a mi madre a ir afuera – es por… privacidad, ya sabe.
- Claro.
Luego de ver la imagen en la pantalla y de que la doctora dijera que ahí estaba el bebé comenzaron a arderme los ojos inexplicablemente, hasta que me di cuenta de que eran lágrimas.
- ¿Cuándo sabré el sexo del bebé? – pregunté sin dar tiempo a decir nada.
- A los cinco meses – respondió tranquila.
Me dijo que todo estaba bien y que estaba de nueve semanas desde mi último período, según las explicaciones de la doctora.
- Esto… Fue por amor ¿Verdad?-preguntó con una débil sonrisa. Solo asentí con la cabeza. – El…¿Ya lo sabe? – me miró por encima de los lentes.

- S…si

- Y…¿Qué dijo al respecto? – dijo sacándose los anteojos.
- Q…que estaba… feliz por eso – intenté sonreir, inútil.
- ¿En serio? – dijo sorprendida – entonces, no habías pensado en no tenerlo ¿O si?
- N…no, pero tengo miedo a lo que mi padre diga…
- ¿Es estricto?
- No es eso, es que… mi hermana se fue de mi casa a los 18, y… siempre me cuidó como si fuera su bebé…es por eso.
- Eres menor de edad, asi que debes hablarlo con él… Pero ¿podrán mantener el bebé? – preguntó tomándome de las manos.
- Buscaremos un empleo y mamá dijo que ella podía ayudarme con el dinero…
- Quizás deban dejar los estudios.
- Eso creo… pero – dije tocando mi vientre – quiero que éste bebé nazca.
La doctora sonrió.
- Bien, le diré a tu madre que pase.

Al salir, mamá no habló, no sabía si estaba enojada, triste, o todavía estaba en shock. Cuando llegamos a casa el auto de papá estaba estacionado. Había salido temprano del trabajo.
- ¿De dónde vienen? – dijo, mamá y yo dimos un salto, luego noté que había una sonrisa en su cara, no sospechaba nada.
- De hacer trámites, pagar cuentas, eso – dijo mamá en su intento de parecer tranquila.
- ¿Desde cuándo va Leila contigo? – preguntó riendo.
- Hoy quiso ir, no sé- dijo mamá con una sonrisa falsa y temblorosa.
- Voy un rato a mi habitación – dije.
Debía cambiarme, no me había dado cuenta de que tenía una remera escotada y ajustada, me puse una campera ancha encima y bajé.
Me senté en el sillón al lado de papá a ver la televisión.
- ¿Y cómo te fue? – preguntó.
- ¿En…q… que? – Tartamudeé
- Pagando las cuentas – sonrió – pareces nerviosa…
- N…no, es solo que… tengo frío y me tiembla la voz.
Solo rió.
- Ya está la comida – gritó mamá.
Nos sentamos a almorzar, comí dos platos de puré de papas, algo por demás de extraño en mi porque ni siquiera me gustaba.
- Alguien tenía hambre – bromeó papá
… 
Una pequeña niña me observaba desde el banco de una plaza, era blanca de cabello castaño y ojos color verdes, extrañamente parecida a Liam, no me apartaba los ojos de encima. Me dedicó una sonrisa y traté de devolvérsela.
Me desperté y caí en cuenta de que había sido un sueño, muy extraño y demasiado real. ¿Por qué esa niña se parecía tanto a Liam? Tal vez solo estaba alucinando.

I wanna wake up |cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora