Cap 32 Familia

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Liam pasó a buscarme para ir a la escuela, sin previo aviso. Me vestí y fui a desayunar, luego de cambiar a Iara tomé mi mochila y fui a la escuela con Liam. 

-¿Qué bicho te picó que fuiste a buscarme? – bromeé. 


Liam se encogió de hombros y dijo: 

-No lo sé. Quise ir... ¿Te molesta? 
- Claro que no. 
- Ah, menos mal. 

Llegamos a la escuela, y bajamos del auto. Liam me tomó de la mano, hacía tiempo no caminábamos tomados de la mano. Lo miré y le dediqué una sonrisa. 

-Eres más bueno conmigo de lo que ya eres – le dije - ¿Por qué? 
- Porque quiero… 
- Ah… No es que me moleste, de todas formas… 
- ¿Sabes? Ayer, cuando fuiste al baño, ví tu cámara de fotos. 
- Ah, mi cámara. 
- Vi todas las fotos que te tomaste durante el embarazo, y me di cuenta de que te perdí mucho tiempo. Discúlpame por revisar tus cosas… 
- No te preocupes – me apresuré a decir – Esas fotos las tomé para mostrártelas. 

Entramos a la escuela, y como ya era costumbre, todos nos miraban. Parecían aún no acostumbrarse, luego del tiempo que había pasado. 
Entraron un par de personas a hablarnos acerca del viaje de egresados, todo el mundo estaba emocionado, salvo yo, mamá había dicho que no iría, que no iba a dejar a Iara por casi diez días. Además, tampoco tenía intenciones de hacer ese viaje, y Liam parecía tan poco entusiasmado como yo. 

… 

Llegué a casa, mamá me esperaba con el almuerzo servido en la mesa, luego papá bajó para sentarse a la mesa junto a nosotras. 

-¿Qué tal el día? – dijo papá entrando entablar una conversación. 
- Fueron a hablar acerca del viaje de egresados – me encogí de hombros y comí un bocado. 
- Leila, hablamos acerca de eso. 
- No iré, lo sé. No quiero ir, tampoco. Solo me llevo bien con una persona además de Kate y Liam. Además de que es mucho dinero, y ustedes tienen suficiente pagando todo para Iara, no podría aunque quisiera. 
- Perdón Leila. 
- No te preocupes – intenté sonreír – estoy acostumbrándome a no vivir como una persona “normal” de mi edad – sacudí la cabeza – y ya no quiero hablar de eso. Mamá – dije mirándola, esperando no tener que decir nada. 
- Ah, si… fui a sacar turno… El miércoles a las siete de la tarde. 
- Está bien. 
- ¿Qué pasa? – dijo papá. 
- Iré al médico. 
- ¿Por qué? ¿Te sientes mal? ¿Qué pasa? 
- Iré a la ginecóloga para… que… quiero tomar anticonceptivos. No estoy haciendo nada – me apresuré a decir antes que se ponga histérico. 
- Eso espero… 
- Confía en mi – sonreí. 

… 

Luego de ir a la doctora, y luego a la farmacia por las pastillas, volví a casa y salí con Iara a la casa de mi hermana, Maia. Hacía tiempo que no la veía y ni siquiera estaba segura de que haya conocido a Iara. 
Toqué la puerta tres veces, y abrió Samuel. 

-¿Está Maia? – le pregunté. 
- Claro, pasa – sonrió. Me senté en el sofá y luego apareció Maia. 
- ¡Hasta que te dignaste a visitarme! – corrió a abrazarme. Luego se acercó a Iara – Mira que grande está – le acarició la mejilla – la última vez que la vi fue en el hospital, cuando estabas dormida. 
- Por eso vine, para que la veas – sonreí. Samuel fue hasta la habitación, supongo, siempre hacía eso, decía que nos dejaba conversar “entre chicas”. 
- ¿Cómo está todo? 
- Bien, todo bien… ¿Qué tal tu vida? 
- Eh… bien, estoy bien… 
- ¿Segura? 
- ¿Puedo contarte algo? – dijo casi en un susurro. 
- Claro. 
- No es nada seguro aún pero… tengo un atraso… creo que… 
- ¿Estás…? – no pude terminar la frase ¿Mi hermana mayor embarazada? ¿Después de mí? 
- Eso creo… No le dije a Samuel aún, quiero hacerme un test. 
- Ya pasé por esto, tranquila. Deberías estar más calmada que yo, estás casada, trabajas, Samuel también… 
- Es que es extraño… 
- ¡No me lo digas! – sonreí – vamos a que te hagas el test, ve al baño, y te espero aquí. 

Ella prácticamente corrió al baño, y luego, corrió donde yo estaba, con las manos temblando y el test en sus manos. Me recordaba hacía unos meses atrás, cuando me había enterado de mi embarazo y Kate estaba conmigo. Pero era extraño estar acompañando a mi hermana mayor e incluso aconsejándola. 

-¿Y ahora? 
- Espera unos minutos… 

Esperamos, Maia me agarraba la mano con tanta fuerza que dolía. Creo que estaba más nerviosa de lo que yo estaba cuando pasé por ese momento. 

-Mira ahora – le dije calculando el tiempo con mi celular. Ella abrió los ojos y vió el test - ¿Y…? 
- Dos rayas… - dijo sin dejar de mirar. Pero su mirada estaba perdida. 
- Estás... – sonreí – embarazada – dije lo último susurrando. Maia me abrazó casi dejándome sin aire. 
- Gracias por estar aquí – dijo aún sin soltarme – Gracias, gracias. 
- Que agradeces – dije apartándome un poco – Eres mi hermana. 
- ¿Cómo le digo a…? 
- Se lo dices… en realidad – me rasqué la cabeza – yo casi no lo pensé, se lo dije a Liam y ya… pero lo tuyo es diferente, no deberías estar tan nerviosa. 
- Un bebé es un bebé, a la edad que sea, en cualquier situación… 
- Tienes razón… 
- Acompáñame a decirle… 
- ¿Estás loca? – reí – yo no te pedí que me acompañes a decirle a Liam. 
- Solo hasta la puerta, quédate ahí… me sentiré mas segura - se encogió de hombros - - Está bien – me llevó del brazo hasta la habitación. Ella entró, pero no escuché nada de lo que decía, solo oí que Iara comenzaba a llorar, asi que fui al living otra vez. Maia ya no necesitaba que esté ahí. 
Salieron de la habitación.

- No era tan difícil ¿O sí? 
- Creo que te comportaste de manera más madura que yo, siendo la menor… ¡Dios! mientras tú lo pasaste… sola – se pasó las manos por la cara – Eso demuestra que eres más madura que yo – me dedicó una sonrisa. 
- Siempre fui rara… - me encogí de hombros. 
- No le digas a papá, quiero… ir al médico, asegurarme, ya sabes. 
- No diré nada. Lo prometo.

I wanna wake up |cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora