¡Feliz cumpleaños! – gritaron mamá y papá abriendo la puerta de mi habitación. Me senté en la cama frotándome los ojos ¿Era mi cumpleaños?
- ¿Qué hora es? – pregunté luego de bostezar.
- Son las nueve – sonrió mamá – no te preocupes por el colegio, solo hoy, puedes tomarte el día.
- Mamá…
- Apenas recordaste que día era hoy ¿Verdad? – se burló papá.
- Hace mucho tiempo que no sé en qué día estoy – volví a bostezar – voy a lavarme la cara.
Fui hasta el baño y entonces caí en cuenta, era mi cumpleaños, cumplía diecisiete años. Tenía diecisiete años y una hija de un mes. Mi vida no había vuelto a ser “normal” desde entonces. No tendría viaje de egresados y seguro que tampoco iría a la fiesta de graduación. No viviría el último año de secundaria como todos mis compañeros. Me lavé la cara y volví a mi habitación, mamá tenía a Iara en los brazos.
-¿Hay algo que quieras por tu cumpleaños? - preguntó papá – no tuvimos tiempo de comprar nada… - pensé en que quería realmente, pero no había nada material.
- No, creo que no quiero nada…
- ¿Segura? – insistió mamá.
- Estoy segura… mi mejor regalo es que Iara esté bien – las palabras salieron de mi boca antes de que las piense.
- Oh – musitó papá – entonces… vamos abajo.
Bajamos y como lo supuse, mamá había estado preparando un pastel, aún no estaba terminado.
Había bajado mi laptop, la dejé en la mesa de la sala de estar mientras miraba a Iara en el coche. Había pensado en hablarle a Patricio, pero estaba en el colegio, igual que Liam y Kate. Le dejé un mensaje a Patricio, para que me avise en cuanto se conecte.
-Anoche les dije a Liam y Kate que vinieran a almorzar luego del colegio – sonrió mamá mientras ponía la mesa.
- ¿De verdad? ¿Por qué no me dijiste nada? – Ella se limitó a encogerse de hombros en lugar de responder – Iré a cambiarme entonces – aún estaba con el pijama puesto – cuida a Iara hasta que venga, por favor.
- Claro, hija.
Subí a mi habitación a vestirme y luego volví a la sala de estar.
…
- ¡Hey! – entró Kate gritando, como siempre - ¡Felicidades! – corrió a abrazarme, apenas logré ver a Liam detrás suyo cerrando la puerta. Me alejé un poco de ella.
- Gracias – sonreí.
- Feliz cumpleaños, Leila – se acercó Liam y me besó en los labios, no pude evitar ruborizarme al notar que mamá y papá estaban ahí.
- Gracias Liam – lo abracé para susurrarle algo al oído – Aún me da vergüenza que mis papás nos vean besándonos – admití.
- Disculpa, me dejé llevar – sonrió.
- Eh, cállense, dejen se susurrar – Kate me golpeó en el brazo - ¿Dónde está la bebé más hermosa? – se acercó al coche y tomó en sus brazos a Iara – No entiendo porque es tan linda con padres como ustedes – bromeó.
- Que estúpida eres – rió Liam.
- ¡Ah! Lo olvidaba – dijo Kate – Toma – me dio un pequeño paquete. Lo abrí y en su interior había un portarretratos de una foto que nos había sacado hacía unos día a Liam, Iara y a mí – sinceramente no tenía idea de qué regalarte.
- ¡Me encanta!
- Pasen a la mesa – dijo mamá. Kate dejó a Iara en el coche y la llevé hasta la mesa, dejándola al lado de donde yo estaba sentada.
- ¡Un brindis por la cumpleañera! – gritó Kate eufórica. Chocamos las copas y comenzamos a almorzar, mamá había preparado ravioles, mi comida favorita. Luego de eso nos sirvió el pastel.
…
Había dejado encendida la computadora, estábamos sentados con Liam y Kate en la sala de estar, cuando recibí un mensaje de Patricio para hacer una videollamada.
-¡Patricio! – grité sin poder contenerme, hacía mucho que no lo veía.
- Leila ¡Feliz cumpleaños! – lo veía sonreír.
- Muchas gracias Patricio… te extraño.
- También yo… ¿Quiénes están a tu lado?
- Liam y Kate.
- ¿Iara?
- Aquí está, en el coche – sonreí - ¿Cómo estás?
- ¿Cómo estás tú? – evitó responderme.
- Genial – dije – me gustaría que estés aquí.
- Intenté ir, lo juro, pero mamá no me dejó faltar al colegio.
- No te preocupes…- le eché una mirada de soslayo a Liam, que intentaba parecer concentrado en la televisión, pero no lo lograba. Y Kate no dejaba de mirar disimuladamente al monitor.
-¿Quieres hablar con Kate? – le dije a Patricio.
- ¡Claro! – rió – Hola Kate.
- Hola – dijo Kate acercándose más a mi lado.
- Disculpa, no tenía crédito en el celular, por eso no respondía - ¿Qué? ¿Tan rápido se habían estado mandando mensajes?
- Ah, no te preocupes yo tampoco tenía crédito.
Volví a mirar a Liam, que seguía con los ojos puestos en el televisor, sin mirar a ningún lado, me disculpe con Patricio y lo dejé hablar con Kate a solas.
-¿Qué pasa? – le besé la mejilla a Liam.
- Nada…
- No me mientas… Es Patricio ¿Verdad?
- No…
- ¿Entonces?
- No es nada…
- Liam… vamos a mi habitación si quieres…
Subimos a mi habitación, le avisé a mamá para que vigilase si Iara necesitaba algo y me llamase.
-Ahora si ¿Vas a decirme? – cerré la puerta y me senté en la cama.
- No pasa nada, Leila.
- Por favor Liam, no mientas.
- Bien – se acercó a sentarse a mi lado en la cama – Discúlpame, soy un imbécil por comportarme así.
- No eres un imbécil.
- Si, lo soy… si estoy celoso de Patricio, eres feliz apenas lo ves en la computadora.
- Liam…- el sacudió la cabeza.
- No me hagas caso…
- Te dije que te amo – me acerqué a besarlo, rodeándole el cuello con los brazos, y continuaba el beso. Abrí los labios sin poder contener mis ganas de besarlo. Me alejé un poco de su lado – Iara es la muestra de cuanto te amo.
- Yo también te amo. Las amo, a las dos – me abrazó – Toma – me dio un sobre.
- ¿Una carta? – comencé a abrir el sobre.
- Léela cuando estés sola – volvió a besarme en los labios.
Kate abrió la puerta de golpe y Liam y yo nos separamos inmediatamente.
-Vamos Liam… mi mamá acaba de llamarme.
- Oh, claro – se rascó la cabeza.
- Los acompaño a la puerta – dije, levantándome de la cama. Bajamos – Gracias por venir – les dije.
- Oh, que agradeces – dijo Kate abrazándome – por un momento pensé que no iba a volver a verte.
- Vamos – dijo Liam y me besó.
- Adios.
- Nos vemos.
…
Cuando estuve en mi habitación, recostada a punto de dormir, luego de amamantar a Iara, abri el sobre que me había dado Liam, lo había dejado en la mesita de luz, junto a un pequeño cofre.
Ni siquiera sé cómo empezar la carta, pero voy a dejar que las palabras salgan.
No tienes idea de lo que sentí cuando te fuiste, Leila, pensé que nunca te iba a ver otra vez, pensé que no iba a conocer nunca a… mi hija. Creía que ibas a encontrar a otra persona que te quiera, y que sea un buen padre para la bebé, aunque no quería pensarlo. Lloré demasiado cuando vi que iban a operarte, no quería pensar en… no ni siquiera ahora puedo imaginármelo. Estoy orgulloso de ser el padre de tu hija, estoy feliz de que las dos ahora están bien. Nunca voy a dejar de agradecerte por entrar en mi vida, quizás no vamos a vivir como una pareja de adolescentes normal, quizá hicimos las cosas en orden diferente a los demás, pero no creo que eso esté mal, no creo que mi hija sea un error. Perdóname por mis errores, sé que son más de los que me recalcas. Sé que nada es para siempre pero me gustaría que lo nuestro dure todo el tiempo que sea posible. Así que… no sé cómo decirte esto… No quiero apresurar las cosas.
¿Quieres casarte conmigo? Solo piénsalo. Perdón por no decírtelo en persona.
Te amo…Liam
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I wanna wake up |cancelada|
Teen Fiction¿Qué pasaría si quedas embarazada a los 16 años? ¿Cómo afrontar una responsabilidad tan grande tan corta edad? Ésto es lo que le ocurre a Leila, su vida "casi normal" da un giro inesperado cuando, luego de dos meses de haber pasado una noche con Lia...