Liam pasó a buscarme para ir a la escuela, sin previo aviso. Me vestí y fui a desayunar, luego de cambiar a Iara tomé mi mochila y fui a la escuela con Liam.
-¿Qué bicho te picó que fuiste a buscarme? – bromeé.
Liam se encogió de hombros y dijo:
-No lo sé. Quise ir... ¿Te molesta?
- Claro que no.
- Ah, menos mal.
Llegamos a la escuela, y bajamos del auto. Liam me tomó de la mano, hacía tiempo no caminábamos tomados de la mano. Lo miré y le dediqué una sonrisa.
-Eres más bueno conmigo de lo que ya eres – le dije - ¿Por qué?
- Porque quiero…
- Ah… No es que me moleste, de todas formas…
- ¿Sabes? Ayer, cuando fuiste al baño, ví tu cámara de fotos.
- Ah, mi cámara.
- Vi todas las fotos que te tomaste durante el embarazo, y me di cuenta de que te perdí mucho tiempo. Discúlpame por revisar tus cosas…
- No te preocupes – me apresuré a decir – Esas fotos las tomé para mostrártelas.
Entramos a la escuela, y como ya era costumbre, todos nos miraban. Parecían aún no acostumbrarse, luego del tiempo que había pasado.
Entraron un par de personas a hablarnos acerca del viaje de egresados, todo el mundo estaba emocionado, salvo yo, mamá había dicho que no iría, que no iba a dejar a Iara por casi diez días. Además, tampoco tenía intenciones de hacer ese viaje, y Liam parecía tan poco entusiasmado como yo.
…
Llegué a casa, mamá me esperaba con el almuerzo servido en la mesa, luego papá bajó para sentarse a la mesa junto a nosotras.
-¿Qué tal el día? – dijo papá entrando entablar una conversación.
- Fueron a hablar acerca del viaje de egresados – me encogí de hombros y comí un bocado.
- Leila, hablamos acerca de eso.
- No iré, lo sé. No quiero ir, tampoco. Solo me llevo bien con una persona además de Kate y Liam. Además de que es mucho dinero, y ustedes tienen suficiente pagando todo para Iara, no podría aunque quisiera.
- Perdón Leila.
- No te preocupes – intenté sonreír – estoy acostumbrándome a no vivir como una persona “normal” de mi edad – sacudí la cabeza – y ya no quiero hablar de eso. Mamá – dije mirándola, esperando no tener que decir nada.
- Ah, si… fui a sacar turno… El miércoles a las siete de la tarde.
- Está bien.
- ¿Qué pasa? – dijo papá.
- Iré al médico.
- ¿Por qué? ¿Te sientes mal? ¿Qué pasa?
- Iré a la ginecóloga para… que… quiero tomar anticonceptivos. No estoy haciendo nada – me apresuré a decir antes que se ponga histérico.
- Eso espero…
- Confía en mi – sonreí.
…
Luego de ir a la doctora, y luego a la farmacia por las pastillas, volví a casa y salí con Iara a la casa de mi hermana, Maia. Hacía tiempo que no la veía y ni siquiera estaba segura de que haya conocido a Iara.
Toqué la puerta tres veces, y abrió Samuel.-¿Está Maia? – le pregunté.
- Claro, pasa – sonrió. Me senté en el sofá y luego apareció Maia.
- ¡Hasta que te dignaste a visitarme! – corrió a abrazarme. Luego se acercó a Iara – Mira que grande está – le acarició la mejilla – la última vez que la vi fue en el hospital, cuando estabas dormida.
- Por eso vine, para que la veas – sonreí. Samuel fue hasta la habitación, supongo, siempre hacía eso, decía que nos dejaba conversar “entre chicas”.
- ¿Cómo está todo?
- Bien, todo bien… ¿Qué tal tu vida?
- Eh… bien, estoy bien…
- ¿Segura?
- ¿Puedo contarte algo? – dijo casi en un susurro.
- Claro.
- No es nada seguro aún pero… tengo un atraso… creo que…
- ¿Estás…? – no pude terminar la frase ¿Mi hermana mayor embarazada? ¿Después de mí?
- Eso creo… No le dije a Samuel aún, quiero hacerme un test.
- Ya pasé por esto, tranquila. Deberías estar más calmada que yo, estás casada, trabajas, Samuel también…
- Es que es extraño…
- ¡No me lo digas! – sonreí – vamos a que te hagas el test, ve al baño, y te espero aquí.Ella prácticamente corrió al baño, y luego, corrió donde yo estaba, con las manos temblando y el test en sus manos. Me recordaba hacía unos meses atrás, cuando me había enterado de mi embarazo y Kate estaba conmigo. Pero era extraño estar acompañando a mi hermana mayor e incluso aconsejándola.
-¿Y ahora?
- Espera unos minutos…
Esperamos, Maia me agarraba la mano con tanta fuerza que dolía. Creo que estaba más nerviosa de lo que yo estaba cuando pasé por ese momento.
-Mira ahora – le dije calculando el tiempo con mi celular. Ella abrió los ojos y vió el test - ¿Y…?
- Dos rayas… - dijo sin dejar de mirar. Pero su mirada estaba perdida.
- Estás... – sonreí – embarazada – dije lo último susurrando. Maia me abrazó casi dejándome sin aire.
- Gracias por estar aquí – dijo aún sin soltarme – Gracias, gracias.
- Que agradeces – dije apartándome un poco – Eres mi hermana.
- ¿Cómo le digo a…?
- Se lo dices… en realidad – me rasqué la cabeza – yo casi no lo pensé, se lo dije a Liam y ya… pero lo tuyo es diferente, no deberías estar tan nerviosa.
- Un bebé es un bebé, a la edad que sea, en cualquier situación…
- Tienes razón…
- Acompáñame a decirle…
- ¿Estás loca? – reí – yo no te pedí que me acompañes a decirle a Liam.
- Solo hasta la puerta, quédate ahí… me sentiré mas segura - se encogió de hombros - - Está bien – me llevó del brazo hasta la habitación. Ella entró, pero no escuché nada de lo que decía, solo oí que Iara comenzaba a llorar, asi que fui al living otra vez. Maia ya no necesitaba que esté ahí.
Salieron de la habitación.
- No era tan difícil ¿O sí?
- Creo que te comportaste de manera más madura que yo, siendo la menor… ¡Dios! mientras tú lo pasaste… sola – se pasó las manos por la cara – Eso demuestra que eres más madura que yo – me dedicó una sonrisa.
- Siempre fui rara… - me encogí de hombros.
- No le digas a papá, quiero… ir al médico, asegurarme, ya sabes.
- No diré nada. Lo prometo.
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I wanna wake up |cancelada|
Teen Fiction¿Qué pasaría si quedas embarazada a los 16 años? ¿Cómo afrontar una responsabilidad tan grande tan corta edad? Ésto es lo que le ocurre a Leila, su vida "casi normal" da un giro inesperado cuando, luego de dos meses de haber pasado una noche con Lia...